09 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

EL PADRE DEL MENOR HA SABIDO QUE SU EXPAREJA Y EL NIÑO VISITARON LA OFICINA DE VIOLENCIA DE GÉNERO DE MADRID DÍAS DESPUÉS DEL 'SECUESTRO' DEL PEQUEÑO

Caso Alejandro Bugneriu: "Tras desaparecer, su madre estuvo con él en servicios sociales"

El Cierre Digital en Daisy Pugoy y su hijo Alejandro Bugneriu Pugoy.
Daisy Pugoy y su hijo Alejandro Bugneriu Pugoy.
Alejandro Bugneriu, de dos años, fue visto por última vez con su madre en Madrid el 19 de junio, después de que esta tuviera una fuerte discusión con el padre del menor. Dos días después, Daisy le mandó una foto a Andrei diciéndole que no volvería a saber nada de ellos. Ahora Andrei ha revelado que "en los últimos días me he metí a ver la localización del teléfono de Daisy y me salió que el día 26 de junio estaba en los servicios sociales de violencia de género de San Blas", en Madrid.

Tras pasar casi un mes de la desaparición del niño Alejandro Bugneriu y de su madre, Daisy Pugoy, el padre del menor decidió acudir a los servicios sociales de San Blas, donde Daisy había estado interna tras denunciar presuntos malos tratos de Andrei, el padre del menor. Fue el día 26 de junio cuando Andrei decidió revisar la ubicación del teléfono de Daisy, que se había conectado a la red ese mismo día, y descubrió que había vuelto al centro.

Alejandro y su madre.

En una conversación con elcierredigital.com Andrei Bugneriu señala que “después de saberlo decidí ir a los servicios sociales, una vez allí le dije a la trabajadora social que no entendía cómo siendo yo el padre del menor era posible que no pudiera ver a mi hijo sin ninguna orden judicial. Ante esto la trabajadora social se sorprendió y me dijo que aunque supieran que estaba allí no me lo iban a decir, que ellos no sabían nada”.

"Al menos se que están en España, pero no es justo"


Están en los servicios sociales, protegidos por violencia de género, pero yo se que no he hecho nada malo. Estoy muy preocupado porque no se cuando podré ver a mi hijo. Me gustaría saber en base a qué les están ‘protegiendo’ de mí. Hablamos de que mi hijo es inocente y están siendo muy injustos. Lo peor de todo es que he llegado a pensar que les podía haber pasado algo o que podían haber salido del país. Por lo menos se que están en España, pero no es justo que no pueda ver a mi hijo”, añade el padre de Alejandro. 

Daisy y Andrei.

Andrei afirma saber “que mi hijo no está yendo al médico que tenía que ir, lo que no sé es si está yendo a otro médico. Decidí llamar a nuestro centro de salud y me dijeron que mi hijo y su madre habían cambiado de centro de salud. Casualmente el 18 de julio me metí en 'street view' de Microsof Edge y vi que mi hijo y su madre aparecen en una foto en la entrada del centro de los servicios sociales de San Blas”. 

“La trabajadora social me dijo que me tocaba esperar, pero lo que realmente quieren los servicios sociales es darle la custodia a mi abuela, lo que supondría que yo me tendría que marchar de casa y no podría convivir con ellos. La abogada me ha dicho que pida una cita con ellos y les solicite el informe del caso que están llevando porque esto es una locura”, manifiesta el padre del pequeño. 

La cronología de la desaparición


Alejandro Bugneriu y su madre Daisy Pugoy desaparecían el pasado 19 de junio en Madrid después de una fuerte discusión entre los progenitores del pequeño. Dos días después, la madre amenazaba a su padre, Andrei, con que no les vería nunca más. Casi un mes después de su desaparición las noticias sobre el paradero de ambos escasean y el padre de Alejandro tiene miedo sobre lo que le haya podido pasar a su hijo.

Andrei contactó con los familiares de Daisy, quienes le aseguraron no saber nada del paradero de Alejandro y de su madre, “aunque con el paso de los días la hermana de Daisy dejó de contestarme, llamarme e interesarse”, afirmaba Andrei. El padre del pequeño también trató de contactar con los servicios sociales, pero estos dejaron de responderle a los correos.

El día de la desaparición, Andrei no tenía que trabajar y le dijo a Daisy que quería pasar el día con Alejandro, “pero por algún motivo se le cruzaron los cables y decidió agredirme, aunque no sería la primera vez”, reveló el padre del pequeño.

Daisy y su hijo.

Tras esta fuerte discusión Daisy decidió irse de casa y según le ha comentado una amiga de Daisy a Andrei, estuvo en su casa hasta el día 21 y después se fue sin decir nada. El padre de Alejandro cuenta que, previamente a la desaparición, tuvieron que guardar las tijeras, los medicamentos y todo tipo de líquidos tóxicos porque últimamente no estaba muy estable. “Daisy tuvo un intento de suicidio en el que se encerró en el cuarto en el baño y se tomó el líquido del limpiasuelos, si no hubiese hecho todo lo posible porque vomitara el líquido habría ocurrido una desgracia”, contaba el padre del menor a elcierredigital.com.

Alejandro padece el síndrome de Pitt Hopkins


La pareja mantuvieron una relación sentimental durante siete años, pero desde noviembre de 2022 la relación empeoró a consecuencia de las complicaciones del síndrome de Alejandro. Andrei es de origen rumano y lleva 23 años en España, mientras que Daisy es de Filipinas.

Los padres de Alejandro.

Alejandro padece el síndrome de Pitt Hopkins, una enfermedad rara que afecta al neurodesarrollo. El pequeño acude al Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil de Madrid (CRECOVI) y la discapacidad está en proceso de dictamen. Desde su desaparición el pequeño ha faltado a varias citas médicas, que son cruciales para analizar el desarrollo de la enfermedad que padece. 

Tanto la ropa de la madre como la del menor están en casa, pero la madre se fue con su pasaporte y el de su hijo. Andrei había intentado contactar por teléfono con Daisy, pero nunca le cogió las llamadas y, finalmente, el día 21 el móvil se desconectó de la red. La policía puso en señalamiento los pasaportes de ambos, con el fin de evitar que el menor pueda salir del país.

La complicada relación entre los padres

La situación entre ambos padres comenzó a complicarse: “Ella tuvo que dejar de trabajar para cuidar del pequeño y yo seguía trabajando, al cabo de un tiempo Daisy me dijo que la situación no le gustaba. Ella siempre quería más y yo no podía dárselo todo porque estábamos limitados económicamente. Tras varios meses malos, pasamos a ser pareja de convivencia por el bien de nuestro hijo”, argumentaba el padre del pequeño. 

Previamente, Andrei había tenido dos denuncias por violencia de género que se dirimieron con dos juicios rápidos, pero que han ocasionado que la madre entrara en un programa de protección de violencia de género, yendo a un centro de los servicios sociales. “Yo jamás la he pegado, en ambas denuncias salí sin cargos y fueron consideradas falsas denuncias porque no procedían”, añade el padre del pequeño. 

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