Bárbara Rey vuelve a la carga en televisión: Así surgió y así llegó al ‘poder'

La entrevista más esperada de los últimos tiempos está a punto de ver la luz. Bárbara Rey, la célebre vedette española, ha decidido romper su silencio en un especial titulado "Bárbara Rey, mi verdad”. 

Esta se emitirá este próximo lunes 9 de diciembre a las 22:00 horas en Telecinco, dentro del programa "¡De viernes!". Programa en el que tambíen participará el director de este medio, Juan Luis Galiacho. Este evento televisivo ha generado una enorme expectación, ya que la artista ha permanecido más de un año alejada de los medios de comunicación. 

En esta entrevista, Bárbara Rey abordará temas que han sido objeto de especulación durante décadas. Entre ellos, destaca su relación sentimental con el rey emérito Juan Carlos I. Un asunto que ha suscitado controversia y que, según la propia vedette, podría tener implicaciones delicadas. La artista ha expresado su temor por las posibles consecuencias de sus revelaciones, afirmando: "Espero que no me quiten de en medio". 

Además, Bárbara Rey ha manifestado su intención de hablar abiertamente sobre su hijo, Ángel Cristo Jr., y su nuera, con quienes mantiene una relación tensa.

La vedette ha lanzado una advertencia directa: "Que se vaya preparando mi hijo por todo lo que voy a contar sobre él. No pienso callarme nada". 

La emisión de "Bárbara Rey, mi verdad" ha generado un gran interés mediático. No solo por las posibles revelaciones sobre la Casa Real, sino también por el contexto en el que se produce. Como ya informamos en elcierredigital.com, hace poco se publicaron fotografías inéditas de 1994 que muestran al rey Juan Carlos I y a Bárbara Rey en actitud cariñosa.

La entrevista, conducida por Santi Acosta y Beatriz Archidona, promete ser un acontecimiento televisivo sin precedentes, en el que Bárbara Rey compartirá detalles inéditos. Tanto de su vida como de su relación con figuras prominentes de la sociedad española. La vedette ha asegurado que no dejará tema sin tocar. 

Los inicios de Bárbara Rey

María Margarita García García, conocida artísticamente como Bárbara Rey, nació el 2 de febrero de 1950 en Totana, Murcia. Desde temprana edad, mostró una personalidad fuerte y decidida. Algo que más tarde la ayudaría a superar las adversidades de una vida marcada por el espectáculo y los escándalos. 

Según Bárbara, su madre no deseaba tener más hijos tras un parto complicado con su hermano mayor, Salvador, lo que creó una relación distante que impactó profundamente su carácter.

A los 18 años, Bárbara decidió trasladarse a Madrid para perseguir su sueño artístico. Llegó a la capital con pocos recursos, enfrentándose a una etapa de precariedad que la llevó a vivir en pensiones baratas junto a una amiga. 

Para subsistir, recogían botellas de vidrio que revendían, utilizando el dinero para comprar comida básica. En estos años, trabajó como gogó en cafés-teatro y clubes nocturnos, destacándose por su carisma y sensualidad. 

Estas primeras experiencias en el mundo del espectáculo fueron clave para construir su confianza y atraer las primeras miradas.

El camino al estrellato

En 1970, Bárbara Rey dio su primer gran salto al ganar el título de Miss Madrid, lo que le permitió competir en el certamen de Miss España. Aunque inicialmente quedó como segunda dama de honor, la renuncia de la ganadora la convirtió en la nueva Miss España.

Este evento marcó el inicio de su camino hacia la fama. Además, su participación en el certamen de Miss Mundo en Londres le dio la oportunidad de mostrar su belleza y elegancia en un escenario internacional.

A su regreso, adoptó el nombre artístico de Bárbara Rey, inspirado por la actriz Barbra Streisand y el actor Fernando Rey. Durante la década de 1970, comenzó a labrar su carrera en el cine, participando en más de 30 películas. 

Fue una de las principales figuras del llamado cine del destape, que emergió tras el fin de la dictadura franquista. 

Bárbara se convirtió en un símbolo de la transición cultural en España, apareciendo en producciones como La escopeta nacional de Luis García Berlanga.

Relación con Peret y otros romances

Además de su éxito profesional, Bárbara Rey llamó la atención por su vida personal. A lo largo de los años, se le atribuyeron romances con varias figuras destacadas del mundo artístico y deportivo. 

Uno de los más comentados fue con el cantante Peret, conocido como el padre de la rumba catalana. Aunque la relación no se desarrolló a largo plazo, ambos compartieron un vínculo especial que reflejaba la energía vibrante de los años setenta.

Otros nombres que aparecieron en su vida fueron el futbolista Carles Rexach y el torero Paquirri, con quienes también se le relacionó. 

Estas relaciones consolidaron su imagen como una mujer deseada y enigmática, cuya vida amorosa capturaba tanto la atención del público como la de la prensa.

Matrimonio con Ángel Cristo: Del amor al tormento

En 1980, Bárbara Rey se casó con Ángel Cristo, uno de los domadores de circo más reconocidos de Europa. La boda, celebrada en la pista del Circo Ruso en Valencia, fue un espectáculo mediático sin precedentes. 

Bárbara dejó temporalmente su carrera artística para unirse al mundo del circo, participando en espectáculos y realizando números arriesgados junto a su esposo. 

La pareja tuvo dos hijos, Ángel y Sofía, y durante un tiempo, proyectaron la imagen de una familia unida.

Sin embargo, la relación se deterioró rápidamente. Ángel Cristo enfrentaba problemas con el alcohol y las drogas, lo que derivó en episodios de violencia doméstica hacia Bárbara. Según declaraciones posteriores de la actriz, sufrió abusos tanto físicos como psicológicos durante el matrimonio. 

La situación llegó a un punto insostenible, y en 1988 se divorciaron. Bárbara, una de las primeras figuras públicas en España en hablar abiertamente de violencia de género, denunció los maltratos, generando un debate sobre la situación de las mujeres en el país.

Romance con el Rey Juan Carlos I y el escándalo de las cintas

La relación entre Bárbara Rey y el Rey Juan Carlos I es uno de los episodios más controvertidos en la historia reciente de España. Marcada por secretos, grabaciones y un supuesto chantaje a la Casa Real. 

Esta polémica comenzó en la década de 1980, cuando la vedette y el monarca mantuvieron un romance clandestino. Sin embargo, fue a principios de los 90 cuando Bárbara comenzó a registrar sus conversaciones y encuentros con sofisticados equipos de espionaje adquiridos en la "Tienda de El Espía" en Madrid. Entre estos, cámaras ocultas en su dormitorio y grabadoras de audio instaladas en su teléfono fijo.

Las grabaciones de Bárbara contenían información delicada sobre el Rey. Incluida su vida privada, comentarios despectivos hacia periodistas, políticos, e incluso sobre su esposa, la Reina Sofía. También se hacía referencia al golpe de Estado del 23-F. Estas pruebas comprometedoras, junto con fotografías tomadas por su hermano Salvador y su hijo, Ángel Cristo Jr., documentaban su relación. Bárbara almacenó copias en una caja fuerte en Luxemburgo, su refugio fiscal.

En los años posteriores, Bárbara comenzó a recibir pagos mensuales del Ministerio del Interior con fondos reservados, presuntamente para garantizar su silencio. A mediados de los 90, los pagos cesaron, lo que motivó a la vedette a utilizar el material como medio de presión. 

En 1997, la situación alcanzó su punto álgido, cuando Bárbara intentó negociar con el CNI (entonces CESID). Durante las conversaciones, se le proporcionó un maletín especial para depositar las pruebas. Sin embargo, este estaba diseñado para destruir químicamente el contenido, generando humo que obligó a Bárbara a lanzarlo a su piscina.

A pesar de este incidente, Bárbara tenía copias de seguridad. Para gestionar el caso, la Casa del Rey recurrió a Manuel Prado y Colón de Carvajal, quien, junto con agentes del CESID, intentó recuperar el material. 

Durante este tiempo, Bárbara presentó varias denuncias por robo de documentos comprometidos, mencionando nombres que conectaban a la Casa Real y a figuras influyentes. Estas denuncias generaron tensiones adicionales y revelaron la magnitud del conflicto.

En 1994, Bárbara regresó a la televisión con el programa Esto es espectáculo, lo que muchos interpretaron como un intento de mantenerla en la esfera pública y controlada. Sin embargo, los conflictos persistieron y Bárbara continuó presionando por una compensación mayor. Finalmente, se llegó a un acuerdo para cerrar el caso. 

Fuentes sitúan el monto del acuerdo en alrededor de 600 millones de pesetas, acompañado de un programa en la televisión autonómica valenciana. Sin embargo, el escándalo dejó un rastro que no pudo ser completamente borrado. Ahora, será el turno de Bárbara Rey para aportar nuevos detalles al respecto.