06 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

La intérprete de 'La Vie en rose' falleció el 10 de octubre de 1963, con tan solo 47 años de edad, víctima de un cáncer de estómago

Sesenta años sin Edith Piaf, el 'Gorrión de París': La voz inmortal de la canción francesa que sucumbió a los excesos

Edith Piaf.
Edith Piaf.
Edith Piaf, la legendaria cantante francesa conocida como "El Gorrión de París", dejó una huella imborrable en la música y la cultura del siglo XX. Con su voz emotiva y apasionada, Piaf cautivó al mundo con canciones icónicas como "La Vie en Rose" y "Non, je ne regrette rien". A lo largo de su turbulenta vida, enfrentó desafíos personales y de salud, pero su música, llena de emoción y autenticidad, la convirtió en una de las intérpretes más influyentes de la chanson française.

El 10 de octubre de 1963 la música despedía a una de las grandes voces y un 'gigante' de la canción francesa. La artista Edith Piaf fallecía con tan solo 47 años en la aldea de Plascassier, localizada en plena Costa Azul, donde la intérprete había adquirido una mansión. 

Tras una vida llena de éxitos y excesos, Francia decía adiós al icónico 'Gorrión de París', quien dejó un himno de la música parisina: 'La vie en Rose'. Un tema que ha sido versionado por múltiples artistas y, que a día de hoy, continúa siendo una de las canciones más escuchadas de las distintas plataformas digitales. 

Cantar para sobrevivir

Nacida como Édith Giovanna Gassion en las calles de París en 1915. Su vida estuvo marcada por la adversidad desde el principio. Criada en una familia humilde, Edith  encontró refugio en la música desde temprana edad, cantando en las calles de París para sobrevivir. Su apodo "La Môme Piaf" (El Gorrión) se convirtió en su nombre artístico, y su talento vocal pronto llamó la atención de los amantes de la música y de la escena nocturna parisina.

El punto de inflexión en la carrera de Piaf llegó en la década de 1930 cuando fue descubierta por el famoso cabaret Le Gerny's. A partir de ahí, su estrellato se catapultó, y sus actuaciones emotivas y apasionadas cautivaron al público de todo el mundo. No obstante, su idilio con la noche parisina también le valió para sucumbir a los excesos así como a diversas adicciones. 

El precio del éxito

 

En la década de los cuarenta Piaf ya era toda una artista consagrada en el mundo de la música y, concretamente, del género de la chanson française, que es una forma de canción francesa caracterizada por sus letras poéticas y a menudo emotivas. Fue en 1946 cuando lanza 'La vie en rose', la estrella de todo su repertorio y uno de los temas musicales más versionados por otros artistas a nivel mundial. Una de las versiones más conocidas fue la realizada por la también cantante Grace Jones.

Posteriormente llegaron otros como 'Non, je ne regrette rien','Hymne à l'amour', 'Padam Padam', 'Sous le ciel de Paris' o 'Mon Dieu'. La fama de Piaf crecía notoriamente a la par que la de artistas de la talla como Jacques Brel, Maurice Chevalier o Tino Rossi. 

De desafiar a los nazis a un embarazo temprano

 

Además de ser una de las cantantes más relevantes de la música francesa, a lo largo de su vida, Piaf protagonizó numerosas polémicas y episodios traumáticos. Fue una de las ciudadanas que asistió a la ocupación nazi de la ciudad de Paris durante la II Guerra Mundial. En una ocasión, Piaf fue convocada para cantar en una fiesta privada para oficiales alemanes de alto rango. Aparentemente, aceptó la invitación, pero con un giro sorprendente. En medio de la actuación, Edith Piaf comenzó a cantar "La Marsellesa", el himno nacional de Francia, desafiando abiertamente a los ocupantes nazis. Esta audaz muestra de resistencia se convirtió en un acto simbólico de la lucha francesa contra la ocupación alemana y la hizo aún más querida por su pueblo. 

En 1932, Piaf quedó embarazada de Louis Dupont, un mensajero con el que había tenido una relación. Debido a su situación precaria y al temor de no poder mantener a un hijo, decidió abortar. Esta experiencia fue traumática y la afectó profundamente, influyendo en muchas de sus canciones y en su actitud hacia la maternidad. Posteriormente, Piaf mencionó que esta fue una de las decisiones más difíciles de su vida. En 1947, Édith se enamoró de un hombre, “el único hombre al que he querido” confesaría, Marcel Cerdan un joven humilde de origen marroquí que llegó a convertirse en campeón de boxeo. Una relación que acabaría en tragedia puesto que dos años después Cerdan falleció durante un accidente de avión. Un hecho del que Piaf jamás se recuperó.

 

Sus últimos días: Amor y adicciones

 

Los últimos años de Edith Piaf estuvieron marcados por el amor y las adicciones. En 1952 contrajo matrimonio con el cantante Jacques Pills, que la animó a iniciar un tratamiento de desintoxicación por su adicción a los medicamentos y de quien se divorció en 1956. Diez años después contrajo matrimonio con el cantante y actor griego Theo Sarapo. La diferencia de edad entre ambos era considerable, ya que Piaf tenía casi 20 años más que él. Esto generó controversia y críticas en la prensa y entre sus seguidores. La relación fue objeto de escrutinio público, y algunos la tacharon de oportunistica por parte de Sarapo, que buscaba fama a través de su conexión con la renombrada cantante. La pareja se casó poco antes de la muerte de Piaf en 1963.

Théo Sarapo - Wikipedia, la enciclopedia libre

Theo Sarapo y Edith Piaf.

Otra controversia que rodeó a Piaf fue su estilo de vida, que incluía problemas con el alcohol y las drogas. Estos aspectos de su vida personal a menudo se vieron reflejados en su música, lo que contribuyó a su imagen de mujer atormentada. Agotada y con un nivel de estrés muy alto la salud de la cantante que había sido diagnosticada de un cáncer de estómago en 1959 se vio mermada poco a poco. El 10 de octubre de aquel año la vida de Piaf se apagó. A su encierro asistieron 50.000 personas. El arzobispo de París no quiso ofrecer un funeral religioso por la vida "poco moral" de la intérprete. Sus restos descansan en el cementerio de Père Lachaise. 

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