
La tragedia griega 'Orestiada' vuelve a Madrid con Ernesto Caballero: La nueva versión
La obra escrita hace 2.500 años se estrena en el teatro Abadía y plantea un conflicto sobre el destino de los humanos
La Orestíada, de Esquilo, plantea un conflicto esencial: el origen y el destino del ser humano. Aunque fue escrita hace 2.500 años, su mensaje sigue siendo profundamente actual. Esquilo, poeta dramático ateniense, escribió esta trilogía con la intención de romper los ciclos de venganza y proponer una justicia basada en el consenso cívico.
Nacido en Eleusis, Ática, hacia el 525 a.C., Esquilo pertenecía a una familia noble. Participó en las guerras médicas, luchando en Maratón, Salamina y Platea. Es testigo directo del surgimiento de la democracia ateniense, y esa experiencia se refleja en su teatro.
En Las suplicantes, introduce la noción del “poder del pueblo”. En Las Euménides, se representa la creación del Areópago, tribunal que juzga homicidios, anticipando reformas democráticas como la de Efialtes.
La Orestíada está compuesta por tres tragedias: Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides. Esquilo utiliza en ella recursos teatrales innovadores, como el tercer actor y la estructura del “agón” (disputa). En Agamenón, vemos enfrentarse a Clitemnestra y su esposo, mientras Casandra presencia la escena en silencio.

El centro de interés en Esquilo no son los personajes, sino la situación y su evolución. Aun así, Clitemnestra es un personaje especialmente trabajado. En Agamenón, su capacidad de fingir y su fuerza emocional la convierten en una de las figuras más complejas del teatro griego. Esquilo destaca también por su uso de metáforas, símiles y un lenguaje simbólico constante a lo largo de las obras.
Los coros en sus tragedias son fundamentales. Dotados de personalidad propia, combinan palabra, música y danza para enfatizar los temas centrales. Ejemplos notables son las Danaides y las Erinias, protagonistas en algunos de sus dramas.
A través de sus personajes, atrapados en ciclos de odio y venganza, Esquilo propone un giro inesperado: dioses y humanos colaboran para instaurar una justicia civil, sustituyendo la venganza por instituciones legales. Así, nace un nuevo orden social.
La versión actual de Orestíada,dirigida por Ernesto Caballero y con dramaturgia de Karina Garantivá, busca tender un puente entre los mitos griegos y nuestra realidad. El montaje cuenta con un elenco formado por Marta Poveda, Gabriel Garbisu, Olivia Baglivi, Nicolás Illoro y Alberto Fonseca, con Juan Mayorga como director artístico.
Según Mayorga, la propuesta está atravesada por la crisis moral actual. Los conflictos bélicos y el odio nos obligan a reflexionar sobre el presente. “Nuestro horizonte está en Atenas”, afirma, destacando el valor del teatro como espacio de reflexión colectiva.

El Teatro de La Abadía mantiene una conexión constante con el teatro griego, lo que hace natural acoger este montaje, coincidiendo además con el 30 aniversario de la institución.
La historia de Orestíada gira en torno a los Átridas: Clitemnestra, Agamenón, Egisto, Electra, Ifigenia y Orestes. Son personajes nobles, pero también cercanos, atrapados en una cadena de violencia donde cada crimen exige venganza. La nueva versión respeta profundamente el texto original y dialoga con Esquilo de tú a tú.
Marta Poveda, que interpreta a Clitemnestra, afirma que su personaje carga con un legado de dolor que la impulsa hacia el odio. Nicolás Illoro, como Orestes, destaca el peso de la cultura y la familia en las decisiones personales. Alberto Fonseca señala que todos los personajes tienen motivos comprensibles para sus actos.
La música tiene un papel fundamental. Bastian Iglesias utiliza el theremin, un instrumento vanguardista que emula sonidos de la antigua Grecia y será interpretado en directo. La puesta en escena es sobria, con luces de camerino, espejos, maquillaje y flores. El vestuario mezcla fantasía y elegancia, con predominio del blanco, el negro y las sedas. La obra se presenta hasta el 4 de mayo, de martes a domingo.
Ernesto Caballero: Más de cuatro décadas al servicio del teatro
Dramaturgo, director y maestro de actores, Ernesto Caballero (Madrid, 1958) es uno de los referentes del teatro español contemporáneo. Licenciado en Filología Hispánica, ha desarrollado una trayectoria coherente y comprometida con la renovación de la escena.
Fue director del Centro Dramático Nacional entre 2011 y 2019, etapa en la que impulsó una programación plural, abierta a nuevas dramaturgias y a la recuperación de autores clásicos.

Es autor de más de una treintena de obras, entre las que destacan Auto, Un busto al cuerpo, La tortuga de Darwin, Reina Juana y La autora de las Meninas. Su estilo combina agudeza intelectual, compromiso político y humor. También ha trabajado con textos de Cervantes, Lope de Vega, Valle-Inclán o Galdós, aportando una mirada actualizada y escénicamente potente.
Caballero ha ejercido la docencia en la RESAD y en diversos centros de formación. Su compañía Teatro El Cruce ha sido una plataforma para la investigación escénica y el pensamiento crítico. En su trabajo conviven la pasión por la palabra y la atención al cuerpo del actor como motor expresivo.
Karina Garantivá: La mirada contemporánea de la tragedia
Actriz, directora y dramaturga, Karina Garantivá (La Guajira, Colombia, 1980) ha consolidado su carrera en España desde que se formó en la RESAD en interpretación gestual.
Su enfoque artístico está marcado por el compromiso social y la búsqueda de lenguajes escénicos híbridos. Como actriz ha trabajado con directores como Ernesto Caballero (Presas) y ha participado en montajes como Maniquís, Doña Perfecta, La fiesta de los jueces, o Las Amazonas.
En 2012 fundó la compañía Primas de Riesgo, desde la que ha desarrollado una labor autoral y de dirección. Su obra Runners fue seleccionada en el programa Escritos en la Escena de La Abadía, con gran acogida crítica. También ha dirigido Naces, consumes, mueres, un alegato escénico contra el individualismo neoliberal.
En Orestíada, Garantivá firma una dramaturgia que respeta la densidad del texto clásico pero propone un enfoque escénico contemporáneo, poniendo el foco en la responsabilidad individual dentro del ciclo de violencia. Su trabajo se basa en el cuerpo, la imagen y la transformación simbólica.
Marta Poveda: Intensidad y magnetismo en escena
Marta Poveda es una de las actrices más potentes de su generación. Su formación incluye estudios en la RESAD y una sólida carrera tanto en teatro como en televisión y cine. En escena ha trabajado a las órdenes de Mario Gas, Helena Pimenta, Alfredo Sanzol o Carme Portaceli, y ha brillado en grandes clásicos como Macbeth, La vida es sueño, El idiota, Cyrano de Bergerac, El banquete o Malvivir.
Su interpretación de la pícara Elena en Malvivir ha sido aclamada por su fuerza física y su capacidad de transitar por el drama y la comedia. En televisión ha participado en series como Cuéntame cómo pasó, El ministerio del tiempo o Cristo y Rey, y en cine en películas como La punta del iceberg, Viento Sur o Apocalipsis Z, próxima a estrenarse en Prime Video.
Dotada de una gran expresividad corporal y una voz poderosa, Poveda es capaz de construir personajes complejos y contradictorios. Su Clitemnestra en Orestíada es una figura trágica y política, atravesada por el dolor, la ira y la lucidez.
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