SOSDesaparecidos denuncia la "irresponsabilidad" de Exteriores en la pérdida en Barajas de Agustín González Zambrana

El pasado 21 de noviembre elcierredigital.com narraba lo que llamamos un "milagro prenavideño" que se había producido en Lima (Perú). En la capital del país andino, un joven venezolano, José Álvarez, se preocupó por una persona que estaba buscando comida en los contenedores.

Álvarez se encontró aquel día con Agustín González Zambrana, malagueño diagnosticado de problemas mentales que llevaba casi dos años desaparecido en Perú y había vivido durante todo ese tiempo en la indigencia, sin medicación y sorteando agresiones.

González Zambrana balbuceó su nombre y el citado 'Ángel de la Guardia' venezolano lo introdujo en su teléfono móvil. ¿Resultado? SOS Desaparecidos había subido una alerta internacional de búsqueda y el 'milagro' estaba hecho.

Cierto es que esta organización presidida por Joaquín Amills tuvo que realizar multitud de gestiones para que el Consulado General de España en Lima, dependiente del Ministerio de Exteriores, se implicase en el caso.

Y Exteriores finalmente adelantó el dinero del billete de regreso de González Zambrana a España. Pero, tal y como nos explica Amills, la situación "no ha podido acabar peor porque Agustín ha desaparecido en Barajas sin que el Consulado avisase a la Policía y Guardia Civil del Aeropuerto para que garantizasen que este señor cogiera un avión hasta Málaga".

"Negligencia e irresponsabilidad"

Amills explica que este pasado 25 de diciembre ha enviado un correo electrónico al Consulado de España en Lima, con copia a Exteriores, para protestar "por la total negligencia e irresponsabilidad que han cometido. Y ni siquiera se han dignado a responderme ni a llamar a la familia. La falta de ética, empatía y sensibilidad es asombrosa".

Agustín González Zambrana y José Álvarez.

El peligro que sufría González Zambrana, del que se perdió el rastro el pasado 23 de diciembre tras tomar el vuelo Lima-Madrid, ya había sido advertido por SOS Desaparecidos: "Nosotros el 15 de diciembre enviamos un correo electrónico al Consulado explicándoles la situación de vulnerabilidad de esta persona. Realizamos un trabajo de logística para avisar a Málaga", explica Amills.

"Hablamos con AFESOL (Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de la Costa del Sol), les dijimos que habíamos logrado que Agustín ingresase en un centro psiquiátrico de Perú para que estuviera estabilizando antes del vuelo. Lo que no llegamos a pensar es que el Consulado de España en Perú no hiciese su trabajo y lo dejase desamparado en Barajas", añade.

Cadena de errores

Amills cuenta que "el Consulado de España en Lima, liderado por Jorge Sánchez Rodríguez, tan solo consiguió que dos policías que habían participado en una fallida extradicción y volvían en el mismo vuelo que Agustín estuvieran atentos por si esta persona tenía algún problema durante el vuelo".

"Pero estos dos policías no se responsabilizaban de él a la salida del vuelo y no tenían que llevarlo hasta la puerta del embarque del vuelo a Málaga. Eso lo tenían que haber hecho otros policías y guardia civiles... si Exteriores les hubiera avisado. Porque me consta que no lo hicieron", añade.

A las puertas del avión, según Amills, tan solo había un operario que tenía un silla de ruedas para facilitarle la salida. "Pero ese operario se limita a llevar varias sillas y si alguna no se recoge él piensa que no la habrían necesitado. ¿Pensaba Exteriores que Agustín González Zambrana iba a ir en silla de ruedas hasta Málaga sin que nadie le acompañase?".

¿Qué hizo Agustín ante la cadena de errores de Exteriores? Amills se lamenta: "Él siguió al pasaje y se marchó por su pie, tal y como se muestra en las cámaras. Él es una persona muy vulnerable que tenía que haber sido protegido por unos guardias civiles o policías a los que el Consulado de España en Perú no avisó".

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, no se ha pronunciado sobre una colección de errores que podría acabar en tragedia, tal y como nos cuenta el presidente de SOSDesaparecidos: "Se deben derivar responsabilidades porque han dejado solo a una persona con problemas en Madrid, en pleno invierno. Él viene de una ciudad que ronda los 18 grados. Estamos avisando a taxistas, al Samur y a comedores sociales. Pero no damos con él".

Arancha González Laya.

Este caso, explica Amills, "es una nueva muestra de la falta de empatía de las autoridades hacia personas que sufren enfermedades mentales. Y la crisis sanitaria, con la psicosis económica que está provocando, ha agravado la desprotección que sufren muchas de estas personas por culpa de algunas instituciones que no hacen bien su trabajo".