
El legado de la revista Interviú: Cinco años sin Antonio Álvarez Solís
El periodista fue director del mítico semanario que cerró en enero de 2018 y desafió al poder con sus reportajes
Este 30 de marzo se cumplen cinco años del fallecimiento de Antonio Álvarez Solís (Madrid, 1929). Fue uno de los periodistas más influyentes y controvertidos de la historia reciente de España. Con su nombre ligado a una de las revistas más icónicas de la Transición española, 'Interviú'. Álvarez Solís dejó un legado en el periodismo, al igual que una huella profunda en la cultura mediática del país.
Nacido como Antonio Álvarez Méndez-Trelles en Madrid, se consideraba asturiano, particularmente de Mieres, su lugar de origen por parte de madre. Su formación inició en la rama del Derecho, en Barcelona y Santiago de Compostela.
Fue en el periodismo donde encontró su verdadera vocación
A los 27 años, Álvarez Solís se convirtió en redactor-jefe de La Vanguardia de Barcelona, lo que marcó el inicio de una carrera brillante en la prensa española. Su vida profesional estuvo marcada por una clara ideología de izquierda y un compromiso con la libertad de expresión.

Pasó por diversos medios y colaboró en Radio Nacional, COPE, Onda Cero y Euskal Telebista. Solís consolidó su figura como un periodista respetado, pero también polémico, por su estilo directo y sin concesiones.
Los primeros años y la llegada a Interviú
A mediados de la década de 1970, España vivía una de sus transformaciones más enrevesadas, la Transición a la democracia. En ese contexto, el 22 de mayo de 1976, Solís asumió la dirección de Interviú. Revista fundada ese mismo año por Antonio Asensio Pizarro y un grupo de jóvenes periodistas.
Nacida bajo el sello de Ediciones Zeta, la revista fue concebida para abordar temas sociales y políticos de manera atrevida y transgresora. Bajo su dirección, Interviú alcanzó cifras de tirada impensables para la época.

En 1976, el primer número de la revista fue un éxito rotundo, con una tirada inicial de 100.000 ejemplares que se agotaron rápidamente. Solo unos meses después, en septiembre de 1976, la tirada ya ascendía a 400.000 ejemplares, y para finales de ese mismo año, los lectores se multiplicaron, alcanzando los 1,5 millones. Interviú se convirtió en el semanario más leído de España.
Con sus portadas provocadoras y su mezcla de reportajes de investigación y contenidos eróticos, marcó una nueva era en la prensa española.
Una revista transgresora y de investigación
Durante la dirección de Álvarez Solís, Interviú se distinguió por su valentía en el tratamiento de temas incómodos y, en muchos casos, prohibidos. La revista no solo presentaba desnudos de celebridades y figuras del espectáculo, sino que también realizó reportajes de investigación que desvelaban secretos políticos y económicos de la España de la Transición.
Entre sus reportajes más recordados están las fotos de Santiago Carrillo con peluca. Así como las imágenes del asesinato de los marqueses de Urquijo o las fotos de José María Ruiz Mateos en la cárcel de Frankfurt.

La revista también fue pionera en la crítica a los poderes establecidos. En diciembre de 1976, Interviú fue secuestrada judicialmente por un artículo que desvelaba las finanzas de la familia Franco. Estos enfrentamientos con el poder no hicieron más que consolidar la reputación de Álvarez Solís como un periodista valiente dispuesto a desafiar cualquier tipo de censura.
En la portada de Interviú desfilaron algunas de las personalidades más conocidas del momento. Amparo Muñoz, Marisol, Rocío Jurado, Lola Flores y Bibi Andersen fueron algunas de las figuras que posaron para la revista, que no dudaba en mezclar el glamour con la crítica social.

La fórmula, que podría haber sido considerada como una provocación, fue un éxito rotundo. Sin embargo, este éxito también acarreó controversias y enfrentamientos con la censura y el establishment político, algo que marcó la primera década de la revista.
La salida de Interviú y su legado
Pero no todo fue un camino de rosas. El 10 de mayo de 1979, Solís fue destituido de su cargo de director de Interviú, tras un periodo de tensiones internas y externas. Fue reemplazado por Darío Giménez de Cisneros, quien asumió la dirección ejecutiva de la revista.
A pesar de su salida de Interviú, Solís continuó su carrera en el periodismo. Colaborando en distintos medios y manteniendo su postura crítica y combativa en sus escritos y apariciones públicas. Su ideología de izquierda se reflejó también en su incursión en la política.

En 1986 encabezó la lista del Partit dels Comunistes de Catalunya al Senado por Barcelona, obteniendo 45.608 votos.
A lo largo de los años, Antonio Álvarez Solís continuó su actividad periodística y literaria, publicando obras como Qué es el búnker (1976), Divorcio, recta final (1977) y Crisis del periodismo: la información y la calle (2012). También fue cofundador de la revista satírica Por Favor, en la que dejó su impronta en la tercera página.

Sin embargo, la llegada de internet y los cambios en el panorama mediático marcaron el declive de muchas publicaciones tradicionales. Interviú no fue ajena a este cambio, y en 2018, tras una caída en sus cifras de difusión, el Grupo Zeta anunció su cierre definitivo debido a las pérdidas acumuladas.
El cierre de Interviú y su impacto en la historia del periodismo
Interviú cerró el 8 de enero de 2018, pero su impacto perdura. Durante más de cuatro décadas, la revista fue un espejo de los cambios sociales, políticos y culturales de España.
En sus páginas se reflejó la lucha por la libertad de expresión y el cuestionamiento de los poderes establecidos. Dio pie a una búsqueda de una nueva identidad en una España democrática.
Hoy, cinco años después de la muerte de Álvarez Solís, su figura sigue siendo recordada por su valentía y su capacidad para desafiar las convenciones.
A través de Interviú, transformó el periodismo español. Marcando un antes y un después en la manera de abordar el periodismo de investigación, el tratamiento de la cultura y la política, y la libertad de expresión en tiempos de cambio.
El legado de ÁlvarezSolís sigue vivo, no solo en su obra, sino también en la memoria de una revista que cambió la historia del periodismo en España.
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