26 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Autodenominado como “comunidad autogestionada”, este grupo llegó a Guipúzcoa en los años 90, donde tiene tiendas y restaurantes

Las Doce Tribus, la 'secta' que podría haber captado a la desaparecida Sandra Jiménez

El Cierre Digital en Imagen de un grupo perteneciente a Las 12 Tribus.
Imagen de un grupo perteneciente a Las 12 Tribus.
La madrileña Sandra Jiménez, desaparecida el pasado 20 de septiembre, ha sido encontrada en Santander. Su familia tiene la sospecha de que ha podido ser “captada por una secta”. Su hermano Jesús cree que podría ser “la organización Las Doce Tribus”. Asentada en España desde los años 90, concretamente en Guipúzcoa (País Vasco), se autodenominan “comunidad autogestionada”, a pesar de que muchos la consideran una “secta”.

Sandra Jiménez Andrés desapareció el pasado 20 de septiembre en Madrid. La joven, original del municipio madrileño de San Agustín de Guadalix, ha sido hallada con vida por la Policía Nacional en Santander, como informamos este lunes en elcierredigital.com. Fue encontrada allí después de haber sido localizada una semana antes en Navarra. Para su familia, como ya han expresado en varias ocasiones a elcierredigital.com, Sandra “ha sido captada por una secta”.

En una conversación con este diario, su hermano Jesús dice compartir con su madre la teoría de la captación sectaria, y se aventura a dar el nombre de la organización de la cual Sandra podría haber pasado a formar parte. “Hace una semana la Policía Nacional nos informó de que Sandra se encontraba en Navarra. Fue entonces cuando me di cuenta de que allí estaba la organización Las Doce Tribus y se me pasó por la cabeza que había entrado a formar parte de la misma, y pensé incluso en ir a buscarla. Al igual que mi madre, pienso que mi hermana ha sido captada por una secta”, relataba el hermano de la joven desaparecida.

La muerte de un niño de Las Doce Tribus

El nombre de Las Doce Tribus saltaba a la actualidad debido a un trágico suceso el pasado 2022. Un niño de tres años fallecía a 6 kilómetros de la localidad navarra de Corella. El menor murió tras ingerir agua oxigenada mientras se encontraba en la nave industrial de la empresa Tribal Trading, que se dedica a la distribución de alimentos y la elaboración de un aceite ecológico bajo la denominación de La Noria, así como de la de otros alimentos ecológicos que venden. Esta empresa pertenece a Las Doce Tribus. Aunque muchos definen a Las Doce Tribus como una “secta”, ellos mismos se autodenominan como “comunidad autogestionaria".

Sandra Jiménez Andrés.

En el estudio académico El sectarismo de impronta cristiana en España (VI): grupos proféticos y mesiánicos no iberoamericanos, Luis Santamaría, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), desarrolla en profundidad este grupo.

Según sus investigaciones, Las Doce Tribus fue creada en 1972 por Elbert Eugene Spriggs, fallecido en 2021 en Estados Unidos. Sus seguidores lo conocían como Yoneq y su obsesión era volver al estilo de vida de los cristianos primigenios.

Nació este grupo en plena era del movimiento hippy, la filosofía New Wave y las nuevas formas de entender la espiritualidad, que se fusionaron con una perspectiva fundamentalista del cristianismo. "Destaca, sobre todo, por su vida comunitaria, algo que han preservado cuidadosamente hasta el día de hoy. Para comprender a esta secta es necesario tener en cuenta, además, la importancia que adquieren algunos elementos judíos en su identidad grupal, empezando por su propia denominación oficial, que alude a las doce tribus de Israel, de las que pretende ser su restauración, y continuando con el cambio de nombre que hacen todos sus miembros, tomando uno hebreo. No se consideran judíos ni cristianos, son milenaristas, celebran el sabbat y otras fiestas judías y reconocen a Jesús como el Mesías, pero insisten en utilizar su ‘nombre original’: Yahshua. Utilizan la Biblia y practican el bautismo por inmersión", explica Luis Santamaría en su estudio.

En su propia página web en español, Las Doce Tribus explican así su espiritualidad: "Vivimos según el evangelio de Yahshua (Jesucristo en español) descrito en la Biblia. Cada uno de nosotros quedamos fascinados al descubrir el tesoro de la vida de Yahshua, expresada en la comunidad. Hallamos amor y verdad, vimos gente sincera que querían seguirle y amar como Él nos amó. Cuando fallamos, nos arrepentimos y somos perdonados, y de la misma manera perdonamos a los demás. Este es el secreto que nos ha permitido permanecer juntos a través de los años".

La llegada de Las Doce Tribus a España

En los años 80 llegan a Europa y se instalan en varios países, principalmente Francia y Alemania. En 1983 pusieron su centro de operaciones en un castillo en Sus, en el País Vasco francés. Once años después se instalaron en España, en concreto en Guipúzcoa, en un caserón del Monte Ulía. Según Luis Santamaría "su actividad pública más conocida fue su presencia en ferias y mercados medievales de toda la geografía nacional, vendiendo repostería artesana para sostener la comunidad".

Una de las comunidades de Las Doce Tribus.

Es en algunas de estas ferias medievales donde han dado a conocer su modo de vida a otras personas, que fueron atraídas por la comunidad. Algunas de ellas, tras pasar años conviviendo con sus miembros, se alejaron de esta “comunidad”, a la que comenzaron a llamar “secta”.

En 1999 abrieron una segunda sede en un caserío en Irún y más tarde se instalaron en Navarra. También están presentes en Asturias y Málaga. En nuestro país no son especialmente numerosos, pero en Francia han estado en el punto de mira en varias ocasiones.

La financiación

En sus primeros asentamientos en España se dedicaban a la agricultura para el autoabastecimiento, pero pronto comenzaron a vender los excedentes en la tienda Sentido Común que abrieron en 2002 en pleno casco viejo de Donostia.

Ocho años más tarde constituyeron la empresa Tribal Trading, que es la distribuidora de sus productos ecológicos y la que elabora su aceite ecológico La Noria.

En la misma calle en la que tienen su tienda abrieron un restaurante llamado Yellow Deli. Ahora tienen dos en Guipúzcoa, uno en San Sebastián y otro en Monte Igueldo. Como explican en su publicidad, toda esta actividad “no es simplemente un comercio, sino un medio para servir a la gente” y darse a conocer.

Es en la propia página web de los restaurantes Yellow Deli donde cuentan la historia no solo del restaurante —al que datan de principios de los 70 en Tenesse, Estados Unidos—, sino la de Las Doce Tribus. En ella se muestra cómo toman la lectura del Nuevo Testamento de la Biblia para crear “un nuevo ‘Movimiento’, algo nuevo que brotó fuera de la religión oficial conocida hasta entonces”.

Restaurante Yellow Deli en San Sebastián.

“Para los poderes establecidos, el uso de la palabra ‘secta’ parecía un arma perfecta que podía desmantelar el movimiento y mandarnos de vuelta a los bancos de la Iglesia. Aun así, el arma no les funcionó. Los únicos que se inquietaron por el uso de este término fueron las mismas masas mal informadas que habían sido responsables de otras atrocidades”, continúan en la web, haciendo alusión a las voces que los califican de “secta”.

Los menores

Sin duda, el asunto que más ha puesto a esta comunidad en el punto de mira es el papel de los menores. Los que conviven en Las Doce Tribus no hacen vida fuera del grupo y no son escolarizados. Según testimonios de exmiembros, los castigos físicos están a la orden del día y se practica la segregación por sexos. Los niños se dedican a tareas agrícolas y las niñas a las domésticas. Aprenden, pero dentro de unas normas establecidas y hasta cierto límite.

En Francia fue precisamente el asunto de los menores el que hizo que su existencia llegase al Parlamento. La muerte en el año 2000 de un menor, tras negarse sus padres a llevarlo a un hospital, escandalizó al país galo y las autoridades pasaron a considerar a Las Doce Tribus como "una de las sectas más peligrosas".

En España, vecinos de Irún denunciaron en 2004 que en esta localidad había varios niños pertenecientes a Las Doce Tribus sin escolarizar. Sin embargo, a día de hoy, el grupo sigue en nuestro país, donde es obligatoria la escolarización entre los 6 y los 16 años, sin que ninguna institución haya levantado la voz de alarma.

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