27 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

ESTA MACROURBANIZACIÓN SEGOVIANA, AHORA EN MANOS DE ÓSCAR GIL MARÍN, SUFRIÓ EN JUNIO DE 1969 EL DERRUMBE DE SU RESTAURANTE, DONDE MURIERON 58 PERSONAS

Vuelve 'la tragedia' de Los Ángeles de San Rafael: La mega urbanización de Jesús Gil que acumula deudas y embargos

El Cierre Digital en La tragedia de Los Ángeles de San Rafael y Jesús Gil y Gil.
La tragedia de Los Ángeles de San Rafael y Jesús Gil y Gil.
Hace 55 años que la megaurbanización de Los Ángeles de San Rafael de Jesús Gil fue foco de una terrible tragedia. El 15 de junio de 1969 tuvo lugar el derrumbamiento de un restaurante de la urbanización durante la celebración de un acto de la cadena de alimentación Spar. En este accidente fallecieron 58 personas y hubo centenares de heridos. Ahora, la urbanización gestionada por Óscar Gil Marín se encuentra sumida en importantes problemas relacionados con embargos y deudas.

La urbanización segoviana de Los Ángeles de San Rafael siempre será recordada como escenario de una tragedia. Fue allí donde el 15 de junio 1969 se produjo el derrumbamiento del restaurante localizado en esta ubicación que sepultó a 58 personas. El constructor y propietario del restaurante, Jesús Gil y Gil, fue condenado a cinco años de prisión que finalmente acabaron en dos por un delito de homicidio involuntario. 

Ya han pasado 55 años de aquel fatídico día y la urbanización de Los Ángeles de San Rafael no ha hecho más que crecer con el paso del tiempo. No obstante, tanto la urbanización como su gestión han seguido estando rodeadas de polémicas.

Hace años que se iba a construir un complejo residencial de 5.000 viviendas, un centro comercial y un centro médico en las proximidades de la urbanización donde ocurrió el derrumbe. El nombre del enclave: Aster District. No obstante, esta ‘smart city’ ha sufrido complicaciones y sigue sin ser una realidad. 

Óscar Gil Marín.

Por otro lado, Óscar Gil Marín no para de acumular problemas por su gestión de la megaurbanización Los Ángeles de San Rafael (Segovia), donde se acumulan embargos y deudas. Las facturas impagadas están "a la orden del día", explicaban vecinos de la megaurbanización en conversaciones con elcierredigital.com. 

Así, Óscar Gil debe 118.000 euros a un célebre escultor afincado en una pequeña localidad segoviana a cuenta de las dos esculturas colocadas en el Club de Golf ASR (acrónimo de Ángeles de San Rafael). Y no son las únicas facturas sin pagar: jardineros, albañiles, electricistas y fontaneros reclaman deudas a este empresario que tiene algunas similitudes con su padre. 

La sucesión de hechos en la tragedia

La cadena de alimentación Spar, propiedad de los hermanos Pascual, había llegado a un acuerdo con Jesús Gil para celebrar el 15 de junio de 1969 un almuerzo-convención en el complejo residencial de Los Ángeles de San Rafael. Ese día estaba prevista la llegada a Segovia de medio millar de trabajadores de la cadena alimentaria. El viaje era interesante, ya que se les pagaba el trayecto hasta la histórica ciudad y para la comida sólo tenían que abonar 175 pesetas.

En total, Spar abonaría 400 pesetas por comensal que, aparte de varios gastos adicionales como vaquillas, bailes,etc., generaría a Gil y Gil unos cuantiosos beneficios: en torno a 300.000 pesetas de la época. Todo un gran negocio para el constructor soriano de Burgo de Osma, que siempre ha preferido el dinero a las cuestiones morales y éticas.

Imágenes de la tragedia de Los Ángeles de San Rafael. 

Dado el elevado número de participantes, se hacía necesaria la utilización del comedor antiguo y del nuevo, que estaba en fase de construcción. Jesús Gil no lo dudó. Puso a trabajar a destajo a sus obreros, para que los plazos de finalización de la obra, previstos para finales de julio, se adelantaran al 15 de junio. A pesar de ello, Gil se empeñó en celebrar allí el banquete. Quería el dinero de la cadena alimentaria a toda costa. 

La improvisación llegó a tal punto que los obreros cubrieron ventanas, paredes y tabiques con lonas, para que no se viera que había zonas sin rematar. Con la reunión de Spar se inauguraba ese comedor, sin que ningún funcionario autorizado lo inspeccionara con antelación, ni sus instalaciones ni las condiciones de seguridad exigidas.

Las 14:30 era la hora fijada en la tarjeta de invitación para que el almuerzo se iniciase. Minutos antes, un gran número de invitados se disputaban un sitio en la parte nueva del restaurante. Todos querían comer en el salón donde estaba situada la mesa presidencial, en la que figuraban, entre otros, el teniente alcalde de Segovia, Manuel Mosácula Álvaro, y el alcalde del pueblo de El Espinar, Antonio Vázquez Aparicio. Frente a ellos se acomodaron cerca de 150 personas, en cuatro largas filas de mesas que ocupaban superficie de 320 metros cuadrados.

Imágenes de la tragedia de Los Ángeles de San Rafael. 

A las 14:45 horas la mesa presidencial se puso en pie para que el sacerdote bendijera el almuerzo. No hubo tiempo para más. En un instante, el piso se vino abajo y las vigas de la cubierta se desprendieron, cayendo sobre un gran número de personas. Toda la zona ocupada por la presidencia se salvó, ya que se hallaba sobre pilares independientes, y también salieron ilesos los dos o tres primeros comensales de cada fila de mesas.

El cocinero del restaurante, Nemesio Santos Meco, fue la primera persona que avisó de la tragedia a Jesús Gil, que en el momento del hundimiento se encontraba alejado de ese lugar, en una de las oficinas de la urbanización. La situación dentro de la nave siniestrada era de caos total. Los muertos se amontonaban y los heridos pedían auxilio, mientras se presenciaban ciertas escenas de pillaje y dolor, con gritos y escenas dantescas de tragedia humana.

La presencia de Adolfo Suárez y el indulto de Jesús Gil

El alcalde de El Espinar dio el aviso al entonces Gobernador Civil de la provincia, que por entonces era Adolfo Suárez, quien había accedido al cargo un año antes, empezando así su escalada en la administración de la dictadura franquista antes de llegar a ser el primer presidente de la democracia.

Suárez no daba crédito a lo que veía. Tanto, que llegó a haber un forcejeo entre Jesús Gil y Adolfo Suárez. lo que ocasionó que Gil y Gil fuera encerrado en una habitación del complejo bajo custodia de la Guardia Civil ante el temor de que pudiera ser linchado públicamente. Desde entonces, las relaciones entre Gil y Suárez nunca volvieron a ser amistosas. El exalcalde de Marbella y dueño del Atlético de Madrid siempre le acusó de no asumir sus responsabilidades políticas en la tragedia.

Adolfo Suárez en la zona del desastre. 

En sus primeras declaraciones, Gregorio Jesús Gil y Gil asumió las indemnizaciones que hubiera que pagar a las víctimas, pero nunca reconoció su culpabilidad. Jesús Gil no había solicitado el correspondiente certificado de ampliación del restaurante en el sindicato provincial de Hostelería. En la Delegación Provincial de Segovia del Ministerio de Información y Turismo no había pedido tampoco el permiso correspondiente, ni había solicitado a la Delegación de Industria de Segovia la aprobación de la instalación eléctrica, que ni siquiera estaba montada.

Sobre las cuatro y media de la madrugada, un coche patrulla de la Policía Armada trasladaba a Gil y a sus colaboradores a la prisión provincial de Segovia. Gil ya descansaba a la sombra. Su sueño de poder se había convertido en una pesadilla. Su vida había cambiado radicalmente. Pasaba a ser considerado como un delincuente, confinado en un cubículo de tres por cuatro metros.

El 18 de junio el Juez Juan Manuel Orbe dictaba auto de procesamiento y prisión incondicional contra Jesús Gil y Gil. Cuarenta y ocho horas después de dictarse el auto de procesamiento, la fianza señalada no había sido aún depositada por Gil.

Ascenso y caída de Jesús Gil y Gil a 20 años de su muerte

Jesús Gil y Gil.

Ante este hecho el Juez ordenó el embargo y tasación de varios de los bienes del promotor soriano, así como la retención de 20 millones de pesetas que Gil tenía ingresados en distintos bancos de Madrid. También se procedió al embargo inicial de todo el complejo Los Ángeles de San Rafael, valorado en casi 400 millones de pesetas de la época.

Jesús Gil y Gil fue condenado a cinco años de cárcel por imprudencia temeraria (negligencia en la construcción por las prisas en inaugurar) y homicidio involuntario; pero el franquismo le indultó dos años después y salió de prisión en 1972, continuó su ascenso como empresario inmobiliario y acabó presidiendo el Atlético de Madrid y la alcaldía de Marbella.

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