Caso Antonio Moncayo: Su hija denuncia que nadie busca a su padre
Bego y su familia llevan desde el 17 de abril de 2004 sin noticias de su padre y esperan unas pruebas de ADN.
La Guardia Civil y la Ertzaintza continúan sin hacer pruebas de ADN a la hija de Antonio Moncayo Torrejón, desaparecido el 17 de abril de 2004 a sus 49 años en Bilbao. Poco antes de desaparecer, Antonio se enteró de que su mejor amigo había fallecido, acudió a su entierro y desde aquel momento no se volvió a saber nada de él. El desaparecido sufría depresión y abandonó la casa de su hermana para ponerse a vivir en la calle. En julio de este año, Begoña, la hija del desaparecido se acercó al cuartel de la Guardia Civil de Reinosa y les comentó que su padre estaba desaparecido y que lo último que se sabía de él es que estaba muy mal y tenía mucha depresión. Ante esto Begoña decidió tratar de dar con la pista de su padre, denunció su desaparición y pidió activar la orden de búsqueda.
Elcierredigital.com ha vuelto a contactar con Begoña, que indica que “los investigadores siguen sin mover ni un dedo, se están lavando las manos. He llamado muchas veces al cuartel de la Ertzaintza de Bilbao, pero me dicen que se pondrán en contacto conmigo y yo sigo esperando a que lo hagan. Cada vez que llamo me dicen siempre lo mismo pero nunca hacen nada, siento que les da igual”.
“Siempre que me cogen el teléfono me dicen que me llamarán, que están muy ocupados, pero eso no ocurre, no se mueven para nada y yo solo pido hacerme la prueba de ADN. Parece que como ha pasado tanto tiempo ni se molestan en hacerme caso y eso me indigna mucho. Si esto sigue así con la Ertzaina de Bilbao, llamaré a todos los puestos que haya hasta que alguien me haga caso. Cada día estoy peor porque veo que me ignoran y yo estoy sufriendo mucho, he tenido que volver al psiquiatra y a tomar medicación porque psicológicamente ya no puedo más”, concluye Begoña.
Unas pruebas de ADN que nunca han tenido lugar
El 15 de septiembre El Cierre Digital contactó con Begoña, hija de Antonio, que narraba: “Mi madre puso una denuncia de desaparición en 2004, ya que no se sabía nada de él, pero nadie le hizo caso. Mis padres en aquel entonces estaban separados, yo me fui a vivir a Reinosa con mi madre pero mantuve el contacto con él, un día me presenté en Bilbao para ir a verle y ya había desaparecido”. La familia confiaba en que con el paso de los años Antonio apareciese pero eso nunca ocurrió.
“Yo desconocía que había estado en casa de su hermana hasta que activé la denuncia y empecé a contactar con gente. Busqué su nombre y sus apellidos y me salió que tenía una denuncia por venta ambulante juguetes y eso es lo último que he sabido de él, porque como no he podido activar la denuncia he pedido el certificado de defunción para demostrar que él no aparecía como fallecido en ningún lado. La denuncia de venta ambulante apareció en el BOE, también ponía que no le habían encontrado para notificarlo”, explicó Begoña.
Begoña aclaraba: “Me dijeron que no se podía a menos que pidiese unos justificantes del certificado de defunción para demostrar que no aparecía entre los fallecidos. El 7 de julio fui al juzgado de Osuna y pido un certificado de registro de esa zona para demostrar que mi padre no ha fallecido. También pedí otro certificado en los juzgados de Bilbao porque sino no me activaban la denuncia”.
“El 14 de julio fui con los dos certificados al cuartel de la Guardia Civil de Reinosa para activar la denuncia, se puso en contacto SOSDesaparecidos conmigo para hacer el cartel y me comentaron que habían estado hablando con la Ertaintza de Bilbao para hacerme la prueba de ADN. Me dijeron que me llamarían pero sigo esperando a que lo hagan, se pasan la bola de unos a otros y nadie me hace caso. La Guardia Civil de Reinosa me dice que no me la pueden hacer porque está solicitada en Bilbao y la Ertaintza no me ha llamado”, contó la hija del desaparecido.
Begoña aportó las denuncias que ha interpuesto para intentar dar con el paradero de su padre. Según prueban los documentos, acudió a las dependencias policiales de varias regiones –Vizcaya, Reinosa, Osuna y Bilbao– aunque, según decía, todas ellas sin éxito porque no le realizaron las pruebas de ADN a la familia y tampoco lanzaron la orden de búsqueda del desaparecido.
“Me han hecho hacer numerosos trámites que me han llevado mucho tiempo y esfuerzo como para seguir todavía esperando a que me hagan una prueba de ADN, que veo que no llega nunca. Me da mucha pena sentirme tan sola y que sea yo la única que quiere encontrar a mi padre, doy muchas gracias a SOSDesaparecidos porque son ellos los que tratan de ayudarme”, expresaba Begoña.
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