La Seguridad Social no hace excepciones: si haces esto, despídete de la pensión

La pensión por incapacidad permanente es un recurso vital para quienes, por problemas de salud, han tenido que dejar sus empleos. Sin embargo, la realidad es que este tipo de ayuda económica suele ser inferior al salario que se recibía en activo. Lo que representa un reto económico para muchos.

Peor aún, existe la posibilidad de perder una parte de esta pensión en determinadas circunstancias. Te explicamos cuándo y por qué podrías ver una reducción en tu prestación.

¿Qué es la pensión por incapacidad permanente?

La pensión por incapacidad permanente tiene como objetivo cubrir la pérdida de ingresos que un trabajador sufre cuando, debido a una enfermedad o accidente, ve su capacidad laboral reducida o anulada. Según la Seguridad Social, es una prestación destinada a proteger a las personas que ya no pueden desempeñar sus tareas habituales por su salud.

El proceso para recibir esta pensión no es sencillo. Depende de varios factores, como el grado de la incapacidad y los requisitos que exige la Seguridad Social. Además, la cuantía de la pensión varía según la gravedad del problema de salud que enfrenta el trabajador.

Los grados de incapacidad

Dependiendo del grado de incapacidad, las prestaciones económicas también cambian. La Seguridad Social define diferentes grados de incapacidad permanente de la siguiente manera. Toma nota.

La gran invalidez es el nivel más severo, y otorga el 100% de la pensión, más un complemento económico para quienes necesitan asistencia diaria. La incapacidad permanente absoluta también ofrece el 100% de la base reguladora, pues el beneficiario no puede realizar ninguna actividad laboral.

La incapacidad permanente total permite que la persona afectada desempeñe otro tipo de trabajo, aunque su pensión puede variar según los casos. Finalmente, la incapacidad permanente parcial implica una indemnización única, que corresponde a veinticuatro mensualidades de la base reguladora.

El aumento del 20% en la pensión

En casos de incapacidad permanente total, la pensión estándar es del 55% de la base reguladora del trabajador. Sin embargo, existe un beneficio adicional que puede incrementar este porcentaje en un 20%, llegando así al 75%. Este aumento se otorga cuando el trabajador tiene serias dificultades para encontrar empleo en una actividad distinta a la que realizaba previamente.

Este incremento adicional es crucial para muchas personas que, debido a su incapacidad, encuentran casi imposible reincorporarse al mercado laboral en otros sectores. Sin embargo, este beneficio no está garantizado para siempre.

Cuándo se pierde el aumento del 20%

El incremento del 20% en la pensión por incapacidad permanente total puede perderse en ciertos casos. Aquí están las principales situaciones en las que la Seguridad Social puede retirar esta bonificación, te las contamos a continuación.

Si la persona beneficiaria empieza a realizar trabajos por cuenta ajena o propia, perderá el derecho a este aumento. Ya sea de forma regular o esporádica. El simple hecho de reincorporarse al mercado laboral es motivo suficiente para retirar esta ayuda adicional.

Otra situación que puede provocar la pérdida de este incremento es la percepción de otras prestaciones de la Seguridad Social derivadas de su nuevo empleo. Prestaciones como el subsidio por incapacidad temporal o la prestación por maternidad son algunas de las que pueden desencadenar la retirada del beneficio.

Incluso en el caso de prestaciones de desempleo, si estas derivan de actividades laborales recientes, también se podría perder el derecho al aumento del 20%. Esto significa que cualquier relación laboral nueva podría implicar la reducción de la pensión.

Como vemos, conocer las normativas y actuar con cautela frente a nuevas oportunidades laborales o prestaciones es esencial para no verse afectado económicamente. La información es la mejor herramienta para asegurarte de que recibes todo lo que te corresponde.