Gloria Fuertes vuelve a casa por Navidad: Su imagen luce en el anuncio de Campofrío

Este año, el anuncio navideño de Campofrío ha recuperado a varias figuras emblemáticas de historia de España. Gloria Fuertes  ha sido uno de los rostros que hemos vuelto a ver.

Ella, 'La Fuertes' y que la 'Gloria' la tenía en el nombre fue quien con su poesía directa y su carisma incomparable se ha convertido en un símbolo de ternura, ingenio y autenticidad.

Aunque muchas personas la identifican por sus obras infantiles y su voz inconfundible en programas de televisión. Gloria Fuertes es mucho más que una autora para niños. Es una poeta universal que, a través de su obra, ha dejado un legado que sigue resonando en el corazón de varias generaciones.

Gloria Fuertes: orígenes humildes y determinación literaria

Nacida el 28 de junio de 1917 en el castizo barrio madrileño de Lavapiés, Gloria Fuertes fue hija de una costurera y un portero.

Su infancia estuvo marcada por la humildad y la adversidad. De nueve hermanos, solo tres sobrevivieron, y ella misma se describió como una 'niña no deseada'. Desde pequeña, mostró un talento precoz para las letras. 

Escribió cuentos y poemas desde los cinco años. Aunque las circunstancias económicas la empujaron a trabajar desde joven como niñera, contable y empleada en una fábrica.

A pesar de las expectativas familiares, que la dirigían hacia una vida doméstica, Fuertes insistió en formarse intelectualmente.

En 1934, tras la muerte de su madre, cursó estudios de gramática y literatura en el Instituto de Educación Profesional de la Mujer, un paso crucial que marcaría su carrera literaria.

La Guerra Civil Española (1936-1939) cambió radicalmente la vida de Gloria Fuertes. Perdió a su primer amor, enfrentó la precariedad de la posguerra y desarrolló un fuerte compromiso pacifista. Estas experiencias moldearon su obra, caracterizada por una sensibilidad hacia los más vulnerables y un rechazo a la violencia.

En sus primeros años como escritora, Fuertes publicó poemas en revistas como  'Chicas y Maravillas'. Participó en el movimiento poético 'postismo', junto a figuras como Carlos Edmundo de Ory y Eduardo Chicharro. En 1950, publicó su primer poemario, Isla ignorada, que marcó el inicio de su consolidación como una voz literaria única en España.

Un estilo poético inconfundible

A lo largo de su vida,  Gloria Fuertes desarrolló un estilo que rompía moldes. Sus poemas combinaban un lenguaje coloquial con una capacidad para transmitir emociones profundas. Desde el humor y la ironía hasta el dolor y la ternura, Fuertes desdramatizaba temas como el amor, la soledad y la muerte, logrando conectar con lectores de todas las edades.

“Un niño con un libro en la mano no tendrá una pistola”, decía, resumiendo su convicción de que la literatura podía ser una herramienta para el cambio social. Sus poemas para adultos, como Aconsejo beber hilo (1954), Poeta de guardia (1968) o Cuando amas aprendes geografía (1973), reflejan su visión crítica, mientras que su obra infantil, como El dragón tragón o Don Pato y Don Pito, destaca por su imaginación y humor.

La generosidad detrás de la poeta

Antes de morir en 1998, Gloria Fuertes legó todos sus ahorros, cien millones de pesetas (algo más de 600.000 euros), a la Ciudad de los Muchachos, un hogar para niños situado en Leganés.

Esta donación, que era una suma impresionante para la época, dejó atónitos a sus amigos, quienes conocían sus hábitos austeros.

Muchos solían llevarle un lenguado y una botella de whisky para que no gastase en lujos. Esta anécdota refleja la dimensión íntima y desconocida de la poeta (a quien nunca le gustó que la llamaran poetisa). Una mujer cuya generosidad y humanidad trascienden sus versos.

Poetisa de versos con faldas

Gracias a sus poemas infantiles, Fuertes se convirtió en una celebridad. Fue autora de la famosa letra de Un globo, dos globos, tres globos, la sintonía infantil de Televisión Española, y apareció en múltiples programas de radio y televisión. Desde muy joven, halló la manera de cultivar su feminismo, fundando en 1947 el grupo femenino Versos con faldas, junto a María Dolores de Pueblos y Adelaida Lasantas.

Durante dos años ofrecieron lecturas y recitales en cafeterías madrileñas, destacando por su espíritu libre, carácter campechano y una poesía que oscilaba entre lo humorístico y lo profundo.

Un amor en la clandestinidad

La vida de Gloria Fuertes estuvo marcada por el amor que nunca pudo vivir plenamente en público. Su relación con Phyllis Turnbull, su amiga, confidente y profesora de inglés, duró casi dos décadas.

Ambas compartieron su vida entre España y  Estados Unidos, donde crearon una biblioteca infantil ambulante en Soto del Real y donde Gloria enseñó español en universidades gracias a una beca Fullbright.

A pesar de la represión franquista, su amor sobrevivió hasta que Phyllis falleció en 1971. Fuertes nunca se recuperó de esta pérdida, canalizando su dolor en la escritura. “Me nombraron patrona de los amores prohibidos”, escribió, dejando entrever cómo su vida y su obra estuvieron siempre marcadas por un amor valiente pero silenciado.

Gloria Fuertes: eterna e inolvidable

Con su cigarrillo entre los dedos y su voz rasposa, Gloria Fuertes recitaba poemas con la ilusión de llegar a todos los públicos, desde ferias del libro hasta auditorios rurales. Su epitafio, escrito por ella misma, resume su legado:

'Cargada de espaldas / de amores / de años / y de gloria / ahí queda la Fuertes'.

Su inclusión en el anuncio de Campofrío no solo es un homenaje a su figura. Un recordatorio de que su mensaje de paz, amor y sencillez sigue siendo tan relevante como siempre.