Los criterios que sigue el Tribunal Médico para conceder la pensión por incapacidad

La pensión por incapacidad permanente es un beneficio que otorga la Seguridad Social a aquellos trabajadores que, debido a una enfermedad o accidente, no pueden continuar desempeñando su trabajo.

Para determinar si una persona es elegible para esta pensión, el Tribunal Médico sigue una serie de criterios estrictos y un procedimiento exhaustivo.

Procedimiento del Tribunal Médico para conceder la pensión por incapacidad

El proceso para obtener una pensión por incapacidad comienza con la solicitud del trabajador afectado. Esta solicitud debe ir acompañada de un informe médico detallado que describa la enfermedad o lesión y su impacto en la capacidad laboral del solicitante.

Una vez recibida la solicitud, el Tribunal Médico inicia un procedimiento que incluye las siguientes etapas:

1. Evaluación médica

Un grupo de médicos especialistas examina al solicitante y revisa toda la documentación médica presentada. Esta evaluación es fundamental para determinar el grado de afectación y la capacidad residual del trabajador.

2. Análisis de la historia laboral

Además de la evaluación médica, se revisa la historia laboral del solicitante para verificar el tipo de trabajos realizados y cómo la enfermedad o lesión afecta su desempeño.

3. Valoración de las capacidades funcionales

Se evalúan las capacidades físicas y mentales del trabajador, considerando la posibilidad de realizar otras tareas o adaptaciones en el puesto de trabajo.

4. Dictamen del Tribunal Médico

Tras la evaluación, el Tribunal emite un dictamen que puede recomendar la concesión de la pensión por incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez, o denegar la solicitud si considera que el solicitante aún puede trabajar.

Criterios para conceder la pensión por incapacidad

El Tribunal Médico basa su decisión en varios criterios clave:

• Grado de afectación: Se analiza el grado en que la enfermedad o lesión afecta la capacidad del trabajador para realizar su trabajo habitual o cualquier otro trabajo.
• Duración de la incapacidad: La incapacidad debe ser permanente o de larga duración para calificar para la pensión.
• Edad y formación profesional: Se considera la edad del solicitante y su formación profesional para determinar la posibilidad de reubicación laboral en un puesto adaptado.
• Pronóstico de recuperación: Si existe la posibilidad de recuperación, aunque sea parcial, el Tribunal puede recomendar tratamientos adicionales en lugar de conceder la pensión.

Los grados de una pensión por incapacidad permanente

Existen diferentes grados de pensión por incapacidad permanente, cada uno con características específicas:

• Incapacidad Permanente Parcial: Esta pensión se concede cuando la capacidad del trabajador está reducida en al menos un 33%, pero aún puede realizar las tareas fundamentales de su trabajo.
• Incapacidad Permanente Total: Se otorga cuando el trabajador no puede desempeñar su profesión habitual, aunque puede realizar otro tipo de trabajos.
• Incapacidad Permanente Absoluta: En este caso, el trabajador no puede realizar ninguna actividad laboral, debido a la gravedad de su condición.
• Gran Invalidez: Es el grado más alto de incapacidad y se concede a aquellos que, además de no poder trabajar, necesitan asistencia de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria.

Requisitos para solicitar la pensión por incapacidad

Para solicitar la pensión por incapacidad, es necesario contar con una cotización previa. Dependiendo de la edad y del tipo de incapacidad, se exige haber cotizado un mínimo de años a la Seguridad Social.

Asimismo, el solicitante debe estar en situación de alta en la Seguridad Social o en una situación asimilada al alta en el momento de la solicitud. Por último, es indispensable presentar un informe médico detallado que justifique la incapacidad.