Antonio Llardén se aferra a La Moncloa: Quiere mantenerse en la presidencia de Enagás

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, se aferra al Estado (dueño del 5% de la compañía) para sortear algunas críticas. Las ha recibido por su gestión y por las pérdidas en 2024 de casi 300 millones de euros. Las causas son una minusvalía anotada por una operación en una empresa de Estados Unidos y un conflictivo laudo originado en Perú. 

Enagás —que también cuenta como accionistas de referencia con Criteria Caixa y Amancio Ortega— intenta rebajar el ruido de sus históricos números negativos. Y ha anunciado una inversión de 4.035 millones de euros en los próximos seis años. 

De esta cantidad, 3.125 millones se destinarán al despliegue de infraestructuras de hidrógeno renovable, que "será el gran motor de crecimiento de la compañía", aseguran. Además, en 2025 prevén obtener un beneficio, después de impuestos, de alrededor de 265 millones de euros. 

Con una deuda neta de en torno a 2.400 millones de euros, la compañía abonará un dividendo de 1 euro por acción. 

Llardén y la política

Las habilidades políticas de Llardén se evidenciaron al ser el único afín al PSOE que sobrevivió en las cotizadas ligadas al Estado en los tiempos de Mariano Rajoy. Algunas voces internas señalan que el directivo se acercó a Rajoy para evitar su caída y consiguió sus objetivos. 

En los últimos tiempos tampoco disimula su sintonía con Pedro Sánchez, que hace unas semanas inauguró el Día del Hidrógeno de Enagás. Esta jornada reunió a representantes de toda la cadena de valor del hidrógeno de europea. 

Sánchez dijo que España era "un líder global en hidrógeno verde, que nos ayudará a impulsar la reindustrialización con cohesión territorial para nuestro país". Al acto también acudió la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen. 

Sánchez no se cortó en sus alabanzas a la cotizada. "Este foro es buena muestra del esfuerzo de Enagás con el desarrollo de una tecnología, que es fundamental para el futuro de nuestro país y de nuestro planeta". 

A Llardén también se le considera cercano al presidente de Cataluña, Salvador Illa. Estas amistades le otorgan fuerza frente al CEO de Enagás, Arturo Gonzalo, con el que Llardén "ha tenido sus más y sus menos en los últimos años", explican fuentes del sector. 

Antonio Llardén

Antonio Llardén es Ingeniero Industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona. El presidente de Enagás desde 2007 también preside la patronal energética Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam). 

Además, es Patrono del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos (presidido por S.M. el Rey) y de la Fundación Princesa de Girona. Es miembro del Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible y del Consejo de Acción Empresarial de CEOE. 

Buena parte de su carrera la desarrolló en Gas Natural (actualmente Naturgy). También ha sido presidente de la patronal gasista Sedigas, miembro del Consejo Directivo de Eurogas y del Comité Ejecutivo de International Gas Union (IGU). 

A lo largo de su trayectoria ha sido miembro de los Consejos de Administración de Telefónica, el Instituto Nacional de Industria, el Instituto de Crédito Oficial o la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos.

Por otra parte, es Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia. Es la más alta condecoración que otorga el Estado francés a personas que destacan por sus méritos al servicio del país. 

Pérdidas históricas en 2024

Enagás sufrió unas pérdidas históricas en 2024. La compañía de transporte de gas presidida por Antonio Llardén sufrió números rojos por valor de 299,3 millones de euros. Su ligera mejora operativa fue arruinada por dos factores, como ya se ha dicho.

Por un lado, Perú que no ha sido del todo favorable a la compañía. Por otro, la minusvalía contable de 363,7 millones de euros por la venta del 30,2% que poseía en la norteamericana Tallgrass Energy.

Sin embargo, la compañía saca pecho por el Plan de Eficiencia de Enagás, la aportación de las sociedades participadas y la mejora del resultado financiero. A cierre de 2024 la deuda se redujo un 28,2% respecto a 2023 hasta caer a los 2.404 millones de euros.

Sobre Perú, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones, perteneciente al Banco Mundial y con sede en Washington, se posicionó en favor de Enagás en diciembre de 2024. Pese a ello, Enagás recibirá 194 millones de euros de los 475 millones de euros que reclamaba al Ejecutivo peruano.

Este Gobierno paralizó en 2017 el proyecto del Gasoducto Sur Peruano de más de 1.000 kilómetros. La obra fue realizada por un consorcio liderado por la brasileña Odebrecht en el que la compañía española posee el 2% del capital. La cláusula 20 del contrato del proyecto contempla la indemnización por parte de Perú en caso de cancelarse las obras de forma unilateral, tal y como ocurrió hace 7 años.