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La imagen muestra la fachada de un edificio deteriorado con ventanas protegidas por rejas y un cartel de CaixaBank en la parte inferior.
INVESTIGACIÓN

Caixabank desahucia a una mujer sevillana en riesgo de exclusión social

Los desahucios son una de las problemáticas actuales más preocupantes en España. María Dolores, nueva víctima.

Pese al silencio mediático en España  más de 100 personas son desahuciadas cada día y quedan totalmente desamparadas y en la calle. Salvo que reine la comprensión y la empatía el próximo martes 17 de octubre  María Dolores Bermudo será desahuciada de la casa en la que vive en Mirasmillas, Sevilla, junto a tres de sus cinco hijos de cinco, diez y dieciocho años. 

Hace once años Maria Dolores huyó de Lebrija, Sevilla, tras ser víctima de violencia de género y recibir dos puñaladas de parte del padre de sus dos primeros hijos. Además, tenía orden de protección y de alejamiento. Por el miedo vivido esta mujer de 44 años decidió meterse en el piso del que la quieren echar. 

Un alquiler social evitaría el desahucio


En una desgarradora conversación con elcierredigital.comMaria Dolores señala, “cuando llegué a esta casa estaba prácticamente en ruinas y vivían dos adictos a las drogas. Me establecí en esta casa, la limpié y la arreglé entera para poder vivir con mis dos hijos pequeños. Un día vinieron del banco y me propusieron hacer un alquiler social, a lo que yo les respondí que estaba interesada porque quería hacer las cosas bien. Tras esto me cogieron todos mis datos y no me volvieron a decir nada más. Poco después citaron equivocadamente a mi madre como okupa, cuando era yo la que vivía aquí”.

El alquiler social es un mecanismo para facilitar el acceso a la vivienda a determinadas personas. Se trata del acceso a alquiler de domicilios (pertenecientes al Fondo Social de Viviendas) cuyos propietarios son los bancos o entidades de crédito. María Dolores cumple con muchos de los requisitos para optar a ese alquiler social, además, es una persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad social. Cabe destacar que CaixaBank, propietarios de la casa donde vive María Dolores, colabora con el Fondo de Alquiler Social. Sin embargo, no parece que quieran colaborar con esta mujer.

La imagen muestra varias áreas de una casa en proceso de demolición o renovación, con escombros en el suelo, paredes parcialmente destruidas y un inodoro visible en una de las habitaciones.
Situación en la que se encontraba la casa antes de que entrase a vivir María Dolores. | El Cierre Digital

“Ante esta situación el abogado que me llevó el caso de violencia de género me dijo que me iba a ayudar desinteresadamente. Gracias a su ayuda conseguí informes de dos asistentas sociales, de vulnerabilidad y de exclusión social. Este abogado me consiguió parar dos veces el desahucio, una de ellas por la pandemia, y contactó con CaixaBank para que me diesen la opción de un alquiler social porque cumplía todos los requisitos y nunca me había negado a pagar”; relata la mujer de 44 años.

"Les da igual que no tenga donde ir"


Entre lágrimas María Dolores indica que “la única negociación que me ofrecen es que me dan mil euros y que me vaya a la calle, pero yo no tengo a nadie con quien pueda irme a vivir. Ante la negativa del banco el abogado volvió a recurrir aportando un escrito del alcalde de Mirasmillas y con los contratos de trabajo que yo había tenido, además, añadió que me encuentro en situación de vulnerabilidad.La chica del banco no para de llamarme para repetirme que me vaya y me genera mucha ansiedad. No paran de presionarme para que me vaya ya, cuando saben que no tengo a donde ir. Doy gracias al alcalde porque me está apoyando en todo”. 

“Desde el juzgado me dicen que quién tiene que parar el desahucio es el banco y el banco me dice que quien lo tiene que parar es el juez, se pasan la pelota de uno a otro. La casa es de la Caixa, pero ellos han puesto a la empresa Coral Homes para tapar su identidad y no salir salpicados. No puedo más, solo quiero poder pagar por vivir en la que lleva siendo mi casa once años, además, mi hijos están escolarizados en el pueblo. Pese a que me apoyan los vecinos y el alcalde estoy muy mal”; concluye María Dolores.

Un agujero grande en una pared de ladrillo con escombros alrededor.
Imagen de la casa antes de ser arreglada por María Dolores. | El Cierre Digital

El Alcalde de Mirasmillas, Castor Mejía, apoya incondicionalmente a esta mujer, le da trabajos esporádicos cada vez que puede y mandó un escrito al juzgado solicitando que no echen a María Dolores de la que lleva siendo su casa once años. En una conversación con elcierredigital.com señala, “espero que no echen a esta mujer del piso porque  es muy querida entre todos los vecinos del pueblo. Es una familia que se encuentra en un estado de vulnerabilidad.

➡️ Investigación

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