Emilia Zaballos, abogada y presidenta fundadora de Fundación Zaballos

En la noche del pasado viernes 24 de febrero, el hotel InterContinental de Madrid reunía a todo tipo de personalidades, autoridades e instituciones –desde comunicadores, activistas y artistas, hasta representantes de las Fuerzas Armadas, además de, por supuesto, profesionales del ámbito jurídico– para celebrar la tercera edición de los Premios de la Fundación Zaballos para la defensa de los derechos constitucionales.

La presidenta de esta fundación desde hace más de 30 años, la abogada Emilia Zaballos, compartió una velada inolvidable junto a más de 300 personas –entre las que asistió elcierredigital.com– entregando galardones al Pueblo Ucraniano, al Ejército del Aire y del Espacio, a la periodista Susanna Griso o la Asociación Internacional de Juezas Afganas Refugiadas, entre otros. 

Durante el emotivo evento, presentado por periodistas de gran calado como Patricia Betancort, Javier Barroso y Ana Terradillos y en el que se trataron importantes temas de carácter social, la presidenta de la Fundación Zaballos destacó la relevancia de la creación de asociaciones y plataformas de afectados en los casos que defiende su equipo de abogados.

La abogada y anfitriona de esta entrega de premios también aseguró, desde su sentimiento de pasión y compromiso por la abogacía, la importancia de solventar casos en los que se vulneran los derechos constitucionales de las personas y su poder para crear cambios sociales que beneficien a todos. Ahora, Emilia Zaballos atiende a elcierredigital.com, todavía empapada de la euforia por el éxito de la III Gala de su Fundación.

- El pasado 24 de febrero se celebró la tercera gala de premios de la Fundación Zaballos. ¿Cuándo y por qué surgió esta fundación?

- Surge hace 27 años. En ese momento, yo soy la abogada del asesino de Anabel Segura y de Sandra Palo, de los menores. Y ahí me doy cuenta de que la justicia existe pero el sistema es muy deficitario. Que está lleno de lacras, que aquí hay un problema a nivel social de falta de valores y de principios. 

Yo tenía 26 o 27 años y a mí me había ido muy bien profesionalmente, así que decidí montar la Fundación para devolverle a la sociedad un poquito de lo que a mí me había dado, de ese éxito. Y fue cuando tomé la decisión de ponerla en marcha.

Siempre digo que no sé cómo se me ocurrió, porque la verdad es que ha sido una dedicación muy grande. Es verdad que aquí no hay intereses de ningún tipo. Fundación Zaballos es una fundación que no tiene vinculación ni ideológica ni política ni de culto. Y, además, no hemos recibido ni subvenciones ni ayudas. Quiere decir que prácticamente el 95 por ciento de los proyectos se han sufragado desde mi propio despacho, con los beneficios, la teoría del diezmo. Y el personal del despacho, dedicando el tiempo, y todos los voluntarios. Con lo cual tenemos algo que no tiene el resto, y es que somos libres.

- ¿Cuáles son los objetivos de la Fundación?

- El objetivo es detectar a personas a las que se les vulnera un derecho constitucional. Cuando hay muchas a las que se les ha vulnerado el mismo, las agrupamos y les damos una forma jurídica, ya sea plataforma, asociación de afectados, ONG… cualquier tipo. Y lo que hacemos es desarrollarles una estrategia para que puedan ellos defender el proyecto para generar el cambio social.

¿Qué hacemos? Creamos un grupo de presión lo suficientemente potente como para darle voz. Se hacen eco los medios de comunicación de ese problema social y a partir de ahí, con esa estrategia que les hemos marcado, gestionamos el cambio.

¿Cómo gestionamos el cambio? De cuatro maneras. Una, con la propuesta de ley. Si hay que hacer una propuesta de ley, forzar para que se haga. Por ejemplo, la ley de mecenazgo, que hace 20 años que está parada, y estamos ahí sumando para que salga adelante.

La siguiente manera es con una propuesta de modificación de ley. Un ejemplo es la ley de ‘solo sí es sí’. Hemos impulsado la asociación de todos los afectados, para que se modifique. Hay leyes para las que ha pasado el tiempo, otras para las que ha cambiado la circunstancia en la sociedad, y otras que ya han nacido erróneas o con defectos como puede ser la ley de ‘solo sí es sí’, y lo que hacemos es crear ese grupo de presión para que se gestione el cambio. También está la negociación y mediación con las administraciones públicas, con los entornos políticos o las instituciones, porque hay veces que negociando se puede.

Y la cuarta sería la tramitación de procedimientos judiciales para que se resuelvan con sentencias favorables y se asiente jurisprudencia.

- A pesar de los 27 años de vida de la Fundación, solo ha habido tres galas de premios. ¿Cuándo y por qué surge la idea de hacer una gala de premios?

- Cuando pongo en marcha la Fundación Zaballos decido de antemano que si la fundación sobrevive 25 años haciendo cosas importantes a nivel social —de cambios sociales, que sean de trascendencia y que además hayan generado una gran ayuda para los ciudadanos, defendiendo los derechos constitucionales—, entonces yo instituiría los premios. Por eso, a los 25 años hago la primera gala, cuando lo cumplo. Si la Fundación no hubiera hecho nada importante y hubiera sido una más de las que están por ahí, evidentemente no lo habría hecho.

Yo he triunfado a nivel profesional y estoy muy agradecida. Creo que soy una abogada de reconocido prestigio, pero creo que una de las cosas que siempre he tenido muy claro es que quiero que el final de mis días siga dedicado dentro del mundo del derecho y dentro de la defensa de los derechos constitucionales, quiero dedicarme a la fundación. Es para lo que la puse en marcha. Es el legado que quiero dejar a la sociedad, ya que no tengo hijos y no tengo sobrinos en quien dejar y dar continuidad a todo esto.

- ¿Qué criterios se siguen para seleccionar a los premiados cada año?

- Que hayan sido personas que a lo largo de su vida, ya sea por su trayectoria profesional o personal, hayan destacado por la defensa de un derecho constitucional de una manera puntual por un hecho concreto o por comportamientos a lo largo de toda su trayectoria.

Este año había 67 propuestas. De hecho, ya se ha abierto la convocatoria. A partir del día 1 de marzo ya se pueden hacer propuestas para candidatos para el 2024. La gala del 2024 está convocada para el 23 de febrero. Estas propuestas las puede hacer cualquiera entrando en nuestra página web. Tanto por parte de los ciudadanos como por parte del patronato, del jurado, de amigos de la fundación, que son los que pueden hacerse socios y ayudar con 15 euros al mes.

En la web hay un apartado donde dice que se pueden proponer candidatos. Y lo que hay que hacer es justificar el por qué se considera que esas personas han brillado o han destacado en este ámbito. Y luego se elige un jurado. Hay dos premios: unos que los da el patronato y otros seis premios que da el jurado. Y se nos pueden hacer propuestas tanto para los premios del patronato, que son a nivel nacional e internacional, como para los que da el jurado.

Este año han sido solamente cinco los premios que hemos dado. El sexto no se ha entregado porque lo hemos decidido así. Había propuestas muy importantes pero el jurado ha considerado que de todas las propuestas este año eran cinco las que lo merecían. El jurado tiene un criterio totalmente independiente del patronato.

- ¿Cómo fue esta tercera gala comparada con las dos anteriores?

- Nosotros lo que estamos viendo es que nuestra visibilidad no tiene un crecimiento normal. Es exponencial, es de una manera brutal. Han estado todos los medios de comunicación, pero es que las acciones que se han hecho durante 2022 han sido muy potentes. Ha habido diez asociaciones en las que nos hemos centrado. La primera es la querella por el Covid, que sigue adelante en el Tribunal Constitucional, para que se investigue desde la transparencia la gestión que han hecho nuestros políticos de toda la pandemia.

Otras para las que estamos pidiendo regulaciones son la Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas; la de Afectados por Inversiones en cultivos CBD, de cannabis medicinal; la de las NFTs, que estamos pidiendo regulaciones antes de que se empiecen a producir las estafas, que ya se están produciendo, y que actuemos de forma preventiva.

También hemos hablado sobre la asociación de prácticas abusivas de las administraciones públicas, principalmente la Agencia Tributaria —sobre todo con el pequeño contribuyente, las micro pymes, microempresas y el autónomo—; la asociación de afectados por las dilaciones indebidas de los tribunales y las administraciones públicas —que afecta al caso de Romina Celeste—; la de los afectados por las conductas abusivas de las compañías aseguradoras; la de las víctimas por la aprobación y entrada en vigor de la ley del ‘solo sí es sí’; la de la entrada en vigor de la ley trans —que nos la están demandando muchísimas personas—; y la de la ley de mecenazgo.

La última de las asociaciones en la que nos hemos centrado se pone este año en marcha, y es la de más terapeutas y menos fármacos. Es una queja sobre la falta de recursos que tienen los médicos. Y es una voz de alarma que estamos creando, porque invertir en salud mental es la mejor inversión que se puede hacer.

Y en la gala yo terminé con dos frases para mí importantísimas. Una es mi frase y mi palabra mágica, que es “Vive-te”. O sea, que vivan con pasión y hagan con pasión todas las cosas que quieran. Y cerré mi discurso diciendo que si hay algo que he aprendido de los sueños es que se cumplen. Y uno de ellos es mi fundación, que yo siempre soñé con que haría todas estas cosas y al final se ha cumplido.