Crecen los suicidios en las Fuerzas de Seguridad: 'Van 14 familias rotas desde mayo'

El suicidio en la sociedad española continúa siendo una problemática que no para de incrementar. Dentro de esta problemática aparece un grupo especialmente vulnerable que son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). La falta de protocolos, atención y medios suponen una debilidad que genera la pérdida de vidas de agentes. Este año está suponiendo una importante preocupación en este sentido.

El 19 de agosto tuvieron lugar dos suicidios de dos agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Un Guardia Civil se quitó la vida en San Benito, Badajoz. Este agente se suicidó en los pabellones del cuartel. Para ello utilizó su propia arma. Por otro lado, un Policía Nacional se quitó la vida en Madrid. De los hechos ocurrido en la muerte de este agente no se ha conocido información relacionada.

De acuerdo con un recuento realizado por la asociación  JUSAPOL, solo desde mayo de 2024 van un total de 14 agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se han quitado la vida. De ellos nueve eran guardias civiles y cinco policías nacionales. 

El martes 20 de agosto un comisario de la Policía Nacional jubilado se quitó la vida tras presuntamente cometer un doble crimen  con arma de fuego en Barcelona. El hombre, de unos 60 años, acabó con la vida de su pareja en Rubí. Posteriormente, acabó con la vida de su exmujer en Castellbisbal.

Según el  Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ninguna de las dos mujeres aparecen en el sistema como víctimas previas de violencia machista. No obstante, ambos crímenes se investigan como violencia de género.

Con estos dos casos serían ya 31 las mujeres asesinadas desde que comenzó el año. Su actual pareja, la mujer de Rubí, le había pedido que se llevase sus cosas de la casa y dejara las llaves. La relación llevaría zanjada nueve meses. La otra víctima era madre de tres hijos, uno de ellos en común con su verdugo.

En una conversación con elcierredigital.com la coordinadora nacional de JUSAPOL social, Inmaculada Sánchez, indica que “este preocupante aumento de suicidios en las FCSE muestra que no hay unos protocolos adecuados en lo que respecta a la prevención del suicidio".

"Sin protocolos adecuados a la situación actual esto va a seguir pasando. Las consecuencias de esta despreocupación están siendo terribles. Debajo de cada uniforme hay una persona. Hay una dejadez en este sentido que es inadmisible”.

“Cuando un Policía Nacional o un Guardia Civil acude al servicio psicológico de cuerpo lo primero que se hace es quitarle el arma y en algunos casos apartarlos del servicio. No se trata de eso, sino de darle una atención en condiciones porque muchos tienen armas en su casa. Se debe dar una atención psicológica e incluso psiquiátrica adecuada a cada caso”, añade la coordinadora de JUSAPOL. 

“Son 14 fallecidos y 14 familias rotas”

Los datos recogidos por JUSAPOL desde mayo muestran una alarmante situación. Solo en 2023 dieciséis agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se quitaron la vida.  Esto supone que en solo cuatro meses del 2024 han ocurrido dos suicidios menos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en comparación a los doce meses de 2023.

Inmaculada Sánchez recalca que “se debe hacer un estudio cuantitativo y cualitativo de la situación, así como poner en marcha los protocolos necesarios. Hay muchos compañeros que no acuden a los servicios psicológicos que tiene el propio cuerpo, que en el caso de la Guardia Civil también son mandos de la Benemérita. Por esto mismo no acuden y acaba todo con la muerte. Se tienen que establecer equipos psicológicos de psicólogos externos al cuerpo para que los agentes no se sientan cohibidos por hablar con sus superiores”. 

“Mientras el Ministerio del Interior no se preocupe todo ira a peor. Entre todas las carencias que tienen las FCSE una de las más preocupante es la atención y la creación de protocolos antisuicidio y de apoyo psicológico. Tenemos un Ministro del Interior que se preocupa más de asuntos secundarios que de cuidar a las personas que tienen que salvaguardar la seguridad ciudadana”, añade la coordinadora de JUSAPOL.

No siempre los motivos están ligados a problemas ocurridos en el propio cuerpo, pero “hay que prevenir y ayudar antes de que la situación sea incontrolable. Si tenemos salud mental para el ciudadano y no para los agentes es porque algo se está haciendo mal. Las FCSE se están jugando la vida y por ello se les debería de cuidar y atajar este problema. También es increíble que no estén reconocidos como profesión de riesgo y que estén discriminados salarialmente. Es un gran cúmulo de cosas ante las que se opta por la indiferencia”, indica Inmaculada. 

“Son 14 fallecidos y 14 familias rotas que se preguntan por qué. Hay que buscar la causa efecto y ponerle los medios necesarios. Los agentes tienen todo el derecho a recibir una atención adecuada respecto a la salud mental.  Hay agentes que tienen que ver hechos impactantes y dramáticos. No obstante, tras vivir eso no recibe una atención psicológica inmediata”, concluye Inmaculada.