Bárbara Rey y Juan Carlos I, escándalo de Estado: Lo oculto tras los polémicos audios
Nuestro podcast "El Hilo de la Cometa" narra la verdad de lo ocurrido, descubre lo que hay detrás y las mentiras dichas
Vuelve el podcast "El Hilo de la Cometa", de elcierredigital.com, en nueva temporada y con más fuerza aún que nunca en todos nuestros canales de Youtube, Spotify y Podimo, como también en todas nuestras redes sociales.
Precisamente cuando nuestro diario de cabecera cumple seis años de vida. A pico y pala, sin el apoyo del Ibex 35, ni del capital extranjero, ni de las grandes e interesadas fortunas. Solo con el trabajo de profesionales que buscan la verdad. Solo eso. Jóvenes en busca de información veraz para la ciudadanía. Le pese a quien le pese.
Y esta vuelta a la actualidad viene asociada al tema candente de la relación personal mantenida entre Bárbara Rey y Juan Carlos I. Unos encuentros íntimos que se producen de manera intermitente entre 1976 y 1994. Y sin tanta frecuencia diaria como dice la artista murciana.
Un caso, por aquellos años prohibido, que hoy, 30 años después, continúa copando las portadas de televisiones y diarios nacionales e internacionales. Todo, tras hacerse públicas en la revista holandesa Privé las fotografías de la vedette totanera y el entonces rey Juan Carlos I en una actitud "acaramelada, tras cuatro décadas de un silencio medido".
Y con la publicación de las fotografías han surgido de inmediato las dudas sobre su filtración interesada: ¿Dinero?¿Poder? ¿Maldad?
Las fotografías de Privé han sido el detonante de este auténtico escándalo de Estado. Casualmente, el nombre de la revista coincide con la colonia que Juan Carlos I le regaló a Bárbara Rey: Private Collection, de la firma Estée Lauder. Una fragancia "que huele como los polvos de los bebés", le comentaba el monarca en conversación con la vedette.
Mientras, Juan Carlos I usaba su siempre fragancia Eternity, de Calvin Klein, que se la traían de París. La que obligaba a poner a los servicios secretos en el piso de la calle Sextante, en Aravaca (Madrid), donde se veía con sus amigas por indicación del CESID (hoy CNI).
Era obligación situarla en el estante del cuarto de baño porque a él le gusta o gustaba ponérsela antes de ir a la cama. "Mira como huelo", les decía.
Ahora, medios como OkDiario han desvelado, gracias a los mismos personajes que en la televisión, algunos de los audios que guardaba Bárbara Rey en los que hace alusión a sus encuentros con Juan Carlos I. Nuestro diario, elcierredigital.com, ha accedido también a varias de las conversaciones mantenidas entre el Emérito y la vedette, las mismas que la totanera guardaba con recelo.
La portada que marco una Época
Y lo hacemos porque el que esto suscribe, hoy director de este diario, era, a mediados de esos años noventa, colaborador habitual del diario El Mundo y jefe de investigación de la revista Época. Quiere decir que yo sí lo viví.
La revista que en 1992 descubrió, gracias a mi trabajo de investigación de varios años, el primer amor secreto que salía a la luz del rey Juan Carlos de Borbón: el de la decoradora mallorquina Marta Gayá, con la célebre portada "La Dama del Rumor".
Todavía, hoy en día, Marta Gayá sigue siendo el gran amor del ya rey Emérito, a quien visita asiduamente en Abu Dabi, el que es su retiro y el de su gran y millonaria fortuna.
Esta fue la portada que hizo ponerse nerviosa a Bárbara Rey. La vedette totanera creyó que el monarca podía dejarla fuera de servicio. Sin pasta, ni trabajo. Y así figura en esas conversaciones que han salido a la luz.
Precisamente, la relación con Marta Gayá fue paralela a los encuentros con Bárbara Rey, quien, precavida, decidió tener algo con lo que protegerse. Las cintas y videos. En ellas, el rey Juan Carlos, ante preguntas incisivas de María García García (el verdadero nombre de la artista), le dice que fue la revista Época, "pero yo no veo ya más a Marta... en todo caso, me veo con alguna extranjera".
Vamos hoy a contar, con pelos y señales, las andanzas, por decirlo en términos suaves, del todopoderoso rey Juan Carlos I en los años 90. Y cómo contó con el apoyo de los servicios secretos del teniente general Emilio Alonso Manglano, que confundió el Estado con el rey Juan Carlos de Borbón. El que fue su amigo en los tiempos mozos en la carrera militar y al que apoyó sin fisuras durante el fallido "Golpe del 23-F" desde su mando en el destacamento militar de Alcalá de Henares.
Entonces, la monarquía española, y en concreto don Juan Carlos, era intocable. Así lo decía él en las cintas que el CESID guardaba.
Y quizá por eso el monarca se creyó Dios. Y así lo llegó a contar él mismo en una de las múltiples conversaciones que hasta los servicios secretos españoles también le grabaron. En esta ocasión, para mantenerlo a salvo.
"Ya le he dicho a Marta[Gayá]que no se preocupe, que somos intocables". Así lo decía en las cintas que el CESID (hoy CNI) guardaba en su fonoteca secreta.
Cintas y audios 'capados'
Entonces llegaron las famosas cintas. Las mismas que, según ha podido constatar elcierredigital.com, están cortadas y modificadas en su correlación y estructura. No están en su literalidad, como publican ciertos medios y como defiende Ángel Cristo Jr, hijo de la vedette.
Les aseguro que Bárbara Rey grababa mucho, por no decir todo. También lo hizo con su exmarido Ángel Cristo. O, sin rubor, con el hoy rey Emérito.
Y no la verdad a medias. No trufada. Solo sacando, en parte, lo banal. Lo que ya se sabía en la calle, en los cenáculos de poder.
Pero quizá por eso, aún falta mucho más que sacar. Como dice Ángel Cristo Jr: "solo se ha contado un 20 por ciento". Y así es. Pero, ¿por qué no cuentas ya de una vez toda la verdad Ángel?... y dejas de utilizar ya la treta de reivindicar tu falsa autoría con la demanda (hubo TRES y no una como él dice) que puso tu madre entre mayo y junio de 1997 en la comisaría del barrio madrileño de Tetuán.
En esa demanda Bárbara Rey dijo que el material robado era propiedad de su hijo, un niño de 15 años por entonces, una persona inimputable, apocada, que hablaba poco. Y que era la tapadera perfecta.
Un niño que sí hizo realmente algunas de las fotos de su madre con Juan Carlos I. Pero no todas. Las duras las hizo el hermano de la vedette, Salvador García García, según palabras de la propia Bárbara Rey. Y ya es importante este dato, porque la que fue íntima amiga de Rey lleva 27 años diciendo el mismo nombre del fotógrafo: su hermano Salvador. Y no cambiándolo, como suele hacer en muchas ocasiones.
Este fue el autor de las fotos entre ambos besándose, ahora publicadas. Y no hizo la foto de la paella (publicada ahora por Ok Diario), que esta sí la realizó Angelito. Esta sí la hizo. Pero no cambiemos al autor material de muchas de ellas y de los audios, por el capricho de unos pocos y por el simple afán recaudatorio.
Les aseguro que hoy el podcast de elcierredigital.com "El Hilo de la Cometa" no tiene desperdicio. Se lo reafirmo. No se aburrirán y conocerán la verdad de la historia más reciente de España.
Van a disfrutar con el regreso de "El Hilo de la Cometa ", en una nueva temporada que promete mucho y en un momento crucial. Pasen, pinchen y escuchen.
Lo oculto sobre los audios y las fotos del Emérito y Bárbara Rey
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