
Lo desconocido de Pierre Casiraghi, el 'príncipe deseado' e hijo de Carolina de Mónaco
Pierre Casiraghi se formó en abogacía y, desde 2015, está casado con la condesa italiana Beatrice Borromeo
El príncipe Pierre Casiraghi pertenece a la nueva generación de la Monarquía de Mónaco. El próximo 25 de mayo, el hijo de la princesa Carolina de Mónaco estará presente en la inauguración del GP de Fórmula 1 de Montecarlo.
Casado desde 2015 con la periodista Beatrice Borromeo, Pierre vive a caballo entre Montecarlo y Suiza. Con tan solo tres años, Casiraghi vivió uno de los momentos más difíciles de su vida, pero ¿cuál es su historia?
La historia familiar de Pierre Casiraghi, el tercer hijo de Carolina de Mónaco
Pierre Casiraghi forma parte de una de las Monarquías más selectas de toda Europa. Es uno de los miembros de la Familia Real de Mónaco, uno de los epicentros del lujo en Europa. Además de destino preferido de la alta sociedad internacional.
El joven nació el 5 de septiembre de 1987, en el Hospital Princesa Grace de Mónaco.
Pierre es el hijo pequeño de la princesa Carolina de Mónaco y el empresario italiano Stèfano Casiraghi. Antes de él, el matrimonio ya había dado la bienvenida al príncipe Andrea (1984) y la princesa Carlota (1986).
El tercer hijo de la princesa Carolina no pudo conocer a su abuela, la princesa Grace de Mónaco. Esta falleció en un accidente automovilístico el 14 de septiembre de 1982. En el mismo vehículo viajaba junto a su hija, la princesa Estefanía de Mónaco.
Sin embargo, el hermano de la princesa Carlota sí fue testigo de los últimos años reinado de su abuelo, el príncipe Rainiero III.
El príncipe soberano de Mónaco estuvo presente en el bautizo de su nieto. Tuvo lugar el 19 de diciembre de 1987, en la capilla del Palacio de Mónaco. Actuaron como padrinos sus tíos Laura Casiraghi y el príncipe Alberto de Mónaco.
El golpe más duro para Pierre Casiraghi
Con tan solo tres años de edad, Pierre fue testigo de la tragedia. El 3 de octubre de 1990, Montecarlo acogía una de las jornadas del mundial de off-shore en la que Stèfano Casiraghi participaba a bordo de su embarcación Pinot di Pinot.
Mientras el empresario se encontraba participando en esta competición, una ola volcó violentamente su embarcación. El marido de la princesa Carolina murió en el acto a causa de una grave fractura en su columna.
La muerte del empresario, quien tenía 30 años de edad, fue un duro golpe para la princesa Carolina y sus hijos. Su vida ya no volvió a ser la misma.
La hija de Rainiero III perdió al amor de su vida. Las crónicas de la época describían a la princesa Carolina como “una mujer débil y abatida”. De hecho, según recogieron los medios, el impacto del fallecimiento de Stefano Casiraghi hizo mella en la salud de Carolina de Mónaco. Llegó a sufrir alopecia.
Fue entonces cuando la hija de Grace Kelly decidió dejar Mónaco y se instaló junto a sus hijos en Saint-Rémy-de-Provence (Francia).
Políglota, músico y líder inmobiliario
La infancia de Pierre Casiraghi transcurrió a caballo entre París y Mónaco. Al igual que sus hermanos, Pierre gozó de una educación exquisita. Estudió en la escuela pública de Saint-Rémy-de-Provence (Francia).
En 1999 su madre volvió a casarse con el príncipe Ernesto de Hannover y la familia se instaló en Fontainebleau.
En esta ciudad francesa, Pierre Casiraghi obtuvo el bachillerato francés en 2005. Posteriormente comenzó a estudiar Derecho en París. Finalmente, se trasladó a Milán para cursar Economía Internacional y Administración en la Universidad Bocconi, donde se graduó en 2009.

El hijo pequeño de la princesa Carolina de Mónaco es políglota. Habla francés, italiano e inglés, además de tener conocimientos de alemán. Otra de las grandes aficiones de Pierre Casiraghi es la música y, de hecho, toca el saxofón.
En cuanto a su carrera profesional, a finales de la primera década de los 2000, Pierre Casiraghi asumió el liderazgo de Engeco SA. Se trata de una empresa de mobiliario de lujo fundada por su padre. Además, controla la mayoría de las acciones de la aerolínea Monacair. Su implicación en el tejido económico monegasco se consolidó en 2011, cuando fue nombrado miembro honorífico de la Cámara Económica Joven de Mónaco (JCEM).
Un ‘soltero de oro’ en el Principado
Como hemos mencionado, Pierre Casiraghi forma parte de la dinastía Grimaldi, una de las familias reales más exclusivas de toda Europa.
Pierre ha heredado la belleza y elegancia de sus padres, quienes formaban una de las parejas más atractivas de la década de los ochenta. Según fue creciendo, Pierre se convirtió en un joven muy atractivo y, también, muy elegante.

El tercer hijo de la princesa Carolina forma parte de una nueva generación royal que pisaba fuerte. Igualmente fue, durante años, uno de los solteros de oro más codiciados de la realeza internacional.
Hasta 2008. Aquel año Pierre se encontraba estudiando en la Universidad de Milán. En esta institución también estudiaba una joven y bella condesa italiana llamada Beatrice Borromeo. Ella es hija del conde de Arona, Carlo Ferdinando Borromeo y miembro de la saga que fundó la casa textil Marzotto.
Los pasillos de La Statale fueron testigos de los inicios del romance entre Pierre Casiraghi y la periodista Beatrice Borromeo. Los medios oficializaron su relación aquel año pues se hicieron públicas unas imágenes de la pareja paseando por Roma.
Desde entonces, Beatrice Borromeo aumentó sus apariciones públicas junto a los Grimaldi como en la cita ineludible del Baile de la Rosa.
El 2 de julio de 2011 asistió a la boda del príncipe Alberto con la ex nadadora Charlene Wittstock en Mónaco.

Cuatro años después el principado volvió a vestirse de gala para acoger el enlace entre la condesa italiana y Pierre Casiraghi.
La ceremonia civil tuvo lugar el 25 de julio de 2015. Un acto, de 20 minutos de duración, que estuvo blindado para la opinión pública. Un mes después se celebró la gran boda religiosa que reunió a más de 600 invitados entre los que se encontraban miembros de la realeza como María Gabriela de Saboya o Haakon y Mette Marit de Noruega.
La moda estuvo muy presente en el enlace. Para la boda civil Beatrice Borromeo lució dos diseños del modisto Valentino.
La condesa italiana se decantó por un vestido firmado por Alberta Ferretti para la fiesta pre-boda. El día de la boda, Beatrice Borromeo quiso ser fiel a sus orígenes y escogió dos modelos diseñados por Giorgio Armani.
Para muchos, sorprendió que la novia no hiciera referencias a Chanel, la firma ‘amiga’ de los Grimaldi. La Maison sí estuvo representada por su suegra, la princesa Carolina. Dicen que la relación entre Beatrice Borromeo y la hija de Grace Kelly es excelente.
Tanto es así que diversos medios han asegurado que “Beatrice es la nuera favorita de la princesa Carolina”.

Tras su boda, el matrimonio ha dado la bienvenida a Stéfano y Francesco, nacidos en 2017 y 2018 respectivamente.
La familia reside en Montecarlo. Sin embargo, también suelen recalar en puntos como Suiza o Francia, donde en 2020 el matrimonio adquirió château de Beauregard, un castillo situado en los Alpes Franceses, por 4 millones de euros.
Beatrice Borromeo ha dado que hablar durante estos últimos años pues el pasado año dirigió el documental El príncipe que nunca reinó. Un documental que giraba en torno a la figura de Víctor Manuel de Saboya, padre de Manuel Filiberto de Saboya, actual pareja de Adriana Abascal.
De su pasión por el deporte al vínculo con el príncipe Alberto de Mónaco
Otra de las grandes pasiones de Pierre Casiraghi es el deporte. En especial, el deporte náutico y de velocidad.
El tercer hijo de la princesa Carolina comparte esta afición con su tío, el príncipe Alberto de Mónaco. Con él ha asistido y participado en numerosas regatas. Dicen que la relación entre ellos es muy positiva.
Al igual que el príncipe soberano Pierre no falta a otra de las grandes citas de los Grimaldi. Se trata de la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 de Montecarlo, que tendrá lugar el próximo 25 de mayo.
Actualmente Pierre Casiraghi representa a la imagen de la modernidad del Principado. Un príncipe sin corona, pero con un papel firme en la continuidad de la Monarquía de Mónaco en el siglo XXI.
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