27 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

La compañía barcelonesa dirigida por Carlota Pi ha utilizado los símbolos de la izquierda para ser considerada como la cara amable de las eléctricas

Peligra la eléctrica catalana Holaluz tras caer el autoconsumo y su doble cara: Prepara despidos masivos

El Cierre Digital en
/ Carlota Pi, presidenta y cofundadora de HolaLuz.
Peligra el futuro de la compañía eléctrica catalana Holaluz tras caer el autoconsumo. Eso se debe al frenazo que sufren las instalaciones de autoconsumo eléctrico, lo que está pasando factura a Holaluz, la comercializadora barcelonesa que ha utilizado los símbolos tradicionales de la izquierda política para ser considerada como la cara amable del sector eléctrico. Ahora, la compañía dirigida por Carlota Pi prepara ya el despido del 30 por ciento de su plantilla.

La empresa eléctrica barcelonesa Holaluz no levanta cabeza. Tras arrancar el año con 50 despidos, lo va a cerrar preparando un ERE que provocará 200 salidas de sus puestos de trabajo, lo cual supone el 30 por ciento de la plantilla de esta comercializadora barcelonesa que acaba de cumplir trece años en el mercado

La apuesta de la compañía por el autoconsumo eléctrico le está pasando factura porque el mercado ha encallado, al menos de forma temporal, por sus altos costes, la elevada competencia, el mantenimiento del precio de la factura, las dificultades para acceder a las subvenciones o la aceptación de los altos precios de la luz por parte de la ciudadanía, tal y como detecta la Unión Española Fotovoltaica. 

Cambio

En el 'país del sol', España, hace un año escaseaban los paneles solares en el mercado, y ahora parecen sobrar. Holaluz explica que "los tipos de interés elevados y una falsa sensación de moderación de precios debida a su subvención, así como a la capacidad de las compañías petroleras y gasistas de ofrecer energía muy por debajo del precio de mercado en el corto plazo, han ralentizando toma de decisión de los clientes residenciales sobre la inversión en instalaciones solares". 

Esta situación ha provocado una caída del mercado de entre el 25 por ciento y el 50 por ciento respecto al 2022. Esto ha golpeado a los números económicos de Holaluz, que en los seis primeros meses del año perdió 20,9 millones de euros.

Extrañeza 

"En la línea de seguir con la adaptación de la compañía a las necesidades reales y actuales del mercado, Holaluz anuncia una adaptación de equipo de 200 personas que afectará principalmente a los equipos de instaladores, ventas y roles de soporte a las operaciones de solar", anuncia la empresa en una nota de prensa. 

La publicación de la misma ha pillado por sorpresa en el mundo de las cotizadas, que rara vez explican en notas de prensa sus recortes. Es cierto que Holaluz, desde que nació, tiene una particular forma y durante años utilizó símbolos tradicionales de la izquierda para mostrar su cara amable a nivel mediático

Publicidad de Holaluz. 

El nuevo PNIEC, publicado por el Gobierno de España, marca un objetivo de 19 GW de autoconsumo para 2030 (frente a la actual base instalada de aproximadamente 2 GW). Estos datos, junto a una previsible subida de los precios de la energía, corrobora que los fundamentos que respaldan el potencial de La Revolución de los Tejados y de Holaluz permanecen intactos. Por todo ello, tras este período coyuntural, la compañía seguirá contando con una posición fuerte para liderar la transición energética hacia un modelo cien por cien verde.

Carlota Pi, presidenta ejecutiva y cofundadora de la compañía que decía apostar por 'la Revolución de los tejados', dice que siente "profundamente haber tenido que tomar esta decisión. Creemos firmemente que nuestro propósito es más válido y necesario que nunca y, con esta adaptación a la situación temporal del mercado, seremos capaces de mantener nuestra posición de fortaleza para que, cuando la coyuntura lo propicie, sigamos liderando la transición hacia un modelo energético cien por cien verde". 

"Soy muy positiva de cara al futuro y realmente optimista sobre cómo vamos a seguir transformando la forma de producir y consumir energía", asegura. 

'La Revolución de los tejados'

En 2021, Holaluz recuerda que decidió comprometerse plenamente con la producción solar distribuida a través de 'la Revolución de los tejados' y convertirlo en la piedra angular de su estrategia con el objetivo "de ofrecer a las familias españolas una propuesta de valor única de energía verde, barata y fácil y, por tanto, crear una ventaja competitiva sostenible para ganar el mercado". 

En 2022 Holaluz decidió dar un paso más e invirtió en los tres grandes pilares necesarios para sustentar la transición energética: infraestructura, tecnología y marketing. La división de solar pasó de ser capaz de ejecutar 50 instalaciones mensuales en enero de 2022 a instalar más de 500 en octubre del mismo año. 

Y recuerda que a finales de 2022, el número de instalaciones domésticas en España era inferior a 300.000, lo que equivale a una penetración del 0.3 por ciento en comparación con el 25-30 por ciento de otros mercados europeos como Alemania o los Países Bajos.

Añade la empresa catalana que "los precios de la energía continúan a niveles entre un 50 y un cien por cien por encima de los precios de antes de la guerra en Ucrania, y se espera en el corto plazo la desaparición de las bonificaciones del IVA, del impuesto especial de la electricidad y de los cargos"

Carlota Pi

Holaluz está dirigida por Carlota Pi, ingeniera barcelonesa de sonrisa perenne que estudió en la Politécnica de la Ciudad Condal y saltó a la fama hace una década con la ayuda de la OCU, que organizó una compra colectiva de electricidad que disparó a la entonces minúscula Holaluz desde los 2.500 clientes hasta los 25.000. 

"Quiero cambiar el mundo, en cómo se consume la energía. Estamos en plena transformación de los tejados solares. El planeta lo necesita y en España hay mucho por hacer en instalaciones fotovoltaicas y en tejados", señalaba Pi el pasado mes de marzo en una entrevista concedida a El País

Pi también afirmó hace unos días que "España apuesta por la electrificación en el sector residencial y el transporte como estrategia de descarbonización, tal como se establece en el Plan Nacional de Energía y Clima. Pero estos planes actualmente no se están materializando. Al mismo tiempo, Europa, en el contexto de la actual crisis geopolítica y energética, ha instado a los Estados miembros a revisar sus estrategias para alcanzar metas más ambiciosas, con un enfoque en la seguridad del suministro". 

"En este contexto, el potencial del modelo de energía distribuida y la electrificación de la demanda para transformar a España es enorme, respaldado por la cantidad de luz solar, las redes existentes y los patrones de consumo. Gracias al modelo de energía distribuida y electrificación de la demanda, estimamos que las familias podrían ahorrar más de 85.000 millones de euros al año", remató. 

La empresaria creyó que el autoconsumo iba a crecer de forma implacable y el pasado año compró las instaladoras Katae Energia, Serna Energía y GHC con el objetivo de incrementar un 25 por ciento su capacidad de instalación, y estas adquisiciones ahora le podrían estar pasando factura. 

A los malos números económicos se le añaden otros problemas de Holaluz, que el pasado mes de marzo perdió a su director de regulación, Daniel Pérez, que fue fichado por la Generalitat de Catalunya para dirigir la nueva empresa energética pública de origen renovable, L'Energètica

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