El icónico Centro Pompidou de París cierra sus puertas: Así es su homólogo en España

El pasado fin de semana, en Paris con buen tiempo y anunciando la llegada de la primavera, muchos parisinos  fueron al Centro Pompidou. Lo hicieron para despedir su colección permanente, al haber anunciado que cerraría sus puertas el lunes por la noche. Además, en septiembre, el emblemático edificio cerrará por completo durante cinco años para su renovación y actualización.

Los balcones exteriores del Centro Pompidou de París son uno de los mejores lugares para contemplar el icónico horizonte de la ciudad de las luces y el amor.

Para celebrar la triste ocasión, la principal institución parisina que acoge el arte moderno y contemporáneo abrió entrada gratuita a la colección y todo el Centro.

Pero en una tarde tan templada, varios visitantes en los balcones del museo admitieron que ni siquiera habían llegado a las galerías. Lo justo para decirle a los periodistas que se desplazaron, que venían de barrio cercanos y alejados con la intención de ver por última vez la colección antes del cierre.

El Centro Pompidou, obra de Renzo Piano y Richard Rogers

El “Centro de Arte y Cultura Pompidou” fue diseñado por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers. Las obras del edificio concluyeron en 1977 y fue inaugurado el 31 de enero del mismo año.

El centro alberga un centro de investigación musical y acústica, una biblioteca con un aforo de 2000 personas, abierta al público. Y sobre todo el Museo Nacional de Arte Moderno (Musée National d'Art Moderne). Este último posee unas 100.000 obras de arte, una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más completas del mundo. Al nivel del “MOMA” de Nueva York y la “Tate Modern Galery” de Londres.

Entre los artistas representados están lo mejor de la pintura moderna y universal, con figuras como Pablo Picasso, Joan Miró, Brancusi, Modigliani, Matisse, Francis Bacon, Jean Ubuffet, etc.

Fue construido sobre un terreno desocupado cercano al espacio que anteriormente ocupaba el mercado de Les Halles. Se hizo durante el mandato del presidente francés Georges Pompidou, el cual falleció antes de que se terminara el edificio. Fue su sucesor, Valéry Giscard d'Estaing, quien lo inauguró en 1977. Rehabilitado entre 1997 y diciembre de 1999, volvió a abrir sus puertas al público el 1 de enero de 2000. Es de uno de los monumentos más visitados de Francia, con cerca de seis millones de visitantes al año.

El edificio es de un estilo que fue muy innovador en los años 70, cuadrado, de estructura industrialista. Sus elementos funcionales, conductos, escaleras, etc., son visibles desde el exterior. Las conducciones de agua, aire o electricidad fueron pintadas de colores atrevidos y extraídos de la parte principal del edificio, para dejar un interior diáfano. Aunque se desató una polémica cuando fue acabado, hoy en día, la gente se ha acostumbrado a su peculiar aspecto y goza de mucha popularidad. Es uno de los primeros edificios de la arquitectura high-tech.

Renzo Piano y Richard Rogers fueron los dos arquitectos jóvenes y desconocidos que ganaron el concurso. Además de por su excelente proyecto, gracias a dos miembros del jurado. Uno de ellos era Philip Johnson, un estadounidense de la corriente miesiana que introdujo la arquitectura europea en Estados Unidos después de la II Guerra Mundial. El otro fue Jean Prouvé, un francés de la rama de los arquitectos franceses que unían la tecnología a la arquitectura en los años 1950.

La peculiaridad del Centro Pompidou de París, con un 'hermano' en Málaga

El Centro Pompidou contrasta enormemente con los edificios que le rodean. Así, la forma, los colores y la altura de este edificio resultan ser estridentes para su entorno en el momento en que se construyó y también hoy en día.

Su función es también extraña en la época en que se hizo. Un centro que reúne arquitectura, arte moderno, arte antiguo, libros y lugares donde los niños «juegan con el arte», no era corriente entonces.

Su museo de arte contemporáneo es el más importante del mundo. En cuanto a su apariencia exterior, el entramado de barras, tubos y elementos tecnológicos que se agolpan en las fachadas hace que el Pompidou se parezca a un juguete tecnológico, similar a un meccano.

Es llamado por los parisinos «La fábrica de gas». Esta estridencia que tanto lo caracteriza formaba parte de las pretensiones del concurso. Es uno de los primeros edificios de la corriente High-tech.

El interior del Pompidou es completamente diáfano y es entendido por Johnson como un contenedor con espacios interiores móviles. Las grandes luces están salvadas por un total de catorce enormes vigas en paralelas entre sí y perpendiculares a la fachada de la plaza. La influencia del grupo Archigram, es palpable en las novedosas y complicadas formas que tiene el edificio en cuanto a los muchísimos tubos, barras y estructuras que invaden las fachadas, usando una «tecnología en broma». Archigram creó numerosos diseños en los años 1960 llenos de fantasía y looks sicodélicos con influencias hippies.

Más que un simple museo, entre otras cosas, alberga una extensa biblioteca pública, una de las mejores librerías de arte de la ciudad, un restaurante en la azotea y salas de cine. Espectáculos en directo y una boutique cuidadosamente seleccionada. Con una icónica escalera mecánica de cristal transparente en la fachada exterior del edificio, conocida como la "chenilla" u oruga. Los visitantes no tienen que mostrar la entrada hasta entrar en una galería, lo que significa que pueden explorar con relativa libertad gran parte del resto del edificio.

No debemos olvidar, qué en Málaga existe un Centro Pompidou, único en el mundo aparte del de París. Desde su inauguración en el año 2015, el “Centre Pompidou Málaga” invita al público a experimentar través de su rica colección, la excelencia de su programación y el cruce de las disciplinas artísticas.

El “Centre Pompidou Málaga” representa la primera implantación en el extranjero de la institución francesa y ya ha acogido a más de 850.000 visitantes desde su inauguración. El Centro se complementa con un edificio icónico “El Cubo”, intervenido por el artista francés Daniel Buren. Se han convertido en símbolo indiscutible de la hiperactividad y del prestigio de una ciudad que ha apostado por la cultura. No en vano, Málaga se encuentra entre los destinos turísticos obligatorios en España.

En febrero de 2018, el “Centre Pompidou” y el Ayuntamiento de Málaga anunciaron su intención común de extender su colaboración cinco años más. Convencidos del éxito, se firmó un convenio manifestando la voluntad común tanto del alcalde de Málaga como del director del Centro y extender su colaboración cinco años más.

No sorprende que su cierre durante tanto tiempo haya disgustado a muchos. Incluyendo a los trabajadores, que realizaron una serie de huelgas durante el último año contra el proyecto y las posibles consecuencias para su seguridad laboral.

Con respecto al cierre del Centro Pompidou de Paris, algunos líderes de la escena artística local también han expresado abiertamente su desaprobación.

El año pasado, se llevó a cabo un documento de desaprobación firmado por el marchante parisino Daniel Templon. También por el artista Daniel Buren y el expresidente del Centro Pompidou, Alain Seban. Junto con otras 14.800 personas, que calificaban  la idea de cerrar todo el edificio como "un grave error". E insistían en que algunas partes podrían haberse mantenido abiertas durante las renovaciones.