El Cierre Digital La saga de los Montarco: Vínculo con la Falange, dos matrimonios y una guerra familiar
Charo Palacios fue vinculada sentimentalmente a un portero portugués.
Desde el pasado jueves la saga aristocrática de los Montarco ha saltado a la palestra mediática a raíz de la publicación de ‘King Corp’, libro escrito por los periodistas José María Olmo y David Fernández. En él se desgrana la figura del rey Emérito Juan Carlos I y se descubre la existencia de una supuesta hija secreta. Una existencia, afirman los autores, de la que era conocedora la Casa Real Española. En la citada obra se ha revelado el nombre de la que sería la cuarta hija del rey Emérito. Los autores señalan que se llama Alejandra y es hija de unaaristócrata levemente mayor que el monarca.
Con dichos datos, las especulaciones sobre la verdadera identidad de la supuesta hermana del rey Felipe VI no han tardado en llegar y muchos medios han apuntado a que se trataría de la aristócrata Alejandra de Rojas, hija de la fallecida Charo Palacios, condesa viuda de Montarco, una conocida aristócrata a la que elcierredigital.com ha dedicado varias publicaciones.
No obstante, los rumores sobre la identidad de la supuesta hija secreta no han cesado. Tal y como han declarado fuentes familiares de la saga de los Montarco a elcierredigital.com " por tanto presumir acabará saliendo la verdad". Una frase que daría lugar a rumores sobre un supuesto romance entre la modelo y el Emérito.
Aunque esta información ha sido negada con rotundidad por parte de su hermana por parte de padre, Ana de Rojas, quien ha afirmado que Alejandra de Rojas, con la que desde que murió su padre, en 2005, no mantiene ninguna relación con ellos no es hija de Juan Carlos de Borbón.
Sin embargo, en declaraciones la Gaceta de Salamanca Ana de Rojas ha recalcado que todos en la familia del conde Montarco sabían que no era hija de su padre: “Genéticamente no tiene nada que ver con los Rojas, que somos bajitos y con rasgos indianos. Muchas veces nos preguntábamos de dónde había salido esa belleza y elucubrábamos si sería hija de un portugués llamado Rui, amigo de Charo, que aparecía y desaparecía y era guapísimo”. Según ha podido saber elcierredigital.com Rui, “es un atractivo portero de fincas, quien en la actualidad reside en Portugal y tiene 87 años”.
El condado de los Montarco
Eduardo de Rojas Ordoñez, padre de Alejandra de Rojas fue el quinto miembro de la saga familiar de los Montarco en ostentar el título de Conde de Montarco de la Peña de Badija, designación concedida por parte del monarca Carlos IV al fiscal de consejo de Hacienda el 3 de diciembre de 1789.
No fue hasta el reinado de Alfonso XII cuando se dio un cambio en la denominación y el título fue concedido ex novo el 21 de mayo de 1879. No fue hasta el 4 de febrero de 1929 y mediante una real carta de sucesión a favor de Eduardo de Rojas y Ordóñez, uno de los miembros de la Falange Española. Tras el fallecimiento del conde en 2005, fue Joaquín del Zuazo Rojas, nieto del conde de Montarco quien ostenta el título tras la renuncia de su hermano Rodrigo Zuazo de Rojas.
Palacio de Montarco.
La saga de los Montarco tiene gran presencia en la provincia de Salamanca ya que poseían terrenos en el municipio salmantino de Ciudad Rodrigo. Es allí, donde se encuentra el Palacio de Montarco, cuyas paredes han sido testigos de los entresijos de la familia aristocrática ya que pasaban largas jornadas en dicha residencia, además de ser lugar de recepción de personalidades como el político Manuel Fraga o los Duques de Windsor. En la actualidad, el Palacio de Montarco es uno de los emplazamientos mejor valorados de la provincia de Salamanca en cuanto a la celebración de eventos.
La historia de los condes de Montarco
Eduardo de Rojas Ordóñez nació en 1909 en Madrid. Estudió Derecho y Filosofía. Fue el quinto conde de Montarco y es recordado, entre los círculos nobiliarios de nuestro país, como uno los hombres que puso en marcha numerosas actividades en relación con la ganadería, la prensa y la política, campos donde se desenvolvía a la perfección.
Fue el fundador de la falange junto a su íntimo amigo José Antonio Primo de Rivera y posteriormente, en la II Guerra Mundial formó parte de la División Azul que luchaba junto a la Alemania nazi contra la Unión Soviética y como consecuencia, pasó un tiempo encarcelado en Bielorrusia. Fue allí donde se forjó una estrecha amistad con Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco. Aquella relación perduró a lo largo de los años.
El 'cuñadismo' fue uno de sus grandes amigos aunque también mantuvo una íntima amistad con Don Juan de Borbón, conde de Barcelona. Aquel vínculo afectivo surgió cuando el padre de Don Juan Carlos montó el Consejo Privado al exiliarse en Estoril, en abril de 1946, del que formó parte el conde de Montarco. Aquella amistad continuo aún, tras el fin del Consejo, pues el aristócrata acudía a visitar al conde de Barcelona cada vez que viajaba a Portugal.
Don Juan junto al conde de Montarco.
Tal y como afirmaba su hija Ana "mi padre tenía una relación de gran respeto por don Juan y mi opinión personal es que fue el mejor Borbón del siglo XX. Era un hombre político, que tenía todas las virtudes de los Borbones, tenía sentido del humor, era sociable, un hombre muy atractivo y una cabeza de estadista bastante a resaltar".
El V conde de Montarco también desempeñó una lucha vital en el ámbito de la ganadería, la cual inició tras el fallecimiento de su padre Manuel de Rojas y Vicente propietario de las explotaciones agrarias de la familia en Madrid y Murcia. Aquella pugna le llevó a fundar la revista La Gaceta Rural, la cual defendió los intereses de agricultores y ganaderos. Es más, no dudó en elevar críticas con las políticas ganaderas que se llevaron a cabo durante el Régimen. Su trayectoria en el mundo del periodismo no finalizó ahí pues también ejerció como columnista de ABC y fue uno de los fundadores de el diario El País.
La modelo y el conde
Charo Palacios falleció el 25 de noviembre de 2016 a los 79 años. La condesa consorte de Montarco fue una de las primeras españolas en triunfar en el mundo de la moda a nivel internacional. Fue la primera maniquí española con repercusión internacional. Un puesto en el que rivalizó con Naty Abascal. Una mujer a la que le unirían varias cosas. Ambas eran niñas bien que decidieron lanzarse al ruedo de las pasarelas en un momento en el que esa profesión era casi desconocida en nuestro país. Su padre era Julio Palacios, un importante físico y matemático, que llegó a tener un debate con el mismísmo Albert Einstein. Su madre, era la hija de los vizcondes de Canagide, un título portugués. Un idioma y país muy importante para Charo Palacios. De hecho, nació allí. En concreto, en Lisboa el 29 de diciembre de 1936.
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Charo Palacios.
En este país, en sus años de juventud, estrechó lazos con Juan Carlos de Borbón, llegando a convertirse en una de sus grandes amigas. La Familia Real española vivía por entonces en el exilio en la ciudad lusa de Estoril. A pesar de que era dos años mayor que el rey emérito, entabló rápidamente amistad con el ‘hijo de los Barcelona’, como se les conocía. A tanto llegó su vinculación personal que formó parte de la lista de invitados “de Portugal” al enlace en Atenas entre Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia el 14 de mayo de 1962. Una boda destinada a cambiar la historia de la dinastía Borbón.
Charo ya por entonces hacía sus pinitos en el mundo de la moda. Había conocido al joven modisto cordobés Elio Berhayer. El diseñador que revolucionó la moda española conoció a Charo trabajando en la embajada turca en España, un trabajo que no le gustaba especialmente. Así que se ofreció a desfilar para él y en su debut lo hizo fatal. Sin embargo, el modisto vio el potencial que había en ella y no dudó en convertirla en su musa.
Junto a las hermanas Naty y Ana María Abascal se la llevó a Nueva York para desfilar en el pabellón español de la Exposición Universal de 1964 que tuvo lugar en la ciudad de los rascacielos. "A mí me gustaba, desde muy joven, llevar una vida independiente, vivir sola y trabajar, cuando en esa época ninguna señorita trabajaba", explicaba Charo en una entrevista en ABC.
La modelo ya era por entonces muy dicharachera y algunos incluso la bautizaron como 'la fantástica’. Sin embargo, la carrera de Charo Palacios en la pasarelas finalizó cuando conoció al amor de su vida, Eduardo de Rojas, conde de Montarco. Él era viudo y tenía 59 años y ella tenía 32 años. Para evitar el escándalo en la cerrada sociedad de la época, se casaron en Lisboa en 1968.
Alejada ya de la moda cambió su nombre artístico y pasó a llamarse Charo Montarco. En los años 80 se dedicó a la organización de cruceros junto a la periodista Mari Cruz Soriano, la locutora que sustituyó a Encarna Sánchez tras su muerte en los micrófonos de la Cadena COPE.
Los condes de Montarco.
En 1969 y fruto de las segundas nupcias del V conde de Montarco nació Julio Palacios, quien mantiene un perfil bajo frente a los medios de comunicación, y en 1979, Alejandra de Rojas, la hija más mediática de los condes. Dos años antes de fallecer el aristócrata, Charo tuvo un accidente en 2003, al llegar a casa, tras un evento al que acudió junto a Beatriz de Orleans, otra gran amiga de Juan Carlos de Borbón. La descubrieron a la mañana siguiente inconsciente en el jardín. Desde entonces, restringió su vida social mucho hasta su fallecimiento a los 79 años, en 2016.
La guerra de los Montarco
Como otras familias nobiliarias, como los Medinaceli, los Montarco también han tenido sus batallas familiares. En concreto, por el título en cuestión. Julio, el hijo mayor de Charo Palacios y Eduardo de Rojas, no puede usar el título de su padre ya que sus hermanos paternos se lo han impedido.
Se da la circunstancia de que los hijos mayores del conde de Montarco, nacidos del matrimonio con su primera mujer, María Pardo de Villena, nunca aceptaron a Charo Palacios como la nueva esposa de su progenitor. Les molestaba sobremanera sus continuas apariciones en la prensa del corazón bautizándose como 'condesa de Montarco', dado que solo era la consorte.
Alejandra, la hija más mediática de los condes de Montarco
Alejandra de Rojas llegó al mundo un 7 de agosto de 1979 en Madrid y pertenece a una de las familias aristócratas de España. Es hija de Eduardo de Rojas y Ordoñez, conde de Montarco y uno de los fundadores de la Falange, quien falleció en 2005 a la edad de 96 años, y de la modelo Charo Palacios, segunda esposa del aristócrata, fallecida en noviembre de 2016. Alejandra mantenía un vínculo muy estrecho con su madre.
La infancia de Alejandra transcurrió en una de las casas del barrio madrileño de El Viso y desde pequeña comenzó a familiarizarse con otras de las familias nobiliarias más relevantes de nuestro país. Estudió en el conocido colegio Mater y luego en la institución llamada 'Fundación' hizo el COU. Posteriormente, realizó una licenciatura en Marketing y Publicidad. Antes de focalizar su carrera profesional en el mundo de la moda, llegó a trabajar como azafata de catering. Pero acabó en el mundo de la pasarela, una pasión que compartía con su progenitora, Charo Palacios, que ejerció como modelo y fue musa del diseñador cordobés Elio Berhanyer.
La ahora publicista ha posado para diseñadores como Valentino,Roberto Cavalli o la firma Blumarine. Ha trabajado en la división de relojería de lujo de LVMH y, junto a tres amigas, constituyó años después en España una franquicia de la marca de moda francesa Maje, en la madrileña calle de Claudio Coello. Además suele colaborar asiduamente con la firma de accesorios Cuplé. A sus 43 años, Alejandra es uno de los perfiles más activos en las redes sociales, donde no duda en compartir instantáneas de sus otras aficiones como los paseos a caballo o las jornadas en el campo, que también suele reflejar en la sección de la revista Hola Living.
Un año después de su enlace, ambos dieron la bienvenida a su hijo, que colmó de felicidad al matrimonio. Hoy puesto en boca de todos, ante la posibilidad de que Alejandra, como así la llaman los autores del anteriormente citado libro, sea la hija secreta del rey Émerito Juan Carlos I. Algo que niega el propio monarca español, como así he hecho público en declaraciones al diario El Mundo.
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