
Las medidas del Gobierno fracasan: la vivienda se encarece más que nunca
Cerca del 11% la nueva y un 8% la de segunda mano
Las políticas de vivienda del Gobierno no solo han fracasado en contener los precios, sino que han agravado la crisis inmobiliaria. En 2024, el precio de la vivienda libre se disparó un 8,4%, más del doble que el año anterior y el mayor incremento desde 2007, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las regiones más afectadas fueron Navarra, Andalucía y Aragón, donde los precios subieron más de un 10%.
El impacto de las medidas gubernamentales ha sido el contrario al esperado. A pesar de las restricciones impuestas para regular el mercado, el precio de la vivienda nueva subió un 10,9% y el de la vivienda usada un 8%. En el último trimestre de 2024, el aumento se intensificó, con un 11,3% interanual, un nivel que no se veía desde la burbuja inmobiliaria de 2007.
Mientras el Gobierno defendía la intervención del mercado como solución, la realidad ha demostrado lo contrario: la oferta de vivienda se ha reducido, la demanda ha aumentado y los precios han seguido al alza sin freno. La declaración de zonas tensionadas y las limitaciones a los alquileres no han hecho más que empujar a los propietarios a retirar sus inmuebles del mercado, lo que ha intensificado aún más el problema.
Con un panorama cada vez más complicado para los ciudadanos, expertos del sector inmobiliario advierten que sin un cambio en las políticas, la tendencia seguirá empeorando. En lugar de favorecer la construcción y facilitar el acceso a la vivienda, las medidas adoptadas han generado incertidumbre y escasez, dejando a miles de personas con menos opciones y precios más altos.
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