La dinastía de los Ruiz-Mateos vuelve a la palestra mediática. En última instancia, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha dado el beneplácito, de manera definitiva, a la realización de una revaluación del holding Rumasa, cuatro décadas después de su expropiación por el Gobierno socialista de Felipe González. Por tanto, a raíz de esta nueva evaluación del precio de liquidación del llamado holding de la abeja se deberá pagar una cantidad millonaria a la familia Ruiz-Mateos.
Un hecho que ha coincidido el hallazgo de un supuesto testamento privado firmado por el empresario José María Ruiz-Mateos en enero de 2015. En dicho documento, al cual ha tenido acceso el programa 'Y ahora Sonsoles', figura que no serían los 14 hijos del dueño Rumasa los que recibirán la posible cantidad de 14.000 millones de euros que piden por la "expropiación ilegal del holding familiar empresarial".
No obstante, según tal y como apunta este citado testamento, sería José Urdiciáin, uno de los hombres de confianza por aquel entonces del empresario jerezano, así como su asesor desde el año 2013, quien debe recibir este importe millonario. Según afirman, asi consta. Sería el quien deberá recibir todos los derechos económicos de la indemnización de Rumasa, eso sí, con el fin de pagar a todos los acreedores de la presunta estafa de Nueva Rumasa.
Pero, según ha podido conocer en exclusiva elcierredigital.com, "existe otra cesión en documento público que realizó Jose María Ruiz-Mateos con anterioridad a este documento a favor de los perjudicados por los pagarés. Se trata de un documento notarial, anterior al de Urdiciáin, y que, por tanto, debe prevalecer ante este".
La existencia de este documento de cesión (no el de Urdiciáin), que hoy descubre elcierredigital.com, "revela que los hijos del empresario jerezano dejaron firmar a su padre para poder respaldar a los damnificados de los pagarés de Nueva Rumasa. Este documento ya se encuentra en la Audiencia Nacional", señalan fuentes de la investigación.
Estas mismas fuentes también han revelado a elcierredigital.com que "la cesión a José Urdiciáin se la dio a una persona que se ofreció a ayudarle y porque José María Ruiz-Mateos quería pagar a sus acreedores a toda costa. Don José María no quería quedar como un ladrón frente a todos. En aquel año de 2015, el empresario ya estaba muy mal y con un deterioro neurodegenerativo muy serio debido al párkinson. Y quizá esta persona se aprovechó de él y de su bondad para pagar a sus acreedores".
Precisamente, este documento ha salido a la luz cuando la Justicia ya ha señalado fecha definitiva para la causa de Nueva Rumasa: la relativa a la presunta estafa de los pagarés entre 2009 y 2011. Tal y como ha anticipado elcierredigital.com, la vista del juicio comenzará el 15 de enero de 2024, y se realizará entre la Audiencia Nacional y la sede alternativa de San Fernando de Henares.
Según fuentes cercanas al caso, el juicio se alargará durante los meses de febrero, marzo y abril. En él están encausados los seis hijos varones de Jose María Ruiz-Mateos, a los que se les pide para cada uno 16 años de cárcel por parte de la Fiscalía. En una presunta estafa que el juez instructor de la Audiencia Nacional ha valorado en unos 500 millones de euros, por lo que les pidió una fianza.
El supuesto testamento privado
Según ha afirmado el abogado Alberto García Cebrián a elcierredigital.com, "con la firma de este documento, la intención de Ruiz-Mateos era que Jesús Urdiciáin, con el dinero que puediera percibir de la expropiación de Rumasa, pagase a los inversores y lo gestionara como considerara oportuno". Pero lo que más ha impactado de la noticia es que esto supone que sus 14 hijos herederos no serán los beneficiarios de esta indemnización y el motivo sería de una manera consciente, "el no fiarse de ellos", aseguran fuentes familiares.
La familia de Ruiz Mateos, incluida su mujer Teresa Rivero, no serían, por tanto, los beneficiarios de la cuantiosa indemnización de euros todavía sin recalcular de Rumasa, según ha resuelto el pasado mes de julio de 2023 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Este Tribunal ha indicado en su sentencia que hay que recalcular el importe de la sociedad Rumasa, expropiada hace cuarenta años.
Pero según ha trascendido y ha afirmado Urdiciáin, ''me lo cedió a mí, porque no se fiaba de sus hijos". Para el abogado García Cebrián esto significa que el empresario jerezano dejaba claro que: ''reniego de mi familia y de todo mi entorno porque me han engañado”.
Por tanto, según sostiene a elcierredigital.com García Cebrián, "este término de ceder es algo asimilado a un fideicomiso, es decir, una disposición por medio de la cual una persona encarga a otra que se ocupe de la gestión de un determinado bien o patrimonio. En este caso, el dinero futuro del proceso judicial de indemnización por la expropiación de Rumasa, un hecho que ha llegado ocho años más tarde de la muerte de José María Ruiz-Mateos".
Para el abogado Cebrián, "habrá que analizar qué limites o condiciones se ha establecido en el documento firmado, pero será muy difícil de impugnar por parte de herederos y terceras personas que poco o nada podrán hacer para rebatirlo, pues ha sido protocolizado ante notario y goza del efecto de fe pública notarial. Si efectivamente se ha otorgado plenas facultades al Sr. Urdiciáin para gestionar como considere oportuno la millonaria indemnización de 14.000 millones de euros, podría incluso tener la posibilidad de quedarse con ella o una parte de la misma, lo cual a mi juicio sería perfectamente legal".
"La finalidad del fideicomiso se suele establecer de una manera muy detallada, pero si lo que se ha hecho es “ceder” al Sr. Urdiciáin la indemnización para que la gestione en base a una relación de confianza y no se ha puesto condiciones o limitaciones más allá de la finalidad de atender a posibles inversores que en su día quedaron perjudicados con la expropiación, lo cual no es fácil, pues reiteramos, ocurrió hace cuatro décadas el 23 de febrero de 1983", señala el abogado Alberto García Cebrián.
Los expertos consultados por elcierredigital.com aseguran que "la finalidad de Ruiz Mateos podría haber sido que Urdiciáin fuera un mero gestor y administrador del fideicomiso y, por tanto, que los beneficiarios finales sean tanto familiares, como amigos, inversores y lo que hubiera querido especificar con porcentajes y proporciones".
De no haberse efectuado de este modo, "José Urdiciáin tendría plenas facultades para disponer lo que considerara oportuno y lejos de tener que repartir esta millonaria indemnización con la abundante familia de Ruiz Mateos, mujer y 14 hijos, que ahora se quedarían sin derecho a participación en la millonaria indemnización gubernamental por la expropiación de Rumasa".
Una guerra familiar
Fuentes cercanas a la familia sostienen a elcierredigital.com, "que el verdadero testamento de José María Ruiz-Mateos se encuentra en la notaría del fedatario público Jose Miguel García Lombardía".
Hay que significar que fue una de sus hijas, Begoña, quien desde el 2010 "está apartada de la familia por el motivo de defender a su padre en el calvario que le montaron sus seis hermanos varones", quien pidió abrir el testamento y obligó a sus otros hermanos a aceptarlo a beneficio de inventario.
Estas mismas fuentes también revelan que "los verdaderos propietarios y fundadores del grupo RUMASA, expoliado en el 1983, son los seis hermanos Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada y no los seis hijos de José María Ruiz-Mateos que se apellidan Ruiz Mateos-Rivero, esta es una aclaración muy necesaria para identificar bien quien son los verdaderos propietarios del grupo RUMASA en 1983 cuando fue expropiado".
Estas mismas fuentes también revelan que fueron "los hermanos Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada (Zoilo, José María, Alfonso María, Isidoro, Lola y Rafael Ruiz Mateos Jiménez de Tejada) quienes fundaron RUMASA en el año 1960". A día de hoy, solo siguen con vida dos de ellos: Alfonso María y Lola.
Según consta en la Audiencia Nacional, el accionariado del grupo RUMASA, cuando fue expropiado por el ministro socialista Miguel Boyer bajo la aprobación del presidente de Gobierno Felipe González Márquez, era el siguiente: José María 50% / Alfonso María 10% / Zoilo 10 % / Isidoro 10% / Lola 10 %. "Por lo tanto, los hijos de José María Ruiz Mateos no representan el 100% del grupo Rumasa, solo representan el 50 % y este porcentaje tiene que ser repartido entre sus 14 hijos, incluida Adela Montes de Oca cuya madre Patricia Falleció hace unos días.
La saga Ruiz-Mateos. | El Cierre Digital
Fuentes próximas al ya fallecido empresario jerezano señalan a elcierredigital.com que"la mayoría de la familia de los Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada no están de acuerdo con las actuaciones, ni con las representaciones y declaraciones mediáticas de los seis hijos de su hermano José María Ruiz-Mateos. Que declaran públicamente sin rubor que el 100 por cien de los derechos de RUMASA son suyos y será destinado para la devolución de los pagarés de Nueva Rumasa".
Por eso, gran parte de la familia Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada (Alfonso María, Lola y los herederos de Zoilo, Isidoro y Rafael), que tienen el 50 % de la acciones del grupo RUMASA, desmienten las declaraciones hechas por parte de los seis hijos varones de José María Ruiz-Mateos.
Estas mismas fuentes recalcan a elcierredigital.com que "la familia Ruiz Mateos y Jimenez de Tejada respetaba de manera incondicional a su hermano José María, pero no hoy a sus seis hijos varones, marcados por la Justicia".
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