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Mujer de pie en un escenario oscuro con traje formal.
CULTURA

El 'cara a cara' de Manuela Velasco con Carmen Conde: Un monólogo que arrasa en Madrid

La sobrina de la fallecida Concha Velasco, ambas actrices, interpreta 'Cartas desde el olvido' en el Teatro de la Abadía

El título de la obra teatral que se representa en el Teatro La Abadía, de Madrid, dirigida por Paula Paz, es “Cartas desde el olvido”. Está producido por José Velasco e interpretado por Manuela Velasco. Acompaña en la danza Estela Merlos, mientras Manuela interpreta la figura de Carmen Conde.

Manuela ocupa el espacio de la vida de Conde, cuando mantenía su correspondencia poética con Katherine Mansfield. Katherine era una escritora neozelandesa, nacida en 1988, que se instaló en Londres a los 18 años para estudiar música y comenzar su carrera como escritora.

Sus relatos, de carácter poético, delicado e irónico, destilan una honda y sutil sensibilidad, capaz de captar con maestría los estados de ánimo de sus personajes. Con un estilo heredado del escritor ruso Chéjov. Sus cuentos, sus obras y su poesía, la sitúan en los albores de las nuevas formas literarias que habrían de nacer en el siglo XX.

La relación de Carmen Conde y Katherine Mansfield

Carmen Conde comienza una relación epistolar unidireccional con Katherine, doce años antes de que falleciera, cuando tenía 35 años. Las cartas de Carmen van dirigidas de una persona viva a una muerta.  

Conde las escribió desde la fascinación y la curiosidad. Y dejó traslucir en ellas una complicidad que no entiende de tiempo, distancia ni idioma. Y, con una belleza mágica, difumina la frontera entre la vida y la muerte.

La obra se vertebra a través de estas cartas y se completa con el cuerpo poético de ambas escritoras, fragmentos del diario de Katherine a Mansfield y con el discurso de entrada a la RAE de Carmen Conde. Es imposible hacer aquí una recopilación de la extensa obra de la escritora, inútil intento.

Una persona en el suelo con las piernas levantadas mientras otra persona está sentada observando en un escenario oscuro.
La obra 'Cartas desde el olvido' en el Teatro de la Abadía. | El Cierre Digital

El uso de la música, la palabra grabada y las proyecciones audiovisuales son fundamentales en esta producción. Mezcla la obra epistolar y la obra poética, el español y el inglés, el teatro y la danza.

El peso de este poético monólogo, de unos momentos en la vida de Carmen Conde, lo lleva la actriz Manuela Velasco. Es hija de un importante cámara y realizador de nuestro cine y sobrina de la gran actriz fallecida, Concha Velasco.

Manuela Velasco

Manuela, a los once años, debutaría en la gran pantalla de la mano de Pedro Almodóvar en el filme “La ley del deseo”. En la segunda mitad de los años 90 comienza a realizar pequeños papeles en numerosas series de televisión como “Este es mi barrio”; “El comisario”; “A las once en casa”; “Hospital Central” o “Cuéntame cómo pasó”.

En el cine, tiene interpretaciones como “Gente pez” en 2001; “Atraco a las 3...y media”, dos años después, en 2007, "El club de los suicidas". El éxito le llega ese año, cuando protagoniza el filme de terror “REC”, por el que obtendría el premio Goya a Mejor Actriz Revelación.

Posteriormente ha intervenido en series de televisión como "La chica de ayer", "Doctor Mateo" y "Águila Roja". Y películas como "Sangre de mayo", “REC2” o “Terror sin causa”.

Una persona con cabello corto y castaño claro viste un traje formal y está de pie frente a un fondo oscuro con humo.
Manuela Velasco. | El Cierre Digital

En cuanto a su trabajo teatral, Manuela Velasco ha participado en numerosas obras, destacando su papel en “Todos eran mis hijos” en 2010. También “Alma de dios”; “Feelgood”; “Bajo terapia” o “El Banquete”.

Ya en 2019 se atreve con el teatro clásico, “Ricardo III”; “La bella Dorotea” y “La violación de Lucrecia” demuestran su versatilidad y habilidad para interpretar diferentes roles con éxito.

Ahora, en el Teatro de La Abadía, se enfrenta a un gran reto con esta poetisa, Carmen Conde. Penetra en la intelectualidad de todos los que la leen. 

Manuela Velasco pone todo su entusiasmo y fuerza para llevar a cabo esta aventura poética con una ardua tarea de protagonización.

La obra y amores de Carmen Conde

Carmen Conde nació en Cartagena en 1907. Fue dramaturga, ensayista y maestra española, considerada una de las voces más significativas de la “generación poética del 27”.

En 1978 fue elegida la primera académica de número de la Real Academia Española, pronunciando su discurso de ingreso en 1979. En 1931 Conde fundó, junto a su marido Antonio Oliver, la primera Universidad Popular de Cartagena.

A los seis años se trasladó con su familia a Melilla, donde vivió hasta 1920. Las memorias de esta época están recogidas en “Empezando la vida”. A los 19 años comenzó Magisterio. El 15 de abril de 1924, con 16 años, Conde publicó su primer trabajo en un diario de Cartagena.

Siguió colaborando con otros periódicos y revistas, publicando en 1925 un entremés titulado “A los acordes de la pavana”. 

Mujer sonriendo en un balcón junto a una planta en maceta.
La dramaturga Carmen Conde. | Zenda Libros

Mantuvo una intensa correspondencia con la poeta Ernestina de Champourcín, prácticamente ininterrumpida desde enero de 1928 hasta 1930. A partir de ese año, las cartas fueron distanciándose, aunque se escribieron hasta los años ochenta.

En esta correspondencia, ambas reconocen la influencia en su poesía de Juan Ramón Jiménez, de Gabriel Miró y de clásicos como  Santa Teresa o Fray Luis de León. Terminó conociendo personalmente a Champourcín.

En 1927 conoció al poeta Antonio Oliver y formalizaron sus relaciones. Ella publicó en las revistas "Ley: entregas de capricho"  y “Obra en marcha: diario poético”, las minoritarias revistas de Juan Ramón Jiménez.

En 1929, publicó “Brocal”, un libro de poemas en prosa, con presencia de la naturaleza y cuyo tema es el amor. Terminó sus estudios de Magisterio en 1930. Un año más tarde, el 5 de diciembre de 1931, se casó con Oliver.

En 1931, se publicó su ensayo pedagógico “Por la escuela renovada”. En 1933, fundaron la revista “Presencia”. Miguel Hernández  pasó a ser amigo íntimo, pero mantuvo amistad con otros poetas e intelectuales como Ramón Sijé, Margarita Nelken, María de Maeztu, entre otros.

Retrato en blanco y negro de una mujer con expresión seria y cabello recogido.
Carmen Conde. | Cedida

En 1933 se trasladó a Madrid y nació muerta su única hija, tema que aparece intermitentemente en su poesía. En 1934 publicó “Júbilos”, prologado por Gabriela Mistral e ilustrado por Norah Borges. Había sido escrito durante su embarazo, lo que explica su tono feliz. Al año siguiente, la pareja colaboró con periódicos nacionales como “El Sol”, en el que se publicaron las “Cartas a Katherine Mansfield”.

En 1936, mientras estudiaba en la Universidad de Valencia, Conde conoció a Amanda Junquera. Era la esposa del catedrático de Historia de España Cayetano Alcázar Molina. Con ella mantuvo una relación amorosa, según ha documentado José Luis Ferris, en la biografía “Carmen Conde: vida, pasión y verso de una escritora olvidada”. El investigador ha afirmado que tanto la vida como la obra de la poeta «se van a ver definidas por esa batalla interior que Carmen hubo de librar hasta el final de sus días, una lucha íntima, secreta acaso, entre las sombras del pasado y el presente junto a Amanda Junquera».

Al estallar la Guerra Civil, Oliver se unió al ejército republicano. Conde le siguió por varias ciudades de Andalucía, pero regresó a Cartagena para cuidar de su madre. En 1940, se instaló en El Escorial con Amanda Junquera, donde escribió gran parte de su obra y utilizó como seudónimos Magdalena Noguera, Florentina del Mar y otros.

En estos años publicó algunas de sus obras poéticas más importantes: “Ansia de la Gracia” y “Mujer sin Edén”. Con el poemario “Ansia de la gracia” Conde entró en el mundo editorial, hasta entonces había hecho ediciones de pocos ejemplares. Es un poemario cuyo tema central es el erotismo y sus imágenes están en relación con la naturaleza. Destaca el poema “Primer amor”.

Placa conmemorativa en honor a Carmen Conde, destacando su residencia desde 1949 hasta 1992 y su logro como la primera mujer en ingresar a la Real Academia Española.
Placa de Carmen Conde en Madrid. | El Cierre Digital

En 1978 fue elegida académica de número de la Real Academia Española, ocupando el sillón K. El 28 de enero de 1979 pronunció el discurso de ingreso en la Academia: “Poesía ante el tiempo y la inmortalidad”.​

En 1987, año en el que falleció Amanda Junquera, Conde recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por “Canciones de nana y desvelo”.  En los últimos años de su vida, entre 1992 y 1996, vivió en una residencia en Majadahonda, donde falleció.

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