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Una joven sonriente con cabello ondulado y oscuro, usando aretes rojos, frente a un fondo interior.
INVESTIGACIÓN

10 años de la desaparición de Malén Ortiz: nuevo testimonio y dudas

La familia de Malén Ortiz sigue buscando tras la reciente confesión de un hombre sobre su paradero.

Malén Zoe Ortiz Rodríguez desapareció el 2 de diciembre de 213 en Calviá, Islas Baleares. Son ya diez años desde que la joven fue vista por última vez a las tres y media de la tarde por una cámara de seguridad de los viveros de Sa Porrassa, en Magaluf (Mallorca), la grabó montando en su monopatín verde. Se trata de una desaparición rodeada de incógnitas de la que se han hallado pistas que puedan descifrar qué le pasó a Malén.

Tras no poder acceder a su casa la joven fue a la de su novio, Dani, pero nunca llegó a verle. Por lo tanto, algo le tuvo que pasar a Malén en el camino que había desde su casa hasta la de su novio que no llega ni al medio kilómetro. En un primer momento los investigadores interrogaron al novio de Malén y su casa fue registrada. Allí no había ni rastro de la desaparecida. 

En línea con el décimo aniversario de la desaparición, su familia, que no ha dejado de buscarla, organiza este sábado 2 de diciembre en Cineciutat un encuentro donde se proyectará un documental sobre el caso y relatarán su experiencia con el lema "Prohibido olvidar".

Las principales hipótesis

En el momento de su desaparición la joven también llevaba su teléfono móvil, que en estos diez años no ha aparecido y que cuando su novio se preocupó por ella salía apagado. Desde que la joven desapareció se barajaron dos hipótesis. La primera de ellas era que la joven había desaparecido de manera voluntaria debido a los problemas familiares que arrastraba. Esa hipótesis perdió toda fuerza cuando los investigadores descubrieron que Malén no se había llevado nada de casa. 

Al descartar al novio, a su madre y a su padre como sospechosos solo quedó la hipótesis de que se tratase de un secuestro improvisado. En el camino de su casa a la de su novio alguien podría haber visto a Malén sola y decidir llevársela a la fuerza o engañándola.  A esto hay que sumarle que Malén se equivocó de parada y no bajó en su parada habitual, por lo que nadie podía estar esperándola. 

Se busca a Malén Zoe Ortíz Rodríguez, desaparecida el 02/12/2013 en Calvia, Islas Baleares. Edad cuando desapareció: 15 años. Edad actual: 24 años. Altura: 1,60m. Peso: 55Kg. Pelo: largo y rizado. Color de pelo: castaño. Complexión: normal. Referencia: 22-01754. Asociación SOS Desaparecidos. Teléfonos: 34-649 952 957 / 34-617 126 909. Email: info@sosdesaparecidos.es
Ficha de la desaparición de Malén Ortiz. | SoSDesaparecidos

Tal y como informó El Español en marzo de este 2023, un sospechoso habría confesado donde está la joven que desapareció hace diez años. Se trata de José Ruiz, un hombre de 65 años que es enfermo crónico con trastorno delirante y se encuentra ingresado en un centro psiquiátrico. Malén pasó por su casa el día de su desaparición y este hombre fue interrogado pero dijo no saber nada de la joven. 

La Guardia Civil registró su coche y su domicilio, pero no encontraron ningún rastro de Malén. Lo que sí encontraron fueron imágenes de pornografía infantil. Días antes de la desaparición de Malén este hombre acosó por Facebook a una niña de ocho años. Años después, se enfrentó a dos denuncias por acosar a dos mujeres, una de ellas menor de edad. Ruiz confesó a varios trabajadores y compañeros del centro psiquiátrico en el que está ingresado que sabía dónde estaba el cadáver de Malén.

Una desaparición con muchas incógnitas

El día 2 de diciembre de 2013 Malén Zoe Ortiz Rodríguez, de 15 años, pasaba a engrosar el trágico listado de menores desaparecidas en España. Eran las tres y media de la tarde cuando una cámara de seguridad de los viveros de Sa Porrassa, en Magaluf (Mallorca), la grababa montando en su monopatín verde. Se dirigía a casa de su novio, Daniel Alba, para comer con él, ya que su padre, Alejandro, y su hermano, Bruno, con quienes convivía, no se encontraban en casa a aquella hora. Es su última imagen.

Malén vivía con su padre, Alejandro Ortiz, un pequeño empresario a cuya casa se trasladó en 2012, después de que un juez concediese la custodia de ambos hermanos al padre, tras denunciarse el supuesto abandono de la madre, Natalia Rodríguez, que se fue a trabajar a Tailandia.

Un grupo de personas sostiene una pancarta con la foto de una joven y el texto
Manifestación realizada en apoyo a la joven desaparecida. | El Cierre Digital

La última imagen que se conserva de la joven fue grabada en la fachada de los viveros, hasta salir de pantalla, justo donde comienza un camino semipeatonal que desdobla la carretera a Cala Figuera, en el pico oeste de la bahía de Palma, hasta cruzarse de nuevo con la carretera y la calle Tudó, recorrido que siempre hacía para llegar a casa de su novio. Ella se bajó en la parada de Cala Vinyes, cerca de su casa y, como su padre no estaba en el domicilio, llamó a su novio por teléfono para ir a casa de este, en Son Ferrer.

Sólo son trescientos metros de camino asfaltado y carril bici hasta el cruce, plagado de coches. En ese trayecto solo hay dos casas, una finca habitada y lujosa y otra abandonada. Nadie vio nada. “Ya no sé qué pensar. Está claro que no se fue por voluntad propia”, declaraba en 2014 su padre, Alejandro Ortiz, dos meses después de la desaparición.

Los problemas familiares y la recompensa ofrecida por el padre de Malén

Tras su desaparición, los padres se acusaron mutuamente de abandono y malos tratos. La policía buscó e investigó entre los familiares y amigos después de que la joven cargase contra su padre en la red social Ask.fm, además tenía cita con el psicólogo para contar “algo grave” un día después de su desaparición. La madre de Malén, Natalia Rodríguez, puso dos denuncias por malos tratos contra su exmarido, pero ambas fueron archivadas.

Alejandro Ortiz ofreció 30.000 euros a quien aportase alguna pista sobre el caso, que pronto suscitó la simpatía popular de los mallorquines, que se manifestaron pidiendo seguridad y más medios para buscar a Malén. Quince días después del suceso, tres desconocidos quisieron meter en un todoterreno a una joven magrebí, de 18 años, en Sa Pobla, pero la muchacha se resistió e hizo desistir a sus asaltantes.

Un hombre hablando frente a varios micrófonos con personas y una pared de piedra en el fondo.
El padre de Malén, Alejandro Ortiz. | El Cierre Digital

La Guardia Civil rastreó la zona por tierra, mar y aire en el mayor despliegue realizado en la isla. Trajeron buzos especializados y cientos de voluntarios ayudaron en estas tareas, pero Malén parecía haberse hecho invisible en esos 300 metros. Y así sigue siendo a día de hoy, a pesar de que su familia no cesa en su búsqueda.

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