Qué ha sido de la millonaria fortuna de la cubana Celia Cruz tras 22 años de su muerte

Omer Pardillo Cid se convirtió en 1998 en el manager personal de Celia Cruz. Y a su cargo quedaron todas las operaciones empresariales, personales y creativas de la estrella a su muerte, en 2003. Pardillo Cid fue el responsable de negociar el contrato discográfico más importante de la carrera de Celia Cruz con Sony Music Entertainment.

Quien escribe estas líneas conoció y trató en su paso por España a la gran cantante cubana Celia Cruz y a su marido Pedro Kinght. Se radicalizaron en América, especialmente Miami, al conocer las maniobras políticas que se impusieron por el dictador Fidel Castro.

Sus actuaciones en Cuba eran todo un éxito de público, especialmente en el “Copacabana”. Por este establecimiento pasaba lo mejor del mundo de la salsa y los ritmos cubanos autóctonos.

Celia Caridad Cruz y Alfonso nació en La Habana un 21 de octubre de 1925 y falleció un 26 de julio de 2003. Era conocida artísticamente como Celia Cruz, una cantante cubana de música tropical. Apodada «la reina de la salsa» y «la guarachera de Cuba», fue una de las artistas latinas más populares e importantes del siglo XX.

Y un icono de la música latina. Fue una de las máximas exponentes de su género, así como la artista más influyente de la música de su país. También en el mundo entero, especialmente en España.

Interpretó y popularizó ritmos tropicales como el “son cubano”, “son montuno”, “guaguancó”, “la rumba”, “la guaracha” y “el bolero”. Sin embargo, le llevó al estrellato el género conocido como “salsa”, una mezcla de son cubano y otros estilos musicales.

Los orígenes de Celia Cruz en la música

Celia Cruz comenzó su carrera en su Cuba natal. Alcanzó reconocimiento como vocalista del popular conjunto la Sonora Matancera, asociación musical activa durante 15 años (1950-1965). En 1960, después del triunfo de la revolución cubana, Celia abandonó su país y se instaló en Estados Unidos. Con el tiempo se convirtió en portavoz y uno de los símbolos de la comunidad cubana en el exilio.​

La cantante continuó su carrera, primero en México, y luego en Estados Unidos. En la década de los setenta se incorporó de lleno al género de la salsa. Especialmente tras su asociación musical con otros artistas del género dentro de la Fania All Stars. 

Su constante evolución en el mundo de la música le ayudó a permanecer vigente hasta su muerte y conquistar a nuevas generaciones de seguidores. Algunas de las canciones interpretadas por ella forman parte del patrimonio cultural de Latinoamérica.

Su legado musical lo conforma un total de 37 discos, además de numerosas grabaciones especiales, discos en directo o duetos con otros cantantes. En su carrera fue galardonada con numerosos premios, incluyendo dos Grammy internacionales y tres Grammy Latinos.

Celia Cruz también hizo famoso el grito de guerra musical «¡Azúcar!», que adoptó y quedó en la memoria colectiva para siempre.

El adiós de Celia Cruz

Vivió sus últimos años en Nueva Jersey. A su fallecimiento fue enterrada en el prestigioso cementerio Woodland, en el Bronx de Nueva York. Previamente, una procesión funeraria por la Quinta Avenida en Manhattan y una misa en la catedral de St. Patrick’s la despidieron. La catedral se desbordó de público y la calle quedó completamente ocupada por ciudadanos que querían despedirse de su ídolo.

Descansa junto a su marido, Pedro Knight, en un majestuoso mausoleo rodeado de un pequeño jardín impecablemente cuidado. La tumba en sí es un testimonio de la increíble historia de la cantante, “una mujer negra, pobre, que conquistó el mundo". Así es como la describe Omer Pardillo Cid, el albacea de su legado.

Junto con su enorme riqueza musical, la carrera de Celia Cruz generó una vasta riqueza material. Aunque en el escenario disfrutaba de la extravagancia del satín y las plumas, en la vida cotidiana se caracterizaba por ser muy recatada.

Después de su muerte se han suscitado controversias sobre la gestión de su legado. Y episodios amargos como la presunta malversación de su dinero y hasta la venta ilegal de sus pertenencias en eBay.

En su tumba están talladas las palabras “La Guarachera de Cuba.” Celia Cruz no tuvo la opción de ser enterrada en Cuba. Cuando falleció a causa de un cáncer cerebral, Fidel Castro seguía en el poder. Por esta razón, Celia sigue en el exilio en la muerte como lo estuvo en vida. Tras salir del país en 1960, la cantante solo volvió a Cuba una vez, en 1990, con La Sonora Matancera. Entonces cantó para las tropas americanas en Guantánamo.

Allí, alargó su brazo por debajo de la valla de alambre de espino de la base militar y agarró un puñado de tierra cubana para llevársela a casa.

En el último aniversario de su muerte, más de 3.000 personas le rindieron homenaje. Una banda tocó sus grandes éxitos en un concierto montado cerca de su tumba. En la capilla de Woodlawn se organizó una muestra de pertenencias de Cruz. Incluyendo vestidos, pelucas, zapatos, estatuillas de premios, y, por supuesto, fotos.

Estos objetos son propiedad del legado de Celia Cruz, hoy supervisado por Pardillo, su manager en la última época de su vida. Cuando Celia murió, todo pasó a su viudo Pedro Knight. Como la pareja no tenía hijos, Luis Falcón, un amigo de la familia considerado “casi un hijo adoptivo,” se encargó de administrar el patrimonio. Falcón se llevó a Knight a vivir a California.

Qué ha sido de la fortuna de Celia Cruz

Los problemas llegaron cuando la hermana de Celia, Gladys Bécquer, recibió por correo un cheque del seguro de vida de Celia de unos 460.000 dólares.

Bécquer demandó a Knight en 2005, dos años después de la muerte de Celia, en un tribunal en Nueva Jersey. Y acusó a Falcón de manipular el testamento que dejó Celia. Se sumó a la demanda la hija de Knight, Ernestina. La corte decidió que Falcón había cometido fraude.

Fue condenado a pagar 2,5 millones de dólares a Pedro Knight. Después de la muerte de Knight en 2007, un juez del Tribunal Supremo de Nueva Jersey retiró a Luis Falcón como albacea. Nombró a Pardillo como el único administrador del patrimonio de la cantante.

Pardillo había presentado una demanda contra Falcón. Le acusó de sacar fondos de cuentas de Knight, hacer “gastos extravagantes” y despilfarrar más de un millón de dólares. El patrimonio de Cruz fue estimado en 3 o 4 millones de dólares por la prensa en ese momento. Falcón no tenía dinero para pagar un abogado que lo representara en el juicio.

Se cambió de nombre y actualmente está desaparecido. Falcón dejó abandonado un trastero en un almacén que contenía vestidos de Celia y otras pertenencias de la cantante. Cayó en manos de otra persona que lo compró a ciegas en una subasta, y ésta contactó con Pardillo con una oferta envenenada.

Hoy, Pardillo gestiona el “Celia Cruz Legacy Project”, una fundación que se ocupa de conservar y promover su patrimonio musical y cultural. También uno de los seis herederos del patrimonio. El albacea se niega a revelar los nombres de los otros, pero dice que cuatro de ellos son parientes y dos no lo son. Como habían acordado cuando Pardillo fue nombrado albacea, parte de los bienes de Celia Cruz están ahora en el “Smithsonian”.

Cuenta Pardillo que también ha donado cartas y otros papeles de Cruz a la Universidad de Miami. Algunos vestidos ya están en las colecciones de universidades y museos de diferentes ciudades.

Pardillo organiza eventos como el tributo de Woodlawn, y una nueva exhibición, “Forever Celia”, que se acaba de inaugurar en el Museo de la Diáspora Cubana de Miami. Hasta el momento es la exposición más grande sobre la cantante. Pardillo también está al cargo de la administración del negocio de Celia Cruz.

Los ingresos incluyen recuerdos de sus grabaciones, propiedad de los sellos discográficos con los que trabajó a lo largo de su vida. O en el caso de sellos discográficos históricos como “Fania” y “Tico”, a las compañías donde esos catálogos han ido a parar.

El patrimonio no incluye los derechos editoriales de las canciones interpretadas por Celia Cruz. “Nunca escribió ni una canción,” informa Pardillo.

 Ahora, se prepara otra serie para Telemundo, aprobada por Pardillo y dirigida por Kenny Ortega (High School Musical). Pardillo también ha producido un nuevo musical teatral, protagonizado por la cantante Lucrecia. De ella opina que es la única persona que puede encarnar a Cruz.

“Celia, The Musical” se estrenó en 2018, en el Starlite Festival de Marbella, con la cantante cubana Lucrecia como protagonista. Se verá este año en noviembre, en el Arsht Center de Miami. Por su parte, la exhibición “Forever Celia”, estará expuesta en Miami hasta el 31 de marzo.

Es importante que nuevas generaciones comprendan el valor de esta mujer que impactó al mundo solo con su voz. Y llevó la música latina al mundo entero creando las raíces de lo que se hace en estos momentos.