La princesa Leonor se hace influencer: Su travesía en Elcano aumenta la 'Leonormanía'

La princesa Leonor ha estado presente en las jornadas de puertas abiertas del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Estas jornadas han tenido lugar los días 18 y 19 de enero en el puerto de Santa Cruz de Tenerife (Canarias). 

Miles de personas han podido visitar el crucero de instrucción del Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo en el que se encuentra Leonor. Se trata del 97º crucero de instrucción en el que viajan 76 guardiamarinas.

Tras esta primera escala, el buque viajará a Gran Canaria y desde allí recorrerá el Atlántico hasta el continente americano. Serán cinco meses de travesía y recorrerá aproximadamente 17.000 millas náuticas. Varios ciudadanos canarios se han cruzado con una Leonor que ha transmitido una imagen muy cercana.

Durante su estancia en Tenerife, la princesa ha disfrutado de su tiempo libre realizando actividades privadas junto a sus compañeros. Cabe recalcar que Leonor no cuenta con ningún privilegio en esta etapa, y que es una más junto a sus compañeros.

Entre las personas que han visitado Elcano se encuentra el psicólogo Jorge López-Vallejo, con quien ha contactado elcierredigital.com. “Se formaron colas enormes para poder entrar al Elcano y había mucha gente joven. Muchas de las personas no hubieran ido a compartir esta experiencia si no hubiese estado Leonor”, señala Vallejo.

“Se está convirtiendo en un referente de influencia, es decir, en una influencer sin serlo. Y es que es bueno que haya diferentes referentes, no solo aquellos que dedican su tiempo a estar en Instagram. La princesa se está convirtiendo en referente de la disciplina, el orden, la formación y la educación”, añade Vallejo.

El fenómeno de la 'Leonormanía'

Con su nueva etapa en la guardiamarina de la Escuela Naval Militar de Marín, la princesa está forjando una figura cercana. Y es que las nuevas generaciones ven a la princesa como una garantía de continuidad de la institución monárquica. Y ella es protagonista del fenómeno que ya se conoce como ‘Leonormanía’.

La primogénita de doña Letizia se ha convertido en toda una estrella de las redes sociales como Instagram, X o Tik Tok. Ha sido objeto de múltiples perfiles para la creación de cuentas de apoyo o clubs de fans. En ellos se alaba su figura, su trabajo o se revelan aspectos de su vida personal. Como sus gustos culturales o las firmas de ropa que suele llevar.

 Vallejo explica que “la figura de Leonor se está convirtiendo en un ejemplo de entereza. Está conviviendo en un barco con sus compañeros como una más. Y lo hace en espacios reducidos. La parte más importante de Leonor es su capacidad de adaptación y normalización de la vida. Eso le va a permitir flexibilizar sus comportamientos sociales".

La conocida como Generación Z se ve reflejada en la princesa Leonor, con la que sienten cercanía y se sienten identificados.

Leonor muestra un comportamiento humilde, sereno y cercano desde un espacio que complica las circunstancias de vida. “Y es que estar seis meses en un barco de estas características es un verdadero Gran Hermano”, añade el psicólogo.

Vallejo señala que “lo que más me sorprende es que se está convirtiendo en un referente indirecto de influencia para la sociedad joven actual. La neonormalidad está convirtiendo a la hija del rey en una influencer sin utilizar redes sociales.

Y es que el perfil de Leonor ha cambiado la concepción actual que se tiene del influencer. Necesitábamos este tipo de perfil influyente, que cambien un poco y que utilicen una forma diferente. Está alejada de la manera común y adictiva de los influencer, que produce tanta ansiedad.

Vallejo observa que “a diferencia de los influencers actuales, detrás de Leonor no hay dinero, es decir, no vende su sombrero ni el barco. Está vendiendo algo mucho más importante, los valores y principios claves para el desarrollo de una sociedad deteriorada". 

La Casa Real se suele ver como una figura estamental que vive alejada de la sociedad. Sin embargo, imágenes como la de Leonor permiten “blanquear” esa imagen creando una más cercana e involucrada.  

“Es una persona que está alejada del estruendo mediático y el esnobismo. Aparece con la cara lavada sin ostentosidad alguna. Es una mujer de 19 años que está sacrificando la diversión de su día a día montada en un barco con gran capacidad de esfuerzo”, añade Vallejo.

“Es una niña de una normalidad absoluta. Es de la tierra, es como todos, como nosotros. Es una niña absolutamente normal. Hay que agradecer que existan padres de este tipo, porque gran parte de la labor de los hijos está en los padres. Sin ninguna duda, esta niña tiene una buena esencia, un buen origen genético”, concluye el psicólogo.