02 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

No debe utilizarse la lejía directamente sino en soluciones con agua y nunca mezclarla con amoníaco, salfumán, alcohol o vinagre

Consejos y precauciones que debemos tener para una correcta limpieza de zonas infectadas por coronavirus

La limpieza de superficies es muy importante.
La limpieza de superficies es muy importante.
Una exhaustiva limpieza tanto interna como externa es necesaria en nuestro día a día para luchar contra el coronavirus. Desde la ropa hasta el cuerpo, expertos consultados por elcierredigital.com de la empresa Limpiezas El Oeste, especilizada en limpiar el COVID-19, nos dan las claves, consejos y precauciones sobre cómo usar desinfectantes comunes, como la lejía, para limpiar las superficie y cómo nunca se deben mezclar éstos con amoníaco, salfumán, alcohol o vinagre ni otros productos.

Todos conocemos los métodos tradicionales de limpieza, que hoy podemos encontrar en cualquier estantería de un supermercado, pero con la que nos ha caído con el máldito coronavirus (COVID-19) hay que saber con la mayor exactitud posible qué productos utilizar en cada caso. No es complicado, pero sí requiere un poco de lectura y esmero en el seguimiento de las recomendaciones. Una clave siempre a tener en cuenta es "jamás mezclar productos diferentes de limpieza".

Estos virus se inactivan tras cinco minutos de contacto con desinfectantes normales ,como la lejía doméstica, al igual que con el ozono o con el agua ionizada que utilizan las empresas especializadas en este tipo de desinfecciones, como Limpiezas El Oeste.

Desde esta empresa situada en Benidorm, explican a elcierredigital.com que "para el cuerpo de las personas o las zonas infectadas aplicar la lejía directamente resulta completamente agresivo y está descartado". De este modo, Limpiezas El Oeste recomienda realizar una solución de tres cuartos de agua y un cuarto de agua oxigenada o alcohol de 60º o superior.

Hay que diferenciar entre la limpieza donde han existido personas contagiadas con coronavirus, incluso personas fallecidas por esta causa, de lo que es pura prevención. En el primer caso se trata de una desinfección que debe hacerse por empresas profesionales con maquinaria y productos que aseguren una asepsia completa, por lo cual recomendamos dirigirse a ellas, y que constaten con certificado oficial la total desinfección. No admitir que una empresa de limpiezas especiales nos desinfecten con lejía y un paño.

La lejía vale pero no es recomendable siempre.

Ahora bien, en el segundo caso, cuando no hemos tenido en casa personas contagiadas, para prevenir los que todavía no lo hemos sufrido, existen métodos realmente eficaces, pero con una condición: que los sigamos a rajatabla.

Hoy en día la lejía, sola o aplicada en soluciones con agua, según los usos a que se destine, sigue siendo muy utilizada para la desinfección. Pero repetimos que no debe utilizarse la lejía directamente sino en soluciones con agua como después explicamos. Pero ojo, la lejía aun mezclada con agua es tóxica para los humanos y desgasta muchos materiales si se limpia con ella frecuentemente. Existen diversos fabricantes que ofrecen infinidad de productos de una clase o de otra, conteniendo la lejía como componente común.

Obviemos otros potentes agentes químicos como el amoníaco o el salfumán (conocido también como “agua fuerte”) que deben ser usados en casos mucho más extremos y con muchas precauciones, sobre todo para la piel y ojos. La combinación de lejía más amoniaco libera cloramina, un derivado del cloro que solo puede ser usado por expertos. No intentarlo porque no es necesario llegar a estos extremos para desinfectar el coronavirus.

Hay que limpiar también las casas en profundidad.

Tampoco debemos utilizar cloro, pues dicho elemento químico solo debe ser usado para higienizar el agua. Además su uso fuera de lo que es el agua, está prohibido por la normativa española (Orden Ministerial 4-2-1991 y distinta normativa concordante).

El cloro se suministra en forma de gas y de soluciones de hipoclorito y otros compuestos clorados en presentación sólida o líquida. Los efectos perjudiciales que pueden producir en la salud de los trabajadores que los manipulan, en los ciudadanos y en el medio ambiente son bien conocidos y constituyen la principal razón para la búsqueda de productos sustitutivos principalmente en su función desinfectante, y causa por la que está prohibido su uso, excepto para tratamientos de agua, como ya se ha explicado.

Qué usar y cómo

Hemos hecho referencia anteriormente a infinidad de productos que encontramos en las estanterías de los supermercados. Lo ideal hubiera sido a estas alturas que el Ministerio de Consumo hubiera realizado un estudio de los productos que ofrece el mercado español -tiempo han tenido ya en dos meses- y hubiera certificado con algún distintivo o etiquetado, para insertarlo en los propios productos, para resaltar de manera visible a los consumidores, que ese producto con ese indicativo es efectivo contra el coronavirus. Como no se ha tenido la delicadeza de hacer nada de esto, ni similar, por parte de la autoridad competente, vamos a proponer cómo hacerlo.

Hemos hablado de la lejía mezclada con agua, pero para las personas, aplicar así la lejía resulta completamente agresivo y está descartado, para la piel y especialmente para los ojos y partes sensibles del cuerpo. Por tanto, para el cuerpo hemos de recomendar sustituir la lejía por el agua oxigenada (H202: peróxido de hidrógeno) y/o el alcohol en determinados casos.

Pero hemos de diferenciar: Para desinfección de piel, manos, muñecas, brazos, cara, cuello y pelo, siempre el lavado con jabón con mucha espuma y durante 20 seg. mínimo. Cada virus porta una especie de lanza, gracias a las cuales penetran en las células y con el jabón se destruyen esas lanzas (no el virus) impidiendo que el virus entre en nuestras células que es de lo que se trata.

Soluciones fáciles y prácticas en cada caso

Solución 1, para desinfección del cuerpo humano: Realizar una solución de tres cuartos de agua y un cuarto de agua oxigenada o alcohol de 60º o superior y aplicar sobre manos, cara, cuello, brazos, pelo (el agua oxigenada pondrá el pelo más rubio) y piel en general, haciéndolo con un pulverizador. El pulverizador podemos comprarlo pero podemos tomarlo de cualquier recipiente de limpiacristales por ejemplo, o de cualquier otro que hayamos comprado previo su vaciamiento. Esta solucíón 1 es también muy recomendable para enjuagues bucales pero solo en el caso del agua oxigenada, no en el caso del alcohol.

Si se mezcla el alcohol con agua y un poco de jabón líquido también podremos usarlo para desinfectar en aquellos lugares con contacto de la piel pues al llevar esas gotas de detergente, ya no es tan agresivo, puesto que el alcohol solo con agua, reseca mucho la piel. Por tanto la única diferencia entre usar el alcohol o el agua oxigenada en nuestra solución 1  es que el alcohol, mezclado solo con agua, es mas agresivo para la piel y la reseca, pero como desinfectantes son similares.

Solución 2, para desinfección del resto de ropa y zapatos: Es decir todo lo que no es piel. Hágase lo mismo, pero realizar la solución, mitad de agua y mitad de agua oxigenada o mitad de alcohol. Ojo que el agua oxigenada y el alcohol también están empezando a escasear.

La limpieza profesional es la mejor opción por ahora.

Solución 3, la lejía: Está demostrada su eficacia contra el coronavirus, pero para aplicar a todo lo que no sea el cuerpo humano o animales, ni siquiera diluido en agua ya que para ello tenemos el alcohol y preferiblemente el agua oxigenada, como hemos explicado antes. Si tenemos alcohol o agua oxigenada es mejor que la lejía para todo, pero no queda mucho y hay que dosificarlo, por tanto donde se pueda usar lejía podemos usarla.

Para todo lo demás que no sea el cuerpo humano, sirve la lejía. Pero con una precaución. Si aplicamos lejía tener cuidado de no hacerlo en muebles, cuero, telas, plásticos, metacrilato, asientos de coche y salpicaderos, coches de bebe, etc. etc. etc. ya que por una vez que lo limpiemos con lejía, no pasa nada, pero haciéndolo habitualmente perjudicaremos la esencia de las cosas, perderán el color, la morfología y sus propiedades.

Desde Limpiezas El Oeste añaden que: "En conclusión la lejía es ideal para metales, cristal, suelos, sanitarios, espejos, encimeras, mármol, aluminio, loza, cerámica pintada, marcos de ventanas metálicos, ladrillo, y todo lo que no pueda ser abrasivo por la lejía. Y dado que escasea agua oxigenada y alcohol, hoy por hoy limpiar todo esto último con lejía. En general, y referido a los metales, se puede utilizar la lejía para todo aquello que no se oxide".

La desinfección con lejía puede realizarse con periodicidad en los objetos indicados. Igualmente las soluciones recomendadas de agua oxigenada y alcohol en la forma explicada puede utilizarse cuantas veces se desee, y principalmente cada vez que salgamos y entremos en nuestras casa, aunque solo sea para ir al supermercado.

No debemos preocuparnos por la lejía como vertido tóxico porque después de usarla la depositamos en los fregaderos o inodoros, y en contacto con las aguas residuales, pierde sus propiedades químicas y por tanto no contamina nuestros ríos ni mares.

Otras recomendaciones

El agua para beber debería ser solo agua mineral o hervida a 100 grados. El lavado de ropa siempre a más de 60 grados de temperatura, incluso los trapos darles un solo uso y lavar, no repetir limpiezas con el mismo trapo, mopa o microfibra. El lavavajillas también a más de 60 grados de temperatura y mínimo durante una hora.

Tras dos meses de debate ¿qué trabajo cuesta ponerse la mascarillas cuando salgamos de nuestro entorno de desinfección? Mejor ponérsela, resulta un poco incómoda pero puede ser nuestro seguro de vida. Las mascarillas quirúrgicas solo evitan que el contagiado lo propage a otras personas, y su precio a día de hoy está oscilando entre 2 y 5 euros. Las mascarillas FFP2 (en China llamadas KN95), sirven tanto para no contagiar a nadie como para no contagiarnos nosotros. Su precio oscila entre los 8-10 euros. Están muy por encima del precio de mercado de hace tres meses por ejemplo, pero es lo que hay.

Evitar la limpieza con papel de cocina ni otros papeles. Hacerlo con trapos, preferiblemente de microfibra. Siempre es mejor una limpieza frecuente de la casa y si preferimos limpiar los objetos con productos naturales, en lugar de hacerlo con lejía podemos usar, vinagre, jabón suave, y en caso de algo más fuerte: zumo de limón, bórax, bicarbonato, y hacerlo con esparto y/o estropajo, antes que dejar pasar mucho tiempo y que sea necesario el uso de limpiadores muy potentes pues al ser naturales no son tan enérgicos como la lejía.

El bórax es un potente limpiador.

El bórax es un excelente aliado contra la suciedad, las bacterias y todo tipo de insectos. Por este motivo, son muchas las personas que apuestan por el bórax para lavar suelos y paredes, desinfectar objetos, quitar manchas de muebles y de ropa, etc. Se puede encontrar en droguerías.

Tiempo de vida del virus

Al parecer el tiempo máximo de vida del coronavirus que hasta ahora se ha podido detectar son 6-7 días, y que el calor lo soporta mal, por tanto sería prolijo realizar un listado ejemplificativo de casa tipo de superficie. Pero metámonos en la cabeza que el máximo es el indicado de 6-7 días y así no correremos riesgos ni dudas.

La ventilación de habitáculos y habitaciones debe hacerse todos los días un buen rato. Otros productos del mercado como desengrasantes o limpiacristales ¿son eficaces contra el coronavirus? Para saberlo exactamente habría que analizar la composición de cada uno de ellos y ver si contienen virulicidas; por tanto no es algo que esté contrastado tecnológicamente. Como hemos dicho antes debió ser el Ministerio correspondiente quien debería haber regulado, previo test de cada producto, señalar con alguna etiqueta identificativa si es apto o no para desinfectar coronavirus. En general cuando el producto lleve lejía es eficaz, y puede serlo cuando indique ser desengrasante, pero no es 100 por cien seguro esto último, señalan desde la empresa especilizada Limpiezas El Oeste.

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