Hacienda da una noticia que beneficia, y mucho, a todos estos trabajadores

Hacienda ha introducido no hace mucho una medida que cambia el panorama para los autónomos que gestionan una empresa. Ahora es posible deducir las nóminas en el Impuesto de Sociedades.

Este cambio ofrece un alivio fiscal significativo para aquellos que desempeñan funciones administrativas en sus empresas y les permite optimizar su carga tributaria. Algo que en años anteriores generaba cierta controversia y dudas.

La deducción de la nómina, paso a paso  

Hacienda ha aclarado que la remuneración que perciben los autónomos en su papel de administradores puede ser deducida en el Impuesto de Sociedades. Siempre y cuando responda a servicios prestados para generar ingresos en la empresa.

Esta decisión encuentra respaldo en diversas sentencias del Tribunal Supremo. El cual en los últimos años ha señalado que cuando el administrador percibe una retribución por sus funciones, no se debe tratar como un gasto superfluo o injustificado. Aunque los estatutos de la empresa no mencionen de manera explícita el carácter remunerado del cargo, la deducción es válida.

El papel del IRPF de Hacienda en estas deducciones  

Las remuneraciones de los administradores se consideran rendimientos del trabajo en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta doble tributación a Hacienda, en IRPF para el administrador y en el Impuesto de Sociedades para la empresa, había suscitado críticas. Era así la falta de coherencia en el tratamiento fiscal.

Con la nueva medida, Hacienda permite que la deducción se realice sin mayores inconvenientes, asegurando que la tributación sea equitativa.

Para los autónomos que gestionan su empresa, esto significa que podrán deducir el gasto relacionado con su nómina. Al igual que se deducen otros gastos necesarios para la obtención de ingresos en la actividad empresarial.

¿Qué ocurre si la remuneración no está especificada en los estatutos?  

Uno de los puntos más relevantes de este cambio de Hacienda es que la deducción es válida incluso si los estatutos de la empresa no prevén la remuneración del administrador. Anteriormente, esto había sido un obstáculo para muchas empresas, ya que los inspectores fiscales podían considerar la retribución como una liberalidad.

Sin embargo, se ha aclarado que el hecho de que los estatutos no establezcan un carácter remunerado no impide la deducción del gasto en el Impuesto de Sociedades. Gracias a las sentencias del Tribunal Supremo.

Consejos para aplicar esta deducción de Hacienda de forma correcta  

Para beneficiarse de esta medida de Hacienda, es importante tener en cuenta algunos aspectos. La empresa deberá poder justificar que la remuneración está vinculada a los servicios prestados para la obtención de ingresos. Lo cual no debería representar un problema si el administrador desempeña un papel activo en la gestión del negocio.

Además, se recomienda llevar un registro claro y detallado de las funciones del administrador. Ya que esto puede facilitar las explicaciones ante cualquier posible requerimiento de Hacienda.

Asimismo, es aconsejable revisar y actualizar los estatutos de la empresa, aunque no sea un requisito para aplicar la deducción. Si se especifica que el cargo de administrador es remunerado, se reducirán las posibles complicaciones ante inspecciones fiscales.