La dura resaca de la operación saudí carboniza a Álvarez-Pallete, incapaz de levantar la acción de Telefónica

José María Álvarez-Pallete todavía sostiene que se enteró de la irrupción de STC como primer accionista de Telefónica poco antes de que se conociera públicamente que el fondo soberano saudí había invertido 2.100 millones de euros.

Pero el crédito del directivo parece haberse agotado: en STC no quieren saber de él, de hecho han garantizado su inversión a través de Morgan Stanley; el fondo americano y accionista Blackrock vota en contra de sus emolumentos y es capaz de invertir 100 millones de euros 'contra' Telefónica; y La Caixa y el BBVA, que controlan alrededor del 5% de la teleco cada uno, le pedirán este miércoles explicaciones. 

Lo harán en el Consejo de Administración al que acudirán Isidre Fainé y José María Abril en representación de La Caixa y BBVA, con intención de que el presidente de Telefónica les narre la situación en la que se encuentra la teleco tras una operación secreta que ha inquietado al CNI, que se enteró de la operación por la prensa, y que ha enfadado a La Moncloa. 

La amistad de Pedro Sánchez con Álvarez-Pallete le ha servido a este último para al menos conseguir que el presidente del Gobierno no se sumase al coro de ministros que han mostrado su enfado por la entrada del fondo soberano de una teocracia en un sector tan sensible como son las telecomunicaciones. 

Crecimiento insuficiente

El directivo creía que la acción iba a propulsarse tras firmar la operación del año a nivel económico en España, pero el crecimiento ni siquiera ha llegado al 10% y tan solo ha servido para que el precio de la acción de Telefónica vuelva a blincar los 4 euros, que es algo que no sucedía desde este pasado mes de abril. 

Este insuficiente crecimiento complica la situación para Álvarez-Pallete, que en los últimos tiempos había intentado granjearse simpatías entre sus accionistas de tres formas, tal y como explican fuentes de al teleco: "rebajándose el sueldo, invirtiendo en acciones de la propia compañía y rescatando el viejo y contraproducente librillo de César Alierta de repartir dividendos mientras mengua el precio de la acción". 

La Caixa no le ha dejado caer

La Caixa, tal y como explicamos hace unos días, lleva muchos meses sosteniendo la acción de Telefónica, invirtiendo cuando tenía un precio más alto, y ahora, cuando las acciones han bajado a cuenta de la caída provocada por una alianza producida en Alemania contra los intereses de la filial de la española, ha visto cómo STC se quiere convertir en primer accionista. 

Álvarez-Pallete. 

Pese a ello, Criteria Caixa invirtió 1.250.000 euros en 325.000 títulos de la teleco en las cinco sesiones posteriores a la irrupción de STC en Telefónica. Esta decisión parece mostrar una prórroga de la confianza que Isidre Fainé tiene en Álvarez-Pallete, con el que también tiene una relación de amistad. 

Fuentes de Telefónica explican a Elcierredigital.com que Fainé ha alabado en varias ocasiones a Álvarez-Pallete en público, del que destaca su apuesta por los "valores", y recuerdan que el histórico banquero catalán ha querido mantener la buena relación que tenía con el antecesor en la presidencia de Telefónica, César Alierta. 

Fainé, que renovó recientemente como consejero de Telefónica durante cuatro años, ha demostrado su sintonía personal con Álvarez-Pallete, que en más de una ocasión se ha acercado a Menorca en los agostos en los que el banquero descansa con su familia.

"Se veía muerto"

Fuentes de la teleco explican a Elcierredigital.com que Álvarez-Pallete impulsó esta operación para disparar la acción de Telefónica porque "se veía muerto ya que creía que su amigo Pedro Sánchez iba a caer el 23J y que Alberto Núñez Feijóo quería a Pablo Isla en su puesto", tal y como desveló hace unas semanas Elcierredigital.com. 

El plan, añaden, "está urdido por el presidente de Telefónica durante varios viajes recientes a Riad y ejecutado por su intermediario y amigo Javier del Valle", que trabajó tiempo atrás para la empresa española. 

El directivo pensaba que la operación iba a ser un bálsamo para la acción de Telefónica, que ni por esas ha levantado demasiado el vuelo. Fuentes del sector bursátil aseguran que la falta de un repunte es "inaudito" y digno de la escasa confianza que genera la teleco en los mercados.