Así es el matrimonio de la ministra Teresa Ribera y Mariano Bacigalupo: Los 'controladores' de la luz

Límites de aire acondicionado a 27 grados, edificios públicos y comercios sin iluminación a partir de las 22 horas y calefacción con 19 grados de máxima. Estas son algunas de las medidas de ahorro energético que el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado este lunes para economizar un 7% el consumo de energía, como se han comprometido los países de la Unión Europea.

De esta forma, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha destacado que estas medidas de impulso de ahorro y eficiencia energética serán "un esfuerzo colectivo". Entre los planes mencionados, también se encuentra la convocatoria de una nueva subasta de renovables, con 3.300 MW para centrales eólicas (1.500 MW) y fotovoltaicas (1.800 MW) con punto de partida el 22 de noviembre.

Aunque la noticia de estas medidas de ahorro energético ya habían sido adelantadas el pasado viernes, la comparecencia de Ribera en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de este lunes ha levantado polémica entre líderes políticos de diferentes puntos del país como Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid o Abel Caballero desde la alcaldía de la ciudad de Vigo.

Teresa Ribera, en el epicentro de la polémica

Sin embargo, esta no es la primera polémica en la que se ve envuelta la ministra de Transición Ecológica –también miembro de la Comisión Mundial de Geopolítica de la Transformación Energética de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA); del consejo asesor del Stockholm Environment Institute y del Instituto francés de Investigación del Desarrollo (IRD), del consejo de liderazgo global de la Red de Naciones Unidas de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (UNSDSN) y co-presidenta el consejo asesor de la Red Española para el Desarrollo Sostenible–, como la reciente concesión de ayudas a las cuestionadas ONG ecologistas por los desastres ocasionados con los sucesivos incendios.

Teresa Ribera.

Una de las más sonadas guarda relación con su marido Mariano Bacigalupo, consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) desde 2017. Las últimas críticas a la pareja, donde incluso se acusó a la ministra Ribera de haber "enchufado" al argentino en la CNMC, llegaron por la protesta de Bacigalupo por el tratamiento informativo que se le dio a las subidas constantes del precio de la luz a finales de 2021.

Según Bacigalupo era "inaudito, insólito y no tiene parangón en Europa que los telediarios abran a diario con los precios del mercado eléctrico". "Los españoles miran con indignación las noticias a las 15 y a las 21 horas independientemente de la tarifa que pagan, la mayoría no tiene ni idea si es PVPC o mercado libre, ni saben lo que han pagado este mes o hace dos meses", añadía el marido de la ministra Ribera en el marco de la jornada sobre el sector eléctrico organizado por el Instituto de Investigación Tecnológica de Comillas ICAI y Enerclub.

Mariano Bacigalupo, uno de los socios más notables de la CNMC

Mariano Bacigalupo Saggese nació en Buenos Aires (Argentina) en 1968 y es profesor titular en el Departamento de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de la UNED, además de, como ya hemos dicho, consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El apellido Bacigalupo no es la primera vez que salta a los medios de comunicación. 

Mariano es hijo de Enrique Bacigalupo Zapater, catedrático de Derecho Penal, nacido en Argentina y que fue hasta 2011 Juez del Tribunal Supremo, en concreto, Magistrado de la Sala Segunda de lo Penal. Vinculado como su hijo al PSOE, Bacigalupo Zapater se centró entonces el sector privado. 

Enrique Bacigalupo.

Gran parte de sus apariciones en los medios de comunicación se produjeron hace dos décadas por el proceso que enfrentó al Juez Javier Gómez de Liaño a una acusación y después condena por prevaricación en el conocido como Caso Sogecable. Años después, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó a favor de Gómez de Liaño asegurando que su juicio no fue "independiente e imparcial". 

El caso Sogecable comenzó en el mes de mayo de 1997 cuando se produjo una querella contra el Grupo PRISA. Se acusaba a este grupo de utilizar de manera ilegal las fianzas que los abonados de Canal+ depositaban a cambio del aparato de conexión. Estas fianzas debían quedar en depósito y ser devueltas cuando los abonados se daban de baja y devolvían el aparato de la conexión en buen estado.

Tras su salida del Alto Tribunal, Bacigalupo fichó por el bufete DLA Pipe. Allí se encargó de otro asunto con importante repercusión en los medios: la defensa del exjugador del Barcelona Fútbol Club Lionel Messi ante su acusación por fraude fiscal. 

El enfrentamiento con Jordi Sevilla

Una repercusión en los medios que nunca quiso tener su hijo Mariano y que, con sus mencionadas declaraciones, pusieron en la picota a su mujer Teresa Ribero, que sortea un nuevo escándalo después del publicado por el diario El Mundo en 2020. Según el rotativo de Unidad Editorial, la ministra de Transición Ecológica había realizado llamadas al también socialista Jordi Sevilla para tratar de influir en las decisiones de la Red Eléctrica Española (REE), organismo del que ya no es responsable. 

Según el propio Sevilla, Ribera le solicitó no presentar un recurso contra la decisión aprobada por los consejeros de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, donde ya se encontraba Mariano Bacigalupo. Jordi Sevilla, considerado en el pasado 'sanchista', presentó su dimisión ante estas injerencias de la ministra. En Red Eléctrica Española el Estado posee algo más del 20 por ciento del capital. Ya en el momento de este escándalo Bacigalupo, marido de Ribera, era considerado uno de los consejeros más influyentes de la CNMC. Teresa Ribera quitó en ese momento importancia al affaire político con Jordi Sevilla y negó estas posibles injerencias.