La 76ª edición de los Emmys: Una gala de récord
Shogun, The Bear y Hacks fueron los grandes nombres de la noche y Meryl Streep cautivó al público en la Alfombra Roja
Una de las noches más esperadas para los amantes del cine y de la moda, con permiso de los Óscar. La 76ª edición de los Emmys ha quedado marcada por la huella de Shogun, una producción ambientada en el Japón samurái.
La serie fue premiada con nada más y nada menos que 18 estatuillas. Y se hizo con los récords a serie dramática de una sola temporada con más premios y más nominaciones de la historia.
Fue el teatro Peacock de Los Ángeles el escenario de batalla de una edición que se preveía reñida. Antes del comienzo de la gala, algunas de las series protagonistas de la noche habían roto récords en nominaciones a los premios en su categoría.
Con la ventaja de haber recibido anteriormente galardones en los Emmys Creative Arts, algunos asistentes venían ya preparados para llevarse a casa el premio gordo de la velada. Para algunos, este ha sido un año de doble reconocimiento debido al retraso de la edición anterior afectada por las huelgas en Hollywood.
La ceremonia se presentaba tensa. La acumulación de récords hacía presión.
La serie The Bear ya se había hecho con el puesto de la comedia más nominada a premios Emmy de la historia. 23 candidaturas tenía, destronando las 22 de 30 Rock en 2009.
The Bear y Shogun (ambas de Disney+) se presuponían como los contrincantes de la noche. Shogun reunía ya 25 nominaciones a mejor serie dramática antes de comenzar los premios.
No fue hasta la entrega del último premio, cuando Hacks se hizo con la atención completa de los asistentes. Recibió el Emmy a la mejor serie de comedia, para sorpresa incluso de sus creadores. Rompiendo así la racha de premios acumulada por The Bear durante el resto de la noche.
Una gala con sorpresas
Esta velada, que consagra a las mejores producciones audiovisuales estadounidenses del último año, fue presentada por el dúo padre e hijo de los actores Eugene y Dan Levy.
La noche arrancó como se esperaba, con la primera victoria de The Bear. El Emmy al mejor actor de reparto en una serie de comedia fue para Ebon Moss-Bachrach.
Se sumarían las estatuillas para la serie de mejor actor principal, para Jeremy Allen White. Y mejor actriz de reparto en una comedia, para Liza Colón-Zayas. A pesar de las tan comentadas previsiones, ambos recibieron el premio con sorpresa.
Pero esto no fue el final de la noche para una de las comedias más aclamadas del último año. Por The Bear Christopher Storer se coronó como el mejor director de una serie de comedia con el episodio Peces.
Además de uno de los premios gordos de la gala, la comedia Hacks, también arrebató a The Bear el reconocimiento a mejor actriz de una serie de comedia, concedido a Jean Smart. Así como Lucia Aniello, Paul W. Downs y Jen Statsky se proclamaron mejores guionistas de una serie de comedia.
El puesto de la mejor miniserie se lo llevó Bebé reno. La producción, disponible en Netflix, se convirtió en una de las grandes triunfadoras de esta edición. Ganó los premios a mejor actor de una miniserie y mejor escritor de una serie limitada, ambos para Richard Gadd.
Jessica Gunning no se fue con las manos vacías, recibió el galardón a mejor actriz de una miniserie.
La gran protagonista de la noche se hizo esperar. No fue hasta dos horas después del comienzo de la gala que Shogun empezó a recibir las estatuillas que la llevarían a alcanzar el récord.
El galardón al mejor director de una serie dramática fue la primera de la noche, para Frederick E.O. Respaldado por mejor actor y actriz principal de una serie dramática a Hiroyuki Sanada y Anna Sawai. Y la esperadísima distinción como mejor serie dramática casi al final de la noche.
El premio a mejor actor de reparto dramático para Billy Crudup por The Morning Show, de Apple TV, fue un desconcierto para el público. Se llevó el primer premio de la noche al que estaba nominada Shogun.
Un, dos, tres, ¡glamour!
Pero no solo hubo grandes vencedores en el escenario. Si la espectacular alfombra roja de los MTV VMAs nos dejó con ganas de más, los Emmys nos han ofrecido nuevas propuestas y grandes looks.
Transparencias, volúmenes, satinados, atuendos sofisticados, y muchísimo más. Sin duda, la pasarela de los Emmys ha sido una explosión de formas y tejidos que no ha dejado indiferente a nadie.
La siempre espectacular Jennifer Aniston llevó un look que dejó sin habla al mundo con su más que acertada apuesta. Fue la gran triufadora de la noche.
La actriz, que estaba nominada a un Emmy, lució un vestido palabra de honor confeccionado con pedrería de Óscar de la Renta que combinó con unas sandalias de Jimmy Choo.
Con un atuendo parecido, Catherine O’Hara también brilló en la alfombra roja. Llevó un vestido de manga larga y cuello caja repleto de joyería también de Óscar de la Renta.
Este año, los diseños satinados han sido los grandes triunfadores de la gala. Buscando la elegancia y el glamour, las celebrities, sin arriesgar, han apostado por este tejido para impresionar al mundo y mostrar un estilo sofisticado.
Una de ellas ha sido la magnífica Naomi Watts, que lució un vestido satinado clásico a lo "Old Hollywood" de Balenciaga hecho a medida.
Meryl Streep también ha apostado por este tejido. La actriz estadounidense lució un ‘total look’ rosa del diseñador Alexander McQueen dejando boquiabiertos a sus fans nada acostumbrados a estos tonos.
Meryl es una apuesta segura en las alfombras rojas, donde hasta ahora, siempre ha optado por lucir tonos oscuros y neutros.
Algunos de los hombres que han desfilado por la alfombra roja también pensaron en el satén como una gran opción para la gala.
Jonathan Bailey, de la serie Los Bridgerton apostó por una camisa de color rosada con un conjunto negro de pantalón y chaqueta de Armani. Llama la atención el uso de la faja, poco común entre hombres en este tipo de galardones.
Bobby Berk, por su parte, utilizó este brillante tejido en un traje dos piezas azul marino con relieve.
Al igual que Meryl Streep, el color rosa también fue elegido por Rita Ora y Eiza Gonzalez, que portaron un look similar de Tamara Ralph. Un vestido escotado junto a una boa de plumas, sin ningún complemento sobre el cuello. Apostando el detalle diferenciador a su peinado.
Por su parte, el color negro siempre es una apuesta segura, y por ello el color más presente durante toda la gala.
Elizabeth Debicki fue una de las actrices más destacadas por su elegancia en la alfombra. La galardonada con el Emmy a mejor actriz de reparto por su papel de la princesa Diana de Gales en la serie The Crown lució un vestido negro de Dior de lo más sofisticado y sencillo.
Selena Gómez optó por un vestido negro de cola, con escote halter repleto de brillos y silueta sirena de Ralph Lauren. Saoirse Ronan o Jean Smart también dejaron ver su elegancia a través de este color, añadiendo el uso de transparencias.
Humor y emoción en la gala
Además de los vestidos de gala y tejidos de ensueño, hubo grandes momentos durante la celebración de los Emmys.
Desde Rob McElhenney comparando a Meryl Streep con un suspensorio (una broma que estaba pactada) o la broma de Steve Martin con Nicole Kidman, hasta la reivindicación del actor de Reservation Dogs De Pharaoh Woon-A-Ta. Este quiso recordar a las víctimas indígenas a través de una pintada roja en forma de mano sobre su boca.
El actor John Oliver aprovechó la recogida de su premio por su programa Last Week Tonight para homenajear a su perro. Había fallecido recientemente y quiso dedicarle la victoria a todos los perros del mundo. Su discursó permitió mostrar una faceta más personal del actor, aunque mantuvo presente su lado humorístico.
El creador y protagonista de Mi reino de peluche,Richard Gadd, también protagonizó uno de los discursos más emotivos de la noche.
“Nunca pensé que podía recuperarme de lo que me había pasado. Pero aquí estoy, una década después, recogiendo uno de los premios más importantes de la televisión", dijo el actor.
Otros momentos más agradables los protagonizaron Jodie Foster al emocionarse por ganar su primer Emmy por su actuación en True Detective: Night Country. O Liza Colón- Zayas por lograr la misma hazaña pero por su interpretación de Tina en The Bear. Esta última no se creía cómo había podido ganar contra grandísimas leyendas como Meryl Streep, de Carol Burnett o de Sheryl Lee Ralph.
Además, Liza quiso reivindicar la importancia del voto y animó a todas las latinas a luchar por sus derechos.
Jean Smart protagonizó uno de los momentos más aplaudidos de la noche. En la recogida de su tercer Emmy, la actriz quiso dar vida a Deborah Vance, su personaje en Hacks. Momento en el que dejó que un gran egocentrismo se apoderara de ella.
"Gracias. En realidad es humillante. Lo aprecio porque no recibo la suficiente atención", dijo.
Además, también bromeó con el reciente cambio de nombre de HBO. A quien agradeció por pensar en ella para asumir el papel y no a Max.
En definitiva, grandes momentos en una celebración para la historia de los Emmys. Con más sorpresas de las esperadas, Shogun rompió récords con 18 galardones recibidos entre las dos últimas ediciones.
The Bear recibió nada menos que 11 premios en diferentes categorías y Hacks salió del teatro como uno de los grandes nombres de la noche en la que tampoco faltó glamour.
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