Marta Luisa de Noruega cumple 52 años, conocida por renunciar al trono por amor

La princesa Marta Luisa de Noruega está viviendo su propio cuento al cumplir 52 años de edad. Era el pasado siete de junio cuando la casa real de Noruega anunció su compromiso con el polémico chamán  Derek Verret, con quien inició un romance en 2019.  En última instancia ha sido la primogénita de los reyes Harald y Sonia quien anunciaba a través de su perfil personal en la red social Instagram que será este próximo 31 de agosto de 2024 cuando finalmente selle su historia de amor con Verret.

El enlace, al que asistirá la monarquía noruega así como miembros de otras casas reales europeas, se celebrará en el conocido y exclusivo Hotel Union localizado en Geiranger, uno de los municipios del oeste de Noruega. El evento llega un año después de que la princesa Marta Luisa dejara de formar parte de la monarquía renunciando a sus funciones reales para poder centrarse en el ámbito de la medicina alternativa junto al que se convertirá en su esposo. 

La princesa rebelde

La  princesa Marta Luisa es una de las muchas figuras de la realeza europea que no se ha adaptado al protocolo que implica el hecho de nacer en el seno de una familia real. Nacida el 22 de septiembre de 1971, tres años después de la multitudinaria boda de sus padres, los reyes Harald y Sonia de Noruega, en el Rikshospitalet, en la ciudad de Oslo. Los monarcas noruegos estaban ansiosos por la llegada de una niña, no obstante, su reacción fue de lo más curiosa según cuenta el escritor Harald Stangelle, que afirma que los soberanos exclamaron sorprendidos "¡Dios mío!, Es una niña, ¿qué hacemos ahora?". 

La reacción parece deberse a la vigencia de la Ley Sálica cuando Marta Luisa llegó al mundo, por lo que la princesa no tenia derecho de ascender al trono. Fue en 1990 cuando la norma fue abolida, no obstante, fue su hermano, el príncipe Haakon Magnus, quien conservó el título de príncipe heredero del trono noruego. 

Marta Luisa era bautizada el 10 de octubre en la capilla del Palacio Real de Oslo. Sus padrinos fueron su abuelo paterno, el rey Olaf V de Noruega, la princesa Margarita de Suecia, el conde Flemming de Rosenborg, su tía paterna, la princesa Ragnhild de Noruega, sus abuelos maternos, Dagny y Haakon Haraldsen,  el exarmador Nils Jørgen Astrup e Ilmi Riddervold, la mejor amiga de la reina Sonia.

Dos años después, a la princesa Marta Luisa se unía el príncipe Haakon Magnus, con quien desde su niñez ha mantenido una excelente relación así como un vínculo muy estrecho. Ambos estudiaron en la escuela primaria de Skaugum, cercana a la capital de Noruega y posteriormente, Marta Luisa estudió en el colegio público Smestad y completó los estudios en secundaria en el colegio Kristelig Gymnasium de Oslo.

Llegada la década de los noventa, la primogénita de los reyes de Noruega comenzó su formación universitaria en la prestigiosa Universidad de Oxford, donde cursó un grado en literatura y en 1992, decidió matricularse en la Universidad de Oslo para estudiar un grado en fisioterapia que completó en la ciudad holandesa de Maastricht. Aunque en 1997 recibió el título nunca ha llegado a ejercer en dicha disciplina. 

Con 21 años y en plena juventud, Marta Luisa recalcó que no iba a ser una princesa convencional. Dejaba entrever su faceta y carácter rebelde, que distaba de la personalidad calmada de su hermano pequeño. Un hecho que puso de manifiesto cuando llegó su primer amor. 

Su historia con Ari Behn

Marta Luisa mostró ese carácter rebelde cuando coincidió con su primer amor, al que conoció durante su etapa como estudiante en la Universidad de Oslo.

Una de sus profesoras, Marianne Rafaela Solberg, era la madre de un joven llamado  Ari Behn, quien prometía ser una joya de la literatura europea y que conquistó por completo a la primogénita de los reyes noruegos. En 2001 y tras varios meses de romance en la clandestinidad, los medios de comunicación confirmaron la noticia. Aquella noticia no fue del agrado de la familia real noruega, en especial del rey Harald, que temía que la personalidad provocadora, excéntrica y mediática del escritor perjudicara la discreción y el saber estar del que siempre habían alardeado en el Palacio Real de Oslo. 

No obstante, la pareja siguió adelante con aquella historia por la que Marta Luisa renunció a su derecho a reinar. El 13 de diciembre de 2001 la casa real de Noruega anunció el compromiso matrimonial de la pareja. "Ari es la persona que he conocido que tiene mayor corazón. Está abierto a la vida, es amable, generoso. Se atreve a seguir toda la vida conmigo y permanecer a mi lado", declaró Marta Luisa. 

La boda se celebró el 24 de mayo de 2002, tras una víspera marcada por la representación del cuento (al que dieron vida los novios) 'La rana y el príncipe', una cena de gala con asistencia de gran parte de la realeza europea, entre la que se encontraba un jovencísimo  príncipe de Asturias  acompañado por la princesa Victoria de Suecia, con la que se rumoreó sobre un posible romance, y un comentario de Behn sobre Marta Luisa a quien, tras deshacerse en halagos hacia ella, declaró que "era la chica más sexy de Noruega". 

Tras el enlace, el ya matrimonio disfrutó en julio de una luna de miel en la que estuvieron "desaparecidos del mundo" en algún lugar del Pacífico y fue aquel mes donde la pareja también se dejó caer por Palma de Mallorca junto a los reyes Sonia y Harald, asiduo a participar en las regatas Breitling. En octubre de 2002 la princesa anunciaba su primer embarazo, una niña que llegó al mundo en 2003 y a la que llamaron Maud Angélica. A la pequeña se le unieron dos niñas más,  Leah Isadora, que nació en 2005, y Emma Tallulah, nacida en 2008.

El matrimonio formado por la princesa y el escritor era uno de los más compenetrados de la realeza internacional. Hasta 2016, cuando anunciaron su separación. Los rumores sobre una posible crisis se acrecentaron tras una fotografía en la vieja ciudad medieval de Trondheim de la familia real noruega con motivo del 25º aniversario de la consagración del rey Harald en el trono, en la que el escritor no aparecía. 

Tras el anuncio de su divorcio, fueron constantes las informaciones sobre el carácter provocador del escritor. Había sido visto como un mendigo deambulando por las calles de Londres, se había travestido en Barcelona e incluso había participado en un documental en el que esnifaba cocaína junto a la presencia de prostitutas. También saltó a la palestra mediática que la pareja,  que mantenía una relación abierta, hacía vidas separadas desde hacía seis años pese a que se habían asentado en Londres para intentar salvar aquella unión matrimonial. 

Pese a los polémicos episodios que había protagonizado el escritor, tras su separación de la primogénita de los reyes noruegos, sorprendieron las numerosas muestras de cariño que ofrecieron algunos de los miembros de la monarquía noruega. Además de la crisis que sufría el matrimonio, el escritor acarreaba fuertes depresiones. La presión que sufría y la enfermedad mental que arrastraba  le llevaron a quitarse la vida en 2019. 

La nueva vida de Marta Luisa: Un chamán y medicina alternativa

Tres años después de la trágica muerte del escritor, la princesa Marta Luisa iniciaba una nueva historia de amor. La nueva pareja de la hermana del príncipe Haakon no ha estado ajena a la polémica. Durek Verrett  se define como un 'chamán de sexta generación'. Es hijo de una noruega-india y de un africano-haitiano, pero nació en Sacramento (California, Estados Unidos). Hace 30 años se mudó a Nueva York y, posteriormente, a Los Ángeles, donde ha desarrollado una carrera como coach emocional, profesor de meditación, autor de libros sobre este tema y titular de una web en la que vende distintos productos. Entre su clientela figuran nombres famosos de actrices como Gwyneth Paltrow, Nina Dobrev  y Rosario Dawson.

En numerosas ocasiones ha afirmado haber resucitado de entre los muertos y haber predicho los ataques a las torres gemelas del 11-S dos años antes de que sucedieran. En cuanto a su adaptación al país, asegura que nunca antes “había sufrido tanto racismo” como cuando llegó a Noruega. El chamán se ha comparado con Albert Einstein y Thomas Edison, de quienes ha destacado que eran “genios e incomprendidos”, y en su sitio web se describe a él mismo como un “visionario de la Era del Ahora” que “desmitifica la espiritualidad”.

Fue a raiz del inicio de su relación con el chamán cuando la princesa noruega afirmó que dejaría de utilizar su título de princesa con fines comerciales y decidió que  "usaría el título de Princesa cuando represente a la Casa Real noruega y cumpla con mis tareas oficiales, en casa, en el extranjero y en contextos más privados”. Uno de los detonantes para su renuncia fue el deseo de la primogénita de los soberanos noruegos de centrarse en su negocio orientado a la  medicina alternativa. 

El romance de Marta Luisa de Noruega no fue del agrado de la corte noruega pues Derret está al frente de un negocio en el que se comercializan objetos con presuntas habilidades curativas de enfermedades complicadas como la COVID. Un hecho que no ha sido del agrado para el sistema sanitario noruego y que ha obligado el monarca a asegurar que “Verret se ha beneficiado de él”. Actualmente, el negocio está siendo investigado por la inefectividad de ciertas medallas que el chamán comercializa para sanar cualquier tipo de dolencia.