25 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Elcierredigital.com ha tenido acceso al sumario del caso que desvela algunas de las confesiones de Macarena, progenitora del incapacitado de 15 años

La madre Antonio David, el niño desaparecido en Morón: “Yo dejé su cuerpo en un contenedor, tiene que estar en un vertedero”

El Cierre Digital en Antonio David Barroso junto a Macarena, su madre.
Antonio David Barroso junto a Macarena, su madre.
Tras casi dos años desde la desaparición del joven de Morón de la Frontera (Sevilla), Antonio David Barroso, no se sabe nada de su paradero. Su madre, Macarena, ha afirmado que murió y, tras convivir varios días con él, lo acabó tirando a un contenedor en Madrid. Debido a esto, en el sumario del caso —al que ha accedido elcierredigital.com—, reitera en varias ocasiones que “el niño tiene que estar en un vertedero de los cuatro que hay en Madrid”.

Han pasado casi dos años desde la desaparición de Antonio David Barroso Díaz, el joven de 15 años con movilidad reducida que vivía en Morón de la Frontera (Sevilla). La fecha que figura como último día que se vio al joven data del 12 de septiembre de 2021, aunque no fue hasta el día 13 cuando se encontró a su madre, Macarena, en una gasolinera de Segovia, aparentemente “en estado agitado”, según confesaron los empleados de la gasolinera.

Más de un año y medio tras la desaparición se ha levantado el secreto del sumario de un caso que actualmente se encuentra en punto muerto, con muchas dudas, pocas certezas y una versión con detalles cambiantes que hace que las autoridades la califiquen de “incongruente”. Elcierredigital.com ha tenido acceso al extenso sumario del caso de la desaparición de Antonio David Barroso, en el que se puede apreciar la versión que sostiene Macarena en todo momento, aunque varía los detalles.

“Si no hay cuerpo, no hay delito”

En los diferentes momentos en los que se pregunta a Macarena sobre el cuerpo de Antonio David y qué hizo con él, la mujer afirma que está muerto y que lo tiró a un contenedor. Así se lo hizo saber a los investigadores y a diferentes familiares y conocidos. De hecho, reitera en varias ocasiones que “el niño tiene que estar en un vertedero”. “Es que yo lo dejé en un contenedor”, sostiene Macarena.

A pesar de haber afirmado esto, los detalles sobre la ubicación no quedan claros a las autoridades encargadas de la investigación del caso, que pese a haber registrado varios vertederos madrileños, no han dado con ninguna pista sobre Antonio David. Según comentaba a elcierredigital.com Luis Núñez, miembro de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas (QSDglobal) y portavoz de la familia paterna de Antonio David, para el padre del joven está claro que “Macarena sabe dónde está el niño, pero no pone de su parte”.

Antonio David.

Las propias autoridades parecen concordar en el propio sumario con que la opinión del padre es una posibilidad. “Cabe preguntarse si realmente Macarena no sabe dónde se deshizo del cuerpo sin vida de su hijo Antonio David, o por el contrario, sí lo sabe pero no tiene intención de decirlo. Cobrando sentido, por lo tanto, la frase que la propia investigada dice a su amiga: ‘si no hay cuerpo, no hay delito’”, refleja el escrito.

Reconstrucción del itinerario de Macarena

En determinada parte del sumario del caso se hace una reconstrucción —basándose en las cámaras de seguridad de los lugares visitados por Macarena— sobre el viaje que la mujer y su hijo emprendieron antes de que se deshiciera de él, presuntamente y tal y como afirma, “en un contenedor”.

El domingo 12 de septiembre las cámaras de Morón de la Frontera la captan fuera de su casa, por la mañana, acudiendo al contenedor de su calle hasta en tres ocasiones. Aunque no se aprecia todo lo que tira en el contenedor, sí que se ven sábanas blancas. Unos minutos después, se monta junto a Antonio David en el vehículo adaptado que posee y se marchan de la localidad sevillana. Según afirma Macarena en todo momento, no lleva GPS.

A lo largo de ese día, hace una parada en una gasolinera de Miajadas (Cáceres) y, en torno a las 21:00 se detiene en un hotel de Talavera de la Reina. Es la última vez que se ve a Antonio David.

Unas horas más tarde, en torno a las cuatro de la mañana, Macarena aparece sola en un hotel de Segovia. Más tarde, aparecería en la gasolinera en la que fue encontrada y dónde confesó que el menor había muerto.

Esta reconstrucción —unida al testimonio ofrecido por Macarena— es la que hace que las autoridades piensen que la madre del menor podría haberse deshecho de su cadáver en tres posibles lugares. El primero de ellos es la zona entre Talavera de la Reina y Arroyomolinos-Navalcarnero-Alcorcón, ya que es donde se considera que el menor desapareció. El segundo, el paseo de Extremadura-Aluche, especialmente la zona de la avenida del Padre Piquer. Y el tercero entre la M-30 y Riaza (Segovia), donde fue encontrada la madre.

En las hojas del sumario las autoridades llegan a marcar como reseñable “una ocasión” en la que Macarena habla con una funcionaria a la que “le manifestó que cuando se hizo la reconstrucción con funcionarios de la Unidad Central y autorización judicial, ‘lo que hicimos fue un paripé’, ‘que dijo donde había tirado a David para terminar de una vez con lo que estábamos haciendo’, demostrándose por tanto que ella es perfectamente consciente de que el lugar donde marcó a los agentes no fue donde arrojó al menor”.

Macarena, Antonio David y la medicación

Según el sumario, Antonio David “tenía diagnosticado ‘Síndrome de Lennox Gastaut’, lo que le provocaba que tuviese episodios epilépticos” que eran mitigados con varios medicamentos que “se los tenían que dar disueltos con una jeringuilla”. Por su parte, Macarena “tenía un trastorno psicótico bipolar, para lo que se medicaba con ‘Litio’ entre otros medicamentos que no recuerda”. En el escrito, uno de los testigos entrevistados afirmaba que “cuando dejaba de tomar la medicación, Macarena tenía delirios como si escuchase voces que le decían lo que tenía que hacer”.

Según llegó a confesar la propia Macarena —y tal y como queda reflejado en el sumario— “varios meses antes de los hechos abandonó la medicación debido a que pensaba que ya estaba curada y que además las pastillas le ocasionaban incremento de peso”.

Cartel de la desaparición de Antonio David.

En los documentos también se recoge que Macarena afirma que cuando “estaba cayendo mala” —por la falta de medicación— se obsesionó “por los santos y con la Iglesia y con todo”. Debido a esto, cuando Antonio David murió —como ella sostiene­— decidió irse con él a Galicia para ver si así resucitaba “el Domingo de Resurrección”.

Para Macarena —que había usado “medios de adivinación como el tarot en los que se le indicaba que su hijo iba a tener una gran mejoría y que incluso comenzaría a andar”—, cuando Antonio David “resucitara”, lo haría “bien, andando ya y bien por sus pies”.

Debido a esto, cuando las autoridades le preguntaron si estas creencias hicieron que intentase utilizar algún remedio alternativo o “quitarle la medicación”, Macarena lo negó, pero afirmó que lo que hizo “fue bajarle la medicación”. “Se la bajé pero el los límites que yo tenía establecidos. A mí la neuróloga me dejaba bajarle un poco o subirle un poquito depende de cómo yo lo viera. Y yo lo bajé un poquito porque David estaba muy decaído, muy sedado”, comentó, y añadió que lo hizo “más o menos dos semanas antes”.

Por la ausencia de cuerpo no se puede determinar, en el caso de que Antonio David esté muerto —como sostiene la madre—, cuál ha sido la causa del fallecimiento. Según Macarena, el menor había tenido fuertes fiebres y un brote que acabó con su vida “el miércoles 8 de septiembre”. Sin embargo, esta afirmación hecha por la propia Macarena, la refutan diferentes testigos que vieron a Antonio David —e incluso le escucharon respirar— en los días que sucedieron antes de que madre e hijo se marcharan de Morón de la Frontera.

Más de año y medio después, con el caso paralizado, aún no se sabe qué ocurrió exactamente con Antonio David. Aunque Macarena ha sostenido en diferentes ocasiones la misma versión de los hechos, los detalles —así como el hecho de que no recuerde el sitio exacto donde se deshizo del cadáver del menor— complican más encontrarle y saber qué sucedió aquel 12 de septiembre.

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