Caso Antonio Moncayo: Ahora dicen que renovó su DNI nueve años después de desaparecer
Bego busca a su padre, desaparecido en 2004, y se siente "ignorada" por las autoridades.
Antonio Moncayo Torrejón desapareció el 17 de abril de 2004 a sus 49 años en Bilbao y desde entonces su paradero es toda una incógnita. Su familia lleva muchos años luchando por saber si Antonio está desaparecido o si ha fallecido. Fue en julio de 2022 cuando su hija Begoña contactó con SOS Desaparecidos, pidió activar la orden de búsqueda y solicitó que se le realizaran pruebas de ADN para compararlo con el de los desaparecidos fallecidos.
Sin embargo, aunque obtuvo ayuda por parte de la asociación, se sentía “ignorada” en lo relativo a las pruebas de ADN. Finalmente, tras un año de trámites e insistencia, las autoridades se pusieron en contacto con la familia para tomar las muestras y así confirmar o descartar si Antonio ha fallecido.
Unas pruebas de ADN que llegan un año tarde
En una conversación con elcierredigital.comBegoña, hija de Antonio, ha confirmado que “hace unas semanas la Policía Nacional acudió a casa de mi tía preguntando si nos podían realizar la prueba de ADN, que necesitaban hacérnoslas para comprobar si mi padre estaba entre los desaparecidos fallecidos. Cuando me llamaron me dijeron que necesitaban a un varón de la familia para realizar las pruebas”.
“Después de tanto tiempo le realizaron las pruebas de ADN a mi hermano y ahora estamos a la espera de los resultados. Si no sale en la base de datos de desaparecidos fallecidos me explicaron que, al ser mayor de edad, le dirán que le estoy buscando, y si quiere saber algo de nosotros nos explicarían donde está. Si no quiere dar señales, lo único que podrían decirme es que está bien”, añade Begoña.
“También me dijeron que les había salido en la base de datos que mi padre había renovado su DNI en 2013, pero que se habían personado en la dirección registrada y que mi padre no estaba allí. Me sorprende que permitieran que mi padre se hiciera el DNI cuando ya estaba vigente la denuncia por desaparición, no entiendo como no le dijeron nada. Si nos hubiesen dicho algo podría haber descansado desde el 2013 sabiendo que estaba bien. Yo creo que mi padre no quiso desaparecer voluntariamente, hay algo en mi que cree que ha fallecido, pero la esperanza es lo último que se pierde”, concluye la hija de Antonio Moncayo Torrejón.
Casi veinte años esperando saber algo de Antonio
La desaparición de Antonio ocurrió en un contexto complicado. Días antes se enteró de que su mejor amigo había fallecido, acudió a su entierro y desde aquel momento no se volvió a saber nada de él. Antonio sufría depresión y abandonó la casa de su hermana para ponerse a vivir en la calle.
En septiembre de 2022 Begoña explicaba a elcierredigital.com que su madre “puso una denuncia de desaparición en 2004, pero nadie le hizo caso. Mis padres en aquel entonces estaban separados, yo me fui a vivir a Reinosa con mi madre pero mantuve el contacto con él, un día me presenté en Bilbao para ir a verle y ya había desaparecido”. La familia confiaba en que con el paso de los años Antonio apareciese, pero eso nunca ocurrió”.
“Yo desconocía que había estado en casa de su hermana hasta que activé la denuncia y empecé a contactar con gente. Busqué su nombre y sus apellidos y me salió que tenía una denuncia por venta ambulante de juguetes y eso es lo último que he sabido de él. La denuncia de venta ambulante apareció en el BOE, también ponía que no le habían encontrado para notificarlo”, explicó Begoña.
Begoña aclaraba: “Me dijeron que no se podía activar la búsqueda a menos que pidiese unos justificantes del certificado de no defunción para demostrar que no aparecía entre los fallecidos. El 7 de julio fui al juzgado de Osuna y pedí un certificado de registro de esa zona para demostrar que mi padre no había fallecido. También pedí otro certificado en los juzgados de Bilbao porque sino no me activaban la denuncia”.
“El 14 de julio fui con los dos certificados al cuartel de la Guardia Civil de Reinosa para activar la denuncia, se puso en contacto SOS Desaparecidos conmigo para hacer el cartel y me comentaron que habían estado hablando con la Ertaintza de Bilbao para hacerme la prueba de ADN”, explicaba Begoña. Esta mujer ha tenido que esperar casi año y medio para que se llevase a cabo la prueba de ADN.
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