12 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

El fallecimiento del banquero llevó a rumores y tras una lucha familiar su primogénita se hizo con el poder de la primera entidad financiera española

Nueve años de la muerte de Emilio Botín y su sucesión en el Santander: Su hija Ana Patricia en 'guerra' con Pedro Sánchez

El Cierre Digital en Emilio Botín y Ana Patricia Botín con un cartel del banco Santander de fondo.
Emilio Botín y Ana Patricia Botín con un cartel del banco Santander de fondo.
El próximo mes Ana Patricia Botín cumplirá nueve años al frente del Banco Santander tras la muerte de su padre, Emilio Botín,en circunstancias nunca aclaradas del todo. La directiva de la primera entidad financiera del país está exultante porque la compañía está batiendo récord de beneficios a lomos de la subida de tipos de interés decretada por el BCE, pero sus 'derrotas' frente a Pedro Sánchez y el Grupo Prisa comprometen su influencia en España.

"Un ataque al corazón" fue el motivo oficial de la muerte de Emilio Botín el 9 de septiembre de 2014. Hace nueve años decía adiós el que fue patrón del Banco Santander durante tres décadas. Y lo hacía envuelto en algunas brumas que invitaron a que cuajaran teorías que tenían elementos reales. 

El periodista Jesús Cacho, gran conocedor de las entretelas 'santanderinas', confirmó que don Emilio preparaba matrimonio con una subordinada, María Sánchez del Corral, que fue despedida tras la muerte de su amante. 

Botín se había distanciado de Paloma O'Shea. De hecho, llevaban vidas separadas desde muchos años atrás, y la relación con su hija Ana Patricia tampoco parecía pasar por su mejor momento, ya que el enlace 'tardío' iba a remover herencias y poderes internos en el Santander. 

La teoría decía que Botín había sido asesinado en su casa de Somosaguas, aunque oficialmente murió en su residencia sita en los terrenos que el Santander dispone en Boadilla del Monte.

El banquero, según las malas lenguas, fue víctima de una conspiración familiar en la que habría participado uno de los amantes de su hija Ana Patricia. Pero esta versión no cuajó por falta de pruebas, ya que el juzgado número 1 de la Audiencia Nacional que dirige Santiago Pedraz archivó en 2015 una denuncia del empresario Juan Muñoz Boise, que indicaba que este culebrón fue veraz. 

La misma hipótesis intentó ser utilizada por el sindicato Manos Limpias para intentar chantajear a Ana Patricia Botín. Pocos meses después de la muerte de Emilio Botín, Miguel Bernard contactó con la presidenta para hacerle saber que tenía información "que atentaba contra la honorabilidad y buen nombre de su persona"

Bernard, según El Mundo, ejerció por interés de Ausbanc (Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios), que pretendía que el Santander le patrocinase un acto en Londres por valor de 230.000 euros con el que Luis Pineda quería seguir la rentable senda que recorrió con Emilio Botín, que autorizó pagos a Ausbanc por valor de alrededor de un millón de euros anuales.

Tras la muerte de Emilio Botín en 2014, la encargada de la presidencia ejecutiva del Banco Santander es su hija, Ana Patricia Botín. Antes de eso, llevaba en el consejo de la compañía desde el año 1989 y en 1992 fue nombrada directora general.

Durante los ya nueve años que lleva Ana Patricia al mando de la presidencia de la entidad financiera, el Santander ha vivido una gran transformación cultural al tiempo que ha logrado apuntalar el crecimiento y mejorar su rentabilidad y fortaleza.

Sánchez le dobla el brazo a Botín con impuestos y Prisa

Recientemente, la subida de los tipos de interés decidido por el BCE está disparando los beneficios de los principales bancos. El Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja han obtenido unos beneficios en España de 12.566 millones de euros durante el primer semestre del presente ejercicio. De ellos, 5.241 los ha obtenido el banco presidido por Ana Patricia Botín. 

El Banco Santander, que batió su récord histórico de beneficios en 2022 al sumar 9.605 millones en positivo, solo teme la indignación popular, ya que la ciudadanía está atónita al comprobar los beneficios bancarios logrados gracias la inestabilidad económica global y a las subidas de tipos para contener la inflación. 

Este enfado se contuvo porque el Gobierno de España dio luz verde hace unos meses a un impuesto de la banca, que impone un tipo del 4,8% sobre el margen de intereses y comisiones netas de las entidades por su negocio en España. Este impuesto y el de las eléctricas ha dotado al Estado de 1.500 millones de euros que han servido para reducir el déficit. 

El Banco Santander, dolido con La Moncloa, llegó a utilizar la web del banco, que no suele darse a comentar la actualidad, para decir que el impuesto era "un fraude de ley al eludir su imposición trámites parlamentarios esenciales para aprobar un impuesto, presentar graves problemas desde el punto de vista constitucional y vulnerar elementos esenciales del Derecho Comunitario". 

En otro artículo, el Santander añadía: "Resulta chocante la imposición de un gravamen que elude la consulta pública y todo informe preceptivo previo es ineficaz para luchar contra la inflación, además de tener efectos negativos en el crédito (50.000 millones menos según estimaciones del sector), en el PIB y en el empleo (destrucción de entre 25.000 y 35.000 puestos de trabajo). Además, acrecienta la inseguridad jurídica entre los inversores y reduce el retorno para los 6 millones de accionistas minoristas que tienen invertidos parte de sus ahorros en el sector bancario". 

Ana Patricia Botín. 

No fue la única victoria de Sánchez frente a Ana Patricia, dolida porque desde La Moncloa se promoviera la ruptura de los acuerdos del Santander con compañías como Telefónica para hacerse con el control de Prisa, que fue presidida hasta 2018 por el amigo íntimo de la presidenta del principal banco español, Javier Monzón

Las derrotas frente al 'sanchismo' de Ana Patricia horadan su influencia, a pesar de que en 2020 intentó convertirse en una estrella al conceder una entrevista a Jesús Calleja en la que apostó por vender una cercanía que no cuajó. 

Los 44 millones del 'casting' de Ana Patricia Botín 

Ana Patricia está exultante porque los beneficios tapan algunos de sus lamparones. Uno de los principales fue que la Audiencia Provincial de Madrid condenase este pasado mes de febrero al Banco Santander a abonar 44 millones de euros al que en 2018 fue anunciado como nuevo número dos del grupo, el italiano Andrea Orcel

Este dejó hace más de cinco años la presidencia del UBS Investment Bank para venirse a Madrid, pero Ana Patricia Botín se desdijo. En el Santander deslizan que la banquera se negó porque Orcel quería cobrar más de lo acordado (que se sumaba al bonus al que renunció del UBS y que el banco español le iba a compensar). Y otras voces sostienen que la banquera temía perder el control absolutísimo de la entidad de crédito. 

Sea como fuere, el fallo evidenció que Orcel no cobrará lo que pretendía, en principio 112 millones que posteriormente se habían rebajado hasta 51 y que finalmente serán 44 (30 de ellos en líquido), y que Botín faltó a la verdad cuando aseguró que no había fichado al italiano, con el que aseguró que simplemente había negociado. 

El fallido casting de Ana Patricia Botín le costará a los accionistas del Santander más de 40 millones de euros. La cantidad es difícilmente comprensible teniendo en cuenta que la empresaria acabó designando como consejero delegado a un hombre de la casa, Héctor Grisi, que ocupaba el puesto de consejero delegado de Santander México y responsable de la región de Norteamérica.

Andrea Orcel y Ana Patricia. 

El directivo ocupó el pasado año el hueco de José Antonio Álvarez, que arrastraba un cartel de interino desde hace cuatro años. Botín se mostró agradecida a Álvarez "por todo lo que ha aportado al Grupo en los últimos 20 años. Su liderazgo y dedicación han sido fundamentales para el éxito de Santander y para mí ha sido un apoyo muy importante en estos años. Estoy encantada de que siga en el consejo como vicepresidente no ejecutivo y estoy segura de que continuará siendo clave para el crecimiento de Santander en los próximos años". 

Botín aseguró tener "mucha confianza en Héctor. Acumula décadas de experiencia y un conocimiento profundo de nuestros mercados y nuestras líneas de negocio. Además, en estos años ha demostrado su liderazgo, trabajo en equipo y capacidad para crear valor para nuestros clientes y accionistas. Sus excelentes resultados como CEO de Santander México y responsable de Norteamérica hablan por sí mismos y son la mejor muestra de por qué el consejo le ha elegido para liderar el banco en esta nueva fase de crecimiento y transformación". 

La designación de Grisi implicó la promoción de Ángel Rivera, que fue designado consejero delegado del Santander en España tras haber trabajado con su 'jefe' en México. Rivera, con experiencia en el Banco Popular y una antigüedad en el banco de los Botín de una década, removió la cúpula de la filial española al nombrar nuevos responsables del área de Desarrollo Corporativo y Sostenibilidad, y también de Recursos Humanos. 

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