Lo otra cara de Ángel Fernández 'El Turco', el hombre que ha robado el corazón a Malú

Desde octubre de 2024,  Ángel Fernández, conocido como 'El Turco'  y Malú (Madrid, 1982) están juntos. El nuevo amor de la cantante de 'Aprendiz' y la artista han sido vistos recientemente por Cadiz. Malú ha aprovechado las vacaciones de su hija Lucía con su padre, el expolítico Albert Rivera, para viajar y pasar unos días con su novio.

El apodo de  'El Turco' creado por ella misma, rápidamente se extendió entre su círculo profesional y cercano. Descrito como "moreno, con barba y brazo tatuado", ha conseguido conquistar el corazón de la artista.

Ángel es una figura reservada, alejada del foco mediático, y comparte con Malú una fuerte preferencia por la privacidad. Aunque inicialmente no tenía redes sociales, abrió una cuenta de Instagram bajo el nombre de "@Tour_K.o.", que permanece sin contenido y es de acceso restringido.

Esta discreción mutua ha sido clave en su relación durante este primer año, especialmente después de la relación mediática de Malú con Rivera.

La elección de ambos de mantener su vida personal fuera del escrutinio público refuerza la estabilidad de su vínculo. Pero ¿Quién es Ángel Fernandez? ¿cómo se conocieron? y lo más importante, ¿Cómo ha evolucionado su relación estos meses?

El hombre detrás del escenario

Ángel Fernández se desempeña como técnico de producción en el ámbito musical. Su labor es esencial en el funcionamiento de los espectáculos en vivo. Se encarga de asegurar que todos los aspectos técnicos y logísticos detrás de bambalinas se desarrollen sin contratiempos.

Su vinculación profesional con Malú es directa y profunda. Ángel forma parte de una empresa de management y producción, específicamente Riff Producciones, encargada de la gira de la artista. Esta posición lo sitúa en el epicentro de la actividad profesional de Malú. Comparte largas jornadas de trabajo y numerosas experiencias en el exigente entorno de las giras musicales.

Dentro del equipo de Malú, Ángel es considerado un "miembro clave" de la gira  "A todo sí - 25 años de aprendiz". Su principal responsabilidad es la organización de los conciertos de la cantante. Esta función no solo implica una relación laboral estrecha y constante. También requiere un alto grado de confianza y coordinación con la artista, dada la naturaleza crítica de su rol en la ejecución de cada espectáculo.

La génesis de su romance en el entorno profesional es un aspecto relevante. La relación entre Malú y Ángel no surgió en un contexto social o de ocio, sino directamente de su colaboración laboral. Fuentes de su entorno indican que "las largas jornadas de trabajo dieron paso a una amistad y de aquí al amor", y que desarrollaron una "bonita amistad y sintonía nada más conocerse". Al ser un "miembro clave" de su equipo, su presencia en la vida de Malú ha sido constante y significativa.

La relación sentimental entre Malú y Ángel dio inicio en enero de 2024. Según informaciones publicadas en octubre de 2024, la pareja ya llevaba "nueve meses saliendo", lo que confirma este comienzo a principios de año.

La relación se ha consolidado con notable rapidez, con la pareja "apostando fuerte por lo suyo". Un indicio claro de la seriedad y estabilidad de su vínculo es una noticia de enero de 2025. En ella se afirma que Malú"continúa su relación sentimental con Ángel Fernández".

Esta continuidad en el tiempo, pese a los meses transcurridos desde las primeras revelaciones, refleja la solidez de su compromiso. Va más allá de un romance pasajero.

Ángel ya conoce a Lucía, la hija de cuatro años de Malú, fruto de su relación con Albert Rivera, así  como al "círculo más íntimo" de Malú. Esto incluye a su madre, Pepi Benítez y a su hermano, José de Lucía, quien incluso sigue a Ángel en su discreto perfil de Instagram. 

Las primeras fotografías de la pareja fueron publicadas por la revista Semana, mostrando a Malú y Ángel en actitud relajada en Ibiza. Desde entonces, se les ha visto compartiendo momentos significativos, como su "primer verano como pareja oficial" en destinos como Cádiz y Lanzarote. También han sido captados en Madrid, visitando incluso el  Safari Madrid en compañía de la hija de la artista.

A pesar de estas apariciones públicas, la pareja ha mantenido una postura de máxima discreción. Malú, aunque visiblemente feliz, ha evitado dar detalles explícitos sobre su relación. Ante las preguntas de los reporteros, ha respondido con sonrisas y desvíos humorísticos.

Destaca su ya célebre frase "¡Yo tengo una canción igual!" al escuchar el nombre de Ángel. Esta reacción, aunque divertida, es una clara muestra de su estrategia para proteger su intimidad.

La gestión de la exposición pública por parte de la pareja es una estrategia consciente para proteger su intimidad. Malú, una figura pública acostumbrada a la atención mediática, y Ángel, quien prefiere mantenerse al margen de la crónica social, han optado por una estrategia de bajo perfil. Prefieren preservar su intimidad lejos del foco público.

Las apariciones públicas han sido limitadas y controladas. Las reacciones de Malú a las preguntas sobre su relación son de evasión simpática. No niega su felicidad, pero no ofrece detalles concretos. Lo importante para todos, al final, siempre será saber que pase lo que pase en su relación siempre será un buen indicativo verla sonreír.