Pugna entre el ministro Urtasun y los museos: Menos autonomía y obras 'descolonizadas'
La estrategia del Gobierno para devolver colecciones como el Tesoro de los Quimbayas genera críticas desde el sector
La gestión de los museos en España, bajo el liderazgo del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, está viviendo un periodo de cambios y debates intensos. Los objetivos del ministro de reformar y modernizar estos espacios ha generado tanto apoyo como controversia en el ámbito cultural del país.
Uno de los movimientos más destacados de Urtasun, que ya ha estado en el foco de la polémica por sus posturas antitaurinas tras eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia, ha sido la propuesta de revisar las colecciones de los museos estatales para "superar un marco colonial". Este esfuerzo busca replantear la narrativa de las exposiciones, ofreciendo una perspectiva más inclusiva y diversa, adaptándose a las sensibilidades contemporáneas.
Este enfoque ha suscitado reacciones mixtas. Mientras que algunos sectores culturales y académicos celebran esta iniciativa como un paso necesario hacia una mayor inclusividad, otros critican la falta de claridad en los métodos y criterios que se utilizarán para llevar a cabo esta revisión. La incertidumbre sobre cómo estos cambios afectarán la integridad y coherencia de las colecciones ha generado preocupación entre los directores de museos y el personal técnico.
En concreto, los encargados de los museos lamentan tener cada vez "menos autonomía" a la hora de tomar decisiones que afectan a estas entidades, como la gestión de los presupuestos o, incluso, la comunicación con los medios informativos.
Urtasun también ha puesto un fuerte énfasis en mejorar las condiciones laborales y fiscales de los profesionales del sector cultural. Durante una intervención en el Congreso, el ministro de Cultura destacó la importancia de revisar el tratamiento tributario de los rendimientos irregulares y garantizar una adecuada cobertura por desempleo y jubilación para los trabajadores culturales, quienes a menudo enfrentan una intermitencia laboral significativa.
Estas medidas forman parte del Estatuto del Artista, un conjunto de reformas destinadas a dignificar la situación profesional de creadores y artistas. A pesar de los avances logrados, como la compatibilidad del cobro de la pensión de jubilación con la percepción de ingresos por actividades artísticas, aún quedan pendientes reformas importantes, como la creación de una prestación por cese de actividad específica para los autónomos culturales.
Como ya informó elcierredigital.com, la controversia internacional entre España y Colombia por el tesoro de los Quimbayas ha sido otro punto crítico en la gestión de Urtasun. Colombia solicitó la devolución de más de 120 piezas de oro y otros objetos de gran valor cultural, argumentando que fueron obtenidas de manera injusta. La tensión diplomática resultante y la presión internacional por la restitución de bienes culturales han intensificado el debate. Urtasun ha expresado su disposición a discutir la restitución, aunque insiste en la necesidad de un marco legal y diplomático claro para abordar estos casos.
Otra de las polémicas más recientes y significativas ha sido la decisión de Urtasun de devolver más de 5,000 piezas incautadas durante la Guerra Civil y el franquismo a sus legítimos herederos. El Ministerio de Cultura publicó el pasado mes de junio un inventario de 5,126 piezas que fueron incautadas y se encuentran en nueve museos estatales.
Esta medida, alineada con la Ley de Memoria Democrática, tiene como objetivo restituir las propiedades a los herederos legítimos. Sin embargo, este enfoque ha sido criticado por algunos sectores que consideran que podría 'vaciar' los museos de piezas importantes. La propuesta de devolver estos bienes incautados ha sido vista por algunos como un acto de justicia histórica, mientras que otros lo consideran un riesgo para el patrimonio cultural nacional.
Lafalta de experiencia previa de Urtasun en la gestión cultural ha sido un punto de crítica recurrente. Su trayectoria como economista y diplomático no ha convencido a todos sobre su capacidad para manejar los complejos desafíos del sector cultural. Esta percepción se ha visto agravada por su firme postura en temas sensibles como la descolonización de las colecciones museísticas o la tauromaquia, lo que ha generado divisiones dentro del ámbito cultural.
Las críticas a Urtasun desde los museos
Las principales quejas de los directores de museos en España tienen que ver con la autonomía ofrecida por el Ministerio, que consideran 'superficial' y que no permite libertad real en la gestión ni en la comunicación con la prensa.
Por otra parte, algunos museos han advertido que los directores ya no tienen el mismo control sobre sus colecciones. Ahora deben negociar con un grupo dominado por activistas y seguir un enfoque descolonizador impuesto por el Gobierno. En este sentido, el Museo Nacional de Antropología y el Museo de América deben trabajar con comités que incluyen más asesores externos que personal interno del museo. Desde los museos lamentan que esta intervención externa limita la autonomía y criterio profesional de los directores.
El dilema del Tesoro de los Quimbayas y la 'descolonización' de colecciones
Como ya informó elcierredigital.com, la situación entre España y Colombia por el tesoro de los Quimbayas añade una capa adicional de complejidad a la gestión de Urtasun. El tesoro, compuesto por más de 120 piezas de oro y otros objetos de gran valor cultural, fue entregado a España en 1893 como un regalo del gobierno colombiano y actualmente se encuentra en el Museo de América de Madrid. Sin embargo, en los últimos años, Colombia ha solicitado la devolución de estas piezas, argumentando que fueron obtenidas de manera injusta y que representan una parte crucial de su patrimonio cultural.
La controversia ha provocado tensiones diplomáticas, con Colombia argumentando que el tesoro debe ser devuelto para corregir un acto de expoliación cultural. España, por su parte, ha defendido la legitimidad de la posesión del tesoro, aunque la presión internacional y los movimientos por la restitución de bienes culturales han intensificado el debate.
Urtasun, por su parte, siempre se ha mostrado abierto a discutir la restitución de bienes culturales, aunque ha enfatizado la necesidad de un marco legal y diplomático claro para abordar estos casos. Su gestión del asunto será crucial para determinar cómo España maneja las crecientes demandas de restitución de objetos culturales por parte de otros países.
Las estrategias de futuro de Urtasun al frente de Cultura
De cara al futuro, Urtasun ha delineado una serie de iniciativas para fortalecer el sector cultural, especialmente en lo que respecta a los museos. Entre estas iniciativas destaca la creación de infraestructuras como "fábricas creativas". Tabacalera en Madrid se presenta como un modelo de centro nacional de producción y residencias artísticas, concebido no solo como espacio de creación, sino también como centro de investigación y formación cultural, aunque este tipo de iniciativas han sido calificadas como "insuficientes" por numerosos trabajadores del sector.
Además, el ministro ha subrayado la necesidad de proteger los derechos de autor en el contexto de los avances tecnológicos, con especial atención a la inteligencia artificial. Entre los planes de Urtasun entraría convertir la Subdirección General de la Propiedad Intelectual en una Oficina de Propiedad Intelectual con más recursos, reforzando así la sostenibilidad del trabajo cultural.
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