Rafa Lomana la vuelve a liar: El diputado de VOX por Albacete se autopromociona sin mascarilla y en grupo militar

Todo un coleccionista de polémicas y situaciones controvertidas. Así podría definirse Rafael Fernández Lomana, también conocido más popularmente como Rafa Lomana. El diputado de VOX por Albacete continúa en su línea y ni siquiera la crisis sanitaria, con la cantidad de muertos y desastres económicos que ha generado, es capaz de parar el escándalo al que va asociado.

En esta ocasión, la cuenta del partido de derechas en Albacete ha compartido una fotografía sacada por él mismo, aunque ya ha sido eliminada. Una suerte de ‘selfie’ donde posa junto a otros cinco supuestos militantes del partido de Santiago Abascal. Todos ellos visten chaquetas de camuflaje con estampados de la bandera española, posiblemente en referencia a su ideología. Ellos sonríen mientras Lomana realiza un gesto de preocupación, llevándose la mano a la boca.

El principal problema, fuente de la controversia, es que todos los fotografiados se encuentran totalmente pegados los unos a los otros y sin mascarillas. Un hecho que podría pasar desapercibido si no se encontraran en una localidad con medidas restrictivas vigentes. Albacete, en Castilla-La Mancha, ha prorrogado recientemente sus medidas de contención de nivel 3. La decisión de la Consejería de Sanidad, que llega a través de la Delegación provincial de Sanidad en Albacete, fue tomada como consecuencia de los más de 400 casos de Covid-19 por cada 100.000 habitantes de las últimas semanas.

La situación, lejos de ser estable, se ha visto incendiada por la publicación de Rafa Lomana. Su gesto puede dar a entender que se mofan de la pandemia, motivo por el cual las redes sociales han estallado rápidamente. De hecho, frente a un escándalo que parece habérseles ido de las manos, la cuenta ha eliminado la fotografía. No obstante, ya había sido subida a la red y por tanto había estado al alcance de muchos internautas.

Del ‘reality’ a la política

El ‘juego’ mediático de Rafael Lomana tiene historia. Incluso desde antes de pertenecer al partido de la ultraderecha, el diputado ya había mostrado quién se escondía bajo su máscara en programas de éxito como Supervivientes o Desafío Extremo. A través de la pantalla, se mostraba como alguien temperamental, muy dado a la discusión y la disputa; por sus redes, en cambio, muestra una imagen idílica, de alta alcurnia.

Tras ser elegido como representante de VOX por Albacete y pasar a formar parte de las filas de Abascal, sus desenfrenos continuaron llegando, incluso con más regularidad. Su sueldo, por ejemplo, vaticinaba un aluvión de críticas: 5.000 euros entre la parte institucional, la indemnización y los complementos. Esto, sin contar lo que puede ganar en publicidad a través de las redes, cifras a las que Elcierredigital.com no ha tenido acceso, de haberlas.

Entre sus últimos altercados está la petición, también en mitad de la pandemia, de que se abriesen las pistas de esquí de Granada. Una solicitud que, por sí sola, llamaba la atención al dirigirse al presidente andaluz, Juanma Moreno, utilizando el verbo abrir con ‘hache’. En cualquier caso, un gesto que parece desvincularse de su principal tarea: la defensa de una provincia a la que, en teoría, representa y protege.

Para dar y tomar

Los ya narrados no han sido sus únicos deslices. Durante el verano pasado, caracterizado por la crisis sanitaria, el diputado de Vox por Albacete aprovechó su perfil de personaje público para quejarse sobre la falta de libertad por las medidas tomadas por la Covid-19. Publicó, además, una foto ataviado con un traje en la tienda de moda Oteyza, en la madrileña y céntrica calle Conde de Xiquena, donde trabajan sastres a medida. La tienda de moda ha aprovechado para agradecer en Instagram el gesto a Lomana de fotografiarse en su tienda.

Por otro lado están los textos que acompañan a sus publicaciones, algunos de ellos realmente llamativos. Errores ortográficos o alusiones innecesarias a la pandemia (“Los fuertes sobreviven, los débiles no”) constituyen su vida en las redes, donde aprovecha para publicitar marcas o negar la importancia de la pandemia. Todo ello mientras ostenta su puesto como representante de VOX.

Sus huellas ya dejan entrever los conflictos sociales sobre los que se mueve, llegando incluso a acusar, megáfono en mano, a la alcaldesa del municipio de Yeste, Cortes Buendía (PSOE), utilizando descalificativos de bastante atrevimiento, como “terrorista democrática”.

Con todo, es posible que su discurso político se esconda entre la polémica, servida tanto a pie de calle como a través de Internet. No en vano, su grito de “LIBERTAD” a través de Instagram es un ataque, ya no solo al virus, sino al Gobierno y su actual gestión, frente a la cual se considera, como es obvio, contrario.