Este grupo de españoles podrá jubilarse a los 61 años en 2025: solo un requisito

El sistema de pensiones en España ha experimentado cambios significativos en los últimos años, con la edad de jubilación progresivamente aumentando y los requisitos endureciéndose. Lo que antes era una jubilación garantizada a los 65 años, cobrando el total de la pensión, ahora requiere que se cumplan varias condiciones estrictas.

Este 2024, la edad mínima de jubilación se sitúa en 65 años, siempre que se hayan cotizado al menos 38 años en la Seguridad Social. Si no se cumple con este tiempo, la jubilación se retrasará hasta los 66 años y medio.

Para el año 2025, el panorama cambia nuevamente. Los trabajadores que deseen retirarse a los 65 años deberán haber cotizado, al menos, 38 años y tres meses.

Si no han llegado a esta cifra, la edad de jubilación se incrementará hasta los 66 años y ocho meses. En 2027, esta cifra volverá a elevarse para quienes quieran acceder a la jubilación a los 65 años. Se exigirá un mínimo de 38 años y medio de cotización; en caso contrario, la jubilación se retrasará hasta los 67 años.

Jubilación anticipada a los 61 años: una opción para 2025

Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2025, una nueva posibilidad se abrirá para ciertos trabajadores. Algunos españoles podrán jubilarse a los 61 años, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos específicos.

Esta jubilación anticipada involuntaria está dirigida a aquellos que han perdido su empleo de manera forzosa debido a reestructuraciones empresariales, EREs o situaciones similares. Este es un derecho reservado para aquellos que se encuentran sin otra alternativa.

Para acceder a la jubilación a los 61 años bajo esta modalidad, los trabajadores deben cumplir con varios requisitos. El primero es haber sido despedidos por causas ajenas a su voluntad, como puede ser un despido colectivo o el cierre de la empresa.

Además, deben haber cotizado al menos 33 años a la Seguridad Social. Un requisito que asegura que el trabajador ha contribuido de manera significativa al sistema a lo largo de su carrera laboral.

Otro requisito clave es la inscripción en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) como demandante de empleo durante al menos seis meses después de la finalización de su contrato laboral. Esta condición es crucial para poder acceder a la jubilación anticipada a los 61 años. Dado que demuestra que el trabajador ha buscado activamente empleo durante un tiempo considerable antes de optar por la jubilación.

Penalización en la pensión: un aspecto a considerar

Es importante tener en cuenta que la jubilación anticipada involuntaria a los 61 años conlleva una reducción en la pensión que recibirá el trabajador. Esta penalización varía según los años cotizados y los años que faltan para alcanzar la edad legal de jubilación. Por lo tanto, aquellos que opten por esta vía deberán estar preparados para una pensión reducida, lo que podría afectar significativamente su nivel de vida durante la jubilación.

Existen, sin embargo, algunas excepciones a esta regla. En casos de trabajos especialmente penosos, peligrosos o tóxicos, o en situaciones de discapacidad, los trabajadores pueden jubilarse de manera anticipada sin sufrir una penalización en su pensión. Además, ciertos colectivos, como los trabajadores del sector minero, ferroviario y de las Fuerzas Armadas, pueden acceder a la jubilación anticipada bajo condiciones más favorables.

¿Es la jubilación anticipada a los 61 años la mejor opción?

La posibilidad de jubilarse a los 61 años en 2025 ofrece una salida anticipada para muchos trabajadores que se han visto afectados por despidos involuntarios o reestructuraciones empresariales. Sin embargo, esta opción viene acompañada de requisitos muy estrictos y de una penalización económica importante.

Por lo tanto, es fundamental que quienes consideren esta opción estén bien informados. Y tomen decisiones basadas en un análisis detallado de su situación personal y laboral.

Además, la decisión de acogerse a la jubilación anticipada involuntaria debe sopesarse cuidadosamente. Y es que, aunque permite retirarse del mercado laboral antes, también puede implicar una reducción sustancial en los ingresos durante la jubilación. Por ello, es esencial evaluar todos los factores y considerar otras alternativas disponibles antes de tomar una decisión definitiva.