
Leonor de Borbón toma el relevo: Los Premios Princesa de Girona como ensayo del futuro
Entre los asistentes a la gala se ha visto a empresarios de alto nivel, políticos, abogados, científicos y futbolistas
Hay actos oficiales que sirven para entregar premios. Y hay otros, como el de esta noche en el Liceu, que además entregan señales. La presencia de Leonor y Sofía junto a los Reyes en los Premios Princesa de Girona 2025 no es solo una cuestión protocolaria. Es una representación cuidadosamente coreografiada del futuro institucional que se quiere proyectar.
En la edición más multitudinaria desde la creación de los galardones. Con 2.000 asistentes invitados de forma nominal y una puesta en escena digna de una gala internacional, el mensaje parece claro. La Corona no solo apoya el talento joven, sino que busca renovarse a través de él. Leonor subía al escenario con un discurso propio, al igual que en años anteriores, pero cada vez más dueña de su papel. Mientras, su hermana Sofía la acompañó en un rol más discreto pero igualmente simbólico.

La elección de los premiados también resulta reveladora. Jóvenes que no solo destacan en investigación, arte o empresa, sino que tienen un profundo compromiso social. Hay inteligencia artificial para detectar el cáncer, arquitecturas sostenibles, tecnología para bebés prematuros. Y hay también dos mujeres latinoamericanas entre los premiados internacionales, recordando que estos galardones miran más allá de nuestras fronteras.
Ganadores Premios Princesa de Girona 2025
Premio Social
Pablo Sánchez Bergasa (España) — Fundador de la ONG Medicina Abierta al Mundo, promotor de 'in3ator'. Se trata de una incubadora neonatal de bajo coste que ya ha salvado vidas en más de 30 países. Recibe el galardón por su compromiso social, su apuesta por el código abierto y su voluntad de compartir conocimiento para salvar vidas.
Premio Arte
Manuel Bouzas Barcala (España) — Arquitecto, docente y comisario cuya obra combina diseño, sostenibilidad y ecología. Destaca por su enfoque transformador en la arquitectura urbana y su compromiso con la educación y el entorno.

Premio CreaEmpresa
Andreu Dotti Boada (España) — Co‑fundador de Innovamat, plataforma educativa que ha transformado la enseñanza de las matemáticas en escuelas de ocho países y alcanzado a más de 500.000 alumnos. Su modelo es escalable, socialmente transformador y centrado en el cambio desde dentro del sistema educativo.
Premio Investigación
Antoni Forner Cuenca (España) — Investigador en la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Países Bajos), lidera proyectos innovadores en sistemas de almacenamiento y conversión de energía sostenible. Reconocido por su labor en baterías porosas para gran escala y su liderazgo internacional en ingeniería electroquímica.
Premio Internacional – CreaEmpresa
Valentina Agudelo (Colombia) — CEO de Salva Health, creadora de "Julieta", dispositivo portátil basado en IA para la detección de cáncer de mama sin radiación ni infraestructura avanzada. Su innovación ha mejorado el acceso sanitario en comunidades vulnerables en Latinoamérica.
Premio Internacional – Investigación
Gabriela Asturias (Guatemala) — Médica, neurocientífica y fundadora de Desarrolla Guatemala. Su chatbot de IA, ALMA, ha asesorado a más de un millón de personas durante la pandemia en WhatsApp y redes sociales, combatiendo la desinformación sanitaria y ayudando a comunidades migrantes.

Pero más allá del mérito individual, la ceremonia funciona como un espejo. ¿Qué tipo de país queremos construir y quiénes queremos que lo lideren? El escenario, los premiados y la presencia institucional dibujan una narrativa concreta.
“Ha tratado con mucho éxito de conectar la tradición con la innovación, otorgándole el peso que merece el trabajo presente y futuro de jóvenes brillantes”, esgrimía el abogado penalista Juan Gonzalo Ospina a la salida de la gala. A ella ha acudido invitado junto a su mujer Blanca Sáenz de Pipaón, en un evento donde no han faltado autoridades como Salvador Illa, Jordi Hereu, Carlos Prieto o Jaume Collboni. Y celebridades como el exfutbolista Andrés Iniesta, quién fue el invitado de honor de la noche.
También es notable el cambio de paisaje. Ya no se celebran en Girona, sino en Barcelona, una elección nada neutra. La Corona encuentra aquí una plataforma más neutra y operativa para sus causas: la ciudad global, tecnológica, simbólicamente reconciliadora.
En definitiva, la gala de este miércoles es mucho más que un acto de entrega de premios. Es un ensayo —casi una representación— de lo que podría ser una monarquía renovada, empática, conectada con las inquietudes de su generación. No es un giro radical, pero sí una inflexión. Y esa, como tantas veces, se mide en los pequeños gestos: la complicidad entre hermanas, la emoción en un discurso, la ovación de un público que empieza a mirar a Leonor no solo como Princesa, sino como algo más.
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