Carlota Pi cambia de estrategia con Holaluz: El rescate tras el 'no' de José Elías
Un fondo catalán invertirá en la comercializadora eléctrica para salvarla tras la negativa de empresarios y Generalitat
Carlota Pi ha obrado el milagro. La CEO de Holaluz era considerada hace unos meses en el sector de las renovables como un 'cadáver empresarial'. El vencimiento de deuda que sufre la compañía y la mala situación de la misma, podían haber llevado a la quiebra a la empresa.
Parecía difícil que Holaluz consiguiera un rescate, e imposible que Pi lo gestionase. Y es que varios accionistas de referencia pusieron en duda su gestión, tan dada al marketing. Pero en junio, la empresa barcelonesa consiguió echar del Consejo de Administración a los representantes de 2 fondos críticos con su líder, Axon y Geroa.
Esas sillas, y otra adicional, irán a parar al nuevo primer accionista de Holaluz, el fondo barcelonés Icosium Investment. La comercializadora eléctrica ampliará capital por valor de 22 millones de euros, que serán desembolsados por su nuevo socio.
"Esta operación permitirá a Holaluz fortalecer su estrategia de crecimiento. Y avanzar en su plan de negocio con un socio comprometido con la transición energética", dicen desde la empresa liderada por Pi.
La emprendedora se había encontrado con todas las puertas cerradas para Holaluz, que ha pasado de ser 'la niña bonita' del sector a una empresa que se advierte con claroscuros. Pi intentó convertir en socios a Repsol, Naturgy o José Elías, que rechazaron el envite.
Creían en el sector que el cambio político en la Generalitat podría facilitar el rescate de una empresa de arraigados principios progresistas como es Holaluz. Pero Institut Català de Finances de la Generalitat les negó hace unos días un préstamo de 10 millones euros. La razón es que pensaban que no estaba garantizada su devolución.
Fuentes del sector explican que Holaluz ha logrado ser rescatada gracias a sus dos mayores activos. Una cartera con 335.000 clientes y "el entusiasmo que sabe contagiar Pi entre algunas personas".
"Entusiasmo"
Pi deberá a cambiar de estrategia a partir de ahora y continuar con el equilibrio de cuentas. Las pérdidas cayeron un 78% en el primer semestre de 2024 hasta los 4 millones de euros. Y con la reducción de la deuda de Holaluz, que ronda los 57 millones de euros.
Icosium Investment contará con el 33,4% de las acciones de la eléctrica.
"Recibimos con entusiasmo a Icosium como socio estratégico. Este paso es un reconocimiento a nuestra propuesta diferencial de seguir liderando la transición energética. Lo hacemos conectando personas a la energía verde a través de la generación y el almacenamiento distribuidos. Y del desarrollo de la tecnología y el uso de los datos", dice Pi.
Según Lotfi Bellahcene, CEO de Icosium, están "ansiosos por trabajar codo a codo con el equipo de Holaluz". "Nos impresiona profundamente cómo el equipo de esta compañía lucha con todas sus fuerzas por aquello en lo que creen. Defendiendo con convicción su propósito de un planeta impulsado por energía verde. Estamos aquí para apoyar su visión. Y para trabajar juntos en cada paso hacia una transición energética real y transformadora", añade.
Los 3 factores que golpean contra Holaluz
Pérdida de clientes, caída en Bolsa y sangrantes pérdidas económicas. Estos tres factores golpean a Holaluz, que sufrió 26 millones de euros de pérdidas en 2023.
La compañía barcelonesa, además, sufre una fuga de clientes. En el primer trimestre de 2024 apuntaba una caída interanual de 49.000 abonados.
Factores internos y la pujanza de compañías como Octopus Energy ponen en un aprieto a la fundadora y CEO de Holaluz, Carlota Pi. Algunos accionistas pidieron la cabeza de la emprendedora, que parecía arrinconada contra un ultimátum bancario.
CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Ibercaja y Deutsche Bank. Cajamar, Banca March, Caja de Ingenieros, Abanca, Arquia Banco y el ICF. Todos se pusieron de acuerdo para dar hasta el 18 de diciembre como fecha límite para solventar algunos de los problemas de la compañía.
Holaluz, finalmente, ha salvado el match ball.
Holaluz sigue KO
El precio de la acción de Holaluz arrancó el año por encima de los 3 euros y, pese a elevarse en las últimas horas, ayer no llegaba a los 1,50 euros. La comercializadora energética barcelonesa quintuplicó pérdidas en 2023 hasta los 26,1 millones de euros.
Su fundadora Carlota Pi buscaba un socio industrial que le inyectase 20 millones de euros. O varios préstamos de distintas instituciones y una potencial ampliación de capital con inversores privados.
Al menos, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) archivó un procedimiento administrativo sancionador contra la empresa. Se había iniciado el 30 de abril a cuenta de una denuncia de Iberdrola por una supuesta situación de impago de peajes de acceso.
Holaluz decía que encontraba "al corriente de pago de los importes reclamados y, por tanto, concluye que no hay hechos constitutivos de infracción". Añadió que está "inmersa en un proceso de eficiencia operativa que ha permitido reducir su estructura de costes en más de 30 millones de euros". Lo ha hecho "a lo largo del pasado ejercicio como resultado de las medidas de transformación que ha implementado".
Holaluz despidió hace unos meses al 30% de su plantilla. Pi aseguró que lamentaba "profundamente haber tenido que tomar esta decisión".
"Creemos firmemente que nuestro propósito es más válido y necesario que nunca. Y con esta adaptación a la situación temporal del mercado, seremos capaces de mantener nuestra posición de fortaleza. Para que, cuando la coyuntura lo propicie, sigamos liderando la transición hacia un modelo energético 100% verde", añadió.
"El grupo sigue funcionando con normalidad. Y continúa instalando energía solar en los hogares en su propósito de liderar la transformación del sector energético español", afirmaron.
Aseguran que lo hacen "apostando por un modelo de negocio innovador y disruptivo que produce y comercializa energía limpia. Con una clara vocación de cuidar el planeta y el entorno".
Horas bajas
El frenazo del autoconsumo y algunos problemas de gestión están golpeando a Holaluz. En las propias cuentas de 2023 auditadas por E&Y se vislumbran los problemas.
"Estas circunstancias indican la existencia de una incertidumbre material. Lo cual puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento", señala la auditora.
Algunos accionistas de Holaluz se revolvieron contra Pi, que está sufriendo la situación energética en carne propia. Y es que la apuesta de la compañía por el autoconsumo eléctrico le está pasando factura porque el mercado ha encallado por sus altos costes.
¿Los motivos? La elevada competencia o el mantenimiento del precio de la factura. Además de las dificultades para acceder a las subvenciones. O la aceptación de los altos precios de la luz por parte de la ciudadanía, tal y como detecta la Unión Española Fotovoltaica.
La ralentización de inversiones de clientes residenciales en paneles solares, cree Holaluz, se debe a varios factores. Los tipos de interés elevados y una falsa sensación de moderación de precios debida a su subvención. Así como a la capacidad de las compañías petroleras y gasistas de ofrecer energía muy por debajo del precio de mercado en el corto plazo.
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