
Bibiana Aído, la primera ministra de Igualdad de Zapatero que hoy se blinda en la ONU
Tras dejar el Gobierno en 2011, la gaditana reside en Bogotá y trabaja como representante de ONU Mujeres en Colombia
En los últimos meses han vuelto a sonar nombres de ministros de la etapa 'zapaterista', una época que dejó figuras reconocibles en la política española. Una de ellas es Bibiana Aído (Alcalá de los Gazules (Cádiz), 1977), que en 2008 hizo historia al convertirse en la primera ministra de Igualdad de nuestro país. Desde entonces su vida ha cambiado por completo. Hoy, casi quince años después de su salida del Ejecutivo, su día a día transcurre en Bogotá, donde es la actual representante de la ONU Mujeres en Colombia.
La exministra gaditana se ha hecho un hueco en el escenario internacional como experta en igualdad de género. Desde su despacho en la capital colombiana coordina proyectos y programas de Naciones Unidas.
En los últimos años se le ha podido ver en foros globales sobre derechos de las mujeres y medioambiente. En la COP16 de 2024, por ejemplo, reclamó que la voz femenina no quedara fuera de las negociaciones.

De su vida personal se sabe poco. Siempre ha preferido mantener ese ámbito al margen de la política y de los focos. Aunque en alguna ocasión ha contado que su familia vivió con dureza aquellos años en los que ella era ministra. “Fue una época dura”, reconoció, y añadió que nadie en su entorno guarda añoranza de ese tiempo.
A pesar de llevar más de una década dedicada a la labor internacional, Aído no ha roto sus lazos con el PSOE. En 2023 volvió a Cádiz para acompañar al expresidente Zapatero en un acto de campaña, y también se deja oír en debates feministas.
En 2022, por ejemplo, advirtió de que el feminismo “no puede permitirse el lujo de estar dividido”. Además, pidió unidad ante los retrocesos en derechos reproductivos, en referencia a la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos contra el aborto legal.
La exministra gaditana se ha referido en pocas ocasiones a Pedro Sánchez, a quien calificó de “brillante” y “resiliente”. Lo que sí llegó a rumorearse fue su vuelta en 2017 como candidata apoyada por Sánchez para enfrentar a Susana Díaz en Andalucía.

Sin embargo, Bibiana negó rotundamente en un acto en Granada cualquier intención de volver a la política o de regresar a España. Aunque consideró “un honor” ser mencionada. Afirmó que su compromiso estaba con ONU Mujeres en Ecuador, cargo que desempeñaba entonces.
En los últimos meses, Bibiana Aído ha seguido muy activa en el terreno internacional desde su puesto como representante de ONU Mujeres. En abril de este año participó en el pódcast conmemorativo del 80.º aniversario de Naciones Unidas. Allí respondió a preguntas de jóvenes sobre igualdad y liderazgo femenino, insistiendo en la necesidad de avanzar en la presencia de mujeres en la política.
Poco después, su nombre apareció vinculado a Fórum Europa como ponente invitada. Una señal de que, pese a vivir en Bogotá, mantiene un vínculo cercano con los debates que se desarrollan en España.
De Cádiz al Consejo de Ministros
Nacida en 1977 en Alcalá de los Gazules, un pequeño municipio gaditano, Aído estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Cádiz. Además, llegó a doctorarse en Innovación y Desarrollo Empresarial.
Desde muy joven mostró interés por la política. Con 15 años fundó la agrupación local de Juventudes Socialistas, siguiendo la estela de su padre, Francisco Aído González, que había sido el primer alcalde democrático del pueblo.

Su trayectoria profesional comenzó en la banca, pero pronto dio el salto a la administración autonómica. Fue delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz y, más tarde, directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco.
Fueron estos últimos movimientos los que la llevaron a ser una de las apuestas personales de José Luis Rodríguez Zapatero. En 2008 decidió crear el Ministerio de Igualdad y confiar en ella para liderarlo. Por aquel entonces, Aído tenía 31 años y se convirtió en la ministra más joven de la democracia hasta el momento.
Luces y sombras de Bibiana Aído en Igualdad
Su llegada al Consejo de Ministros marcó un antes y un después. Desde Igualdad impulsó leyes de gran calado, como la ley de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo de 2010. Esta introdujo el sistema de plazos en la regulación del aborto.
También puso en marcha el Plan Integral contra la Trata de Personas y reforzó medidas contra la violencia de género. Una de sus batallas más visibles fue lograr que los periódicos dejaran de publicar anuncios de prostitución.
Pero su etapa también estuvo rodeada de controversia. La oposición criticó desde el principio la existencia misma del ministerio y cargó contra ella con dureza.

Algunas anécdotas, como su uso del término “miembra”, se convirtieron en munición política y mediática que opacó muchas de sus iniciativas. La propia Aído ha confesado en entrevistas que en ocasiones se sintió sola. Aunque también afirma que, pese al “alto coste personal”, se siente orgullosa de haber abierto caminos.
Por otra parte, el tiempo ha terminado por dar respaldo a parte de su gestión. En 2023, el Tribunal Constitucional avaló la ley de plazos del aborto aprobada en su mandato.
El adiós de Aído al ministerio y el salto a la ONU
Su etapa en el Gobierno se cerró en octubre de 2010, cuando Zapatero fusionó Igualdad con Sanidad y Política Social en plena crisis económica. Aído pasó a ser secretaria de Estado bajo la dirección de Leire Pajín, pero un año más tarde dejó definitivamente el cargo.
En julio de 2011 anunció su marcha para incorporarse a Naciones Unidas. “No es un adiós al PSOE, sino un hasta luego”, dijo entonces.

En septiembre de ese mismo año comenzó a trabajar en Nueva York como asesora especial de ONU Mujeres, bajo la dirección de Michelle Bachelet. Más tarde se trasladó a América Latina. Allí actuó primero como responsable de programas, después como representante en Ecuador en 2018 y finalmente en Colombia en 2021, donde continúa hoy.
Un legado aún en debate
El legado de Bibiana Aído sigue siendo motivo de debate entre diferentes voces. Sus detractores recuerdan las polémicas que la rodearon y cuestionan la utilidad de aquel ministerio. Sus defensores destacan, en cambio, que abrió un camino que hoy forma parte del paisaje político español. También son muchos los que la recuerdan como pionera en situar la igualdad de género en el centro de la agenda institucional.
Ella misma lo resume con claridad: fueron años de “grandes avances y transformaciones”. Aunque también de un desgaste personal considerable. Hoy, lejos del foco, pero en primera línea internacional, Aído continúa vinculada a la causa que marcó su paso por el Gobierno: la causa feminista.
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