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Hombre joven con barba y camisa blanca hablando frente a un micrófono y gesticulando con la mano sobre un fondo lila
INVESTIGACIÓN

La cara B de Ramón Espinar: El ex de Podemos olvida la venta de su chalé subvencionado

El ex de Pablo Iglesias que critica a Ayuso vendió una VPO en 2011 y su padre fue condenado por las 'tarjetas black'

Las críticas a Isabel Díaz Ayuso por haber pasado un fin de semana en un chalé propiedad de la Comunidad de Madrid han ocupado titulares y tertulias durante los últimos días. Entre las voces más sonoras está la de Ramón Espinar, exdirigente de Podemos y ahora habitual en debates televisivos. Sus reproches contra la presidenta madrileña han sido duros. Se centran en la legalidad y en la ética de que una presidenta utilice una vivienda pública para descansar unos días con su entorno cercano.

Pero, en medio de esa ofensiva, ha vuelto a salir a la luz un episodio protagonizado por el propio Espinar, hace más de una década. Vendió una vivienda de protección oficial en condiciones que algunos también consideraron cuestionables.

El origen de la polémica se sitúa en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Allí, la Comunidad de Madrid compró en 2023 un chalé valorado en 4,3 millones de euros, con la idea de usarlo para actividades institucionales y educativas en un entorno natural.

Hombre joven con barba hablando apasionadamente en un podio con micrófonos en un auditorio
Ramón Espinar Merino. | Europapress

La presidenta regional pasó un fin de semana en ese enclave, algo que ella misma reconoció y justificó asegurando que no supuso ningún coste para las arcas públicas. “Me llevé mi comida de casa, cené en un restaurante del pueblo y compré en el Covirán”, explicó ante las cámaras.

Aun así, la estancia ha generado suspicacias. El PSOE ha solicitado visitar la finca y ha preguntado formalmente quién autorizó el uso de la propiedad. Así como si Ayuso estuvo acompañada por su pareja, Alberto González Amador, investigado por fraude fiscal.

Más Madrid ha ido más allá y ha presentado en la Asamblea una proposición de ley para regular el uso de bienes públicos por parte de altos cargos. El objetivo es evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse sin control.

Espinar toma la palabra

En ese contexto, Espinar ha sido uno de los más incisivos. En un tono abiertamente irónico, llegó a preguntarse en La Sexta si Ayuso “tiene alma de okupa”. También bromeó con que, si la Comunidad dispusiera de un avión oficial, la presidenta probablemente lo habría usado también para sus escapadas personales.

Hombre joven de cabello oscuro y barba corta hablando frente a un micrófono en un recinto formal
Ramón Espinar Merino. | Europapress

Sus declaraciones han circulado ampliamente en redes sociales y han alimentado tanto apoyos como críticas. Entre los mensajes de respuesta, ha resurgido un episodio que, aunque es conocido desde hace años, sigue generando debate: su paso por el mercado de la vivienda protegida en 2011.

Una VPO que nunca llegó a habitar

En 2010, siendo aún estudiante universitario y sin ingresos regulares, Espinar accedió a una vivienda de protección oficial en Alcobendas por un valor de 146.224 euros, gestionada por una cooperativa vinculada a CC. OO. Consiguió reunir más de 50.000 euros para la entrada, una cantidad que, según declaró después, le fue prestada por su familia.

Sin haber llegado a habitar la vivienda, Espinar solicitó a los pocos meses autorización para venderla. En abril de 2011 cerró la operación por 176.000 euros, lo que supuso una ganancia bruta cercana a los 30.000 euros. Él mismo aclaró más tarde que el beneficio neto fue menor, tras impuestos y gastos.

Hombre con barba y cabello corto sentado en una sala de conferencias con las manos entrelazadas y expresión pensativa
Ramón Espinar Merino. | Europapress

El propio Espinar defendió entonces que la operación fue completamente legal, realizada a precio tasado y autorizada por la Comunidad de Madrid. Aun así, muchos pusieron el foco en la dimensión ética. La vivienda estaba destinada a personas con necesidad de acceso a un hogar, no a servir como inversión rápida.

Las polémicas del otro Ramón Espinar, el padre

En paralelo a las nuevas polémicas que salpican a Ramón Espinar Merino, también ha resurgido en el debate público el historial de su padre, Ramón Espinar Gallego, vinculado al caso de las tarjetas 'black' de Caja Madrid.

Durante años, Espinar Gallego ocupó cargos relevantes en la entidad financiera, incluido el de vicepresidente. Fue uno de los exconsejeros implicados en el uso continuado de tarjetas opacas con fondos que no quedaban registrados contablemente ni fiscalizados. Entre 1995 y 2010, cargó gastos personales por un total de 178.400 euros, según acreditó la Audiencia Nacional.

Los extractos revelaron pagos en restaurantes de lujo, viajes, estancias en estaciones de esquí y compras en firmas de alta gama como Loewe o Hermès. Su nombre apareció junto al de otros altos cargos de la caja, dentro de un sistema que se mantuvo durante más de una década.

Hombre de mediana edad con gafas y traje oscuro caminando, con un recuadro circular mostrando un retrato de la misma persona
Ramón Espinar Gallego. | Montaje

A pesar de que muchos de los implicados argumentaron que las tarjetas formaban parte de su retribución, la justicia determinó que su uso fue irregular, opaco y sin control institucional.

En febrero de 2017, Ramón Espinar Gallego fue condenado a un año menos un día de prisión por un delito continuado de apropiación indebida. Fue en una sentencia posteriormente confirmada por el Tribunal Supremo.

Esa pena le permitió eludir el ingreso en prisión, pero lo situó de manera definitiva en la lista de condenados por uno de los mayores escándalos financieros de la banca española. Aunque su hijo ha intentado desvincularse públicamente de la trayectoria de su padre, los episodios del pasado familiar vuelven con frecuencia al centro del debate.

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