26 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

El artista andaluz con más de 80 discos grabados también participó en una veintena de películas, algunas junto a Concha Velasco, su amor imposible

Manolo Escobar, en el recuerdo: Noventa y dos años del nacimiento del icono de la música popular española

Manolo Escobar.
Manolo Escobar.
El 19 de octubre de 1931 nacía en El Ejido (Almería) Manolo Escobar. 92 años después, Escobar sigue siendo uno de los referentes de la música popular española. Canciones como ‘Mi carro’ o ‘El porompompero’ perduran en el tiempo. El cantante falleció en 2013 a causa de un cáncer dejando más de 80 discos grabados y una veintena de películas.

Hace 92 años nacía en El Ejido (Almería), Manolo García Escobar. Antonio García y María del Carmen Escobar, sus padres, aquel 19 de octubre de 1931 no sabían que el quinto de sus diez hijos se convertiría en el gran Manolo Escobar, uno de los grandes folklóricos y cantantes de música popular de España. Canciones como ‘Mi carro’, ‘El porompompero’ o ‘La minifalda’ se convirtieron en grandes éxitos que perduran en el tiempo.

Este 2023 habría cumplido 92 años, pero un cáncer de colon se lo llevó diez años atrás, en 2013. Manolo Escobar fallecía en una residencia de Benidorm tras 82 años de éxitos. Y no solo en el ámbito musical, ya que también participó en una veintena de películas.

Manolo Escobar, primeros años

Manolo Escobar y sus nueve hermanos se criaron en la pequeña pedanía de Las Norias de Daza (El Ejido, Almería). En este contexto rural, el arte se respiraba por los cuatro costados, gracias en parte a la amistad de la familia con el profesor de música Antonio Manzano, que habían conocido en los primeros años de postguerra.

El padre del cantante, Antonio García, dominaba los trovos con la misma maestría con que sus hermanos tocaban el acordeón, el violín o la guitarra. El propio Manolo aprendió a tocar el laúd con soltura al tiempo que cultivaba su prodigiosa voz. La posada en la que vivían dejó pronto de poder sustentar a una familia tan numerosa y Manolo, junto a su padre y sus hermanos Salvador y Baldomero, decidió probar fortuna en Barcelona, en el barrio chino, una decisión que cambiaría su vida para siempre.

Manolo Escobar, con sus hermanos a los pocos meses de su nacimiento.

En la ciudad condal, trabajó como aprendiz y peón en varios oficios. No obstante, tras aprobar el bachillerato elemental en una escuela nocturna y pasar un proceso de selección, consiguió un empleo como auxiliar de Correos en Badalona, a donde se trasladaría toda su familia. El calor de Almería había quedado atrás y, aunque el trabajo ocupaba buena parte de sus días, Manolo invertía el poco tiempo libre del que disponía en su auténtica pasión: el cante, la copla andaluza que evocaba la tierra de sus orígenes, que en aquellos tiempos tanto extrañaba. Las verbenas eran entonces su vía de escape, y en ellas se convirtió en una auténtica celebridad.

Casualidades del destino, eventualmente conocería a José María Nadal, que entonces trabajaba en Radio Barcelona, emisora decana de la radiodifusión española. Ambos se pusieron en contacto gracias a un amigo que Manolo había conocido en Larache (Marruecos) mientras cumplía el servicio militar, que resultó ser sobrino del colaborador de la emisora. Nadal quedaría prendado del talento de Manolo y le haría debutar en el programa 'Serenata', para cantantes semidesconocidos.

Bajo el padrinazgo de Nadal, los hermanos García Escobar formaron el grupo Manolo Escobar y sus guitarras. Con el primer disco ya grabado, los hermanos pidieron una excedencia bianual en Correos para asegurarse un porvenir en caso de que fracasara su camino musical. Nada más lejos de la realidad. Desde 1958, las ofertas y contratos se sucedían como las gotas de agua de una tormenta veraniega. El vínculo fraternal de Manolo con sus hermanos era inquebrantable. De ellos, según el artista Toni Subirana, llegó a decir que “no los cambiaría nunca, aunque Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y Paco Cepero se ofrecieran a sustituirles”.

Sus primeros éxitos en la música

Sea como fuere, pese al éxito inicial, en la vida de Manolo todo estaba a punto de cambiar. En el local Playa de Aro, donde él y sus hermanos habían trabajado previamente, conoció a una muchacha alemana, Ana Marx, que veraneaba apaciblemente con sus padres. Marx pronto robaría el corazón del cantante, hasta el punto de que se casaron pocos meses después de haberse conocido, en Colonia. Ninguno de los dos hablaba el idioma materno del otro. La vida de Manolo estuvo, durante los siguientes años, a caballo entre España y Alemania. En cualquier caso, tras una triunfal gira por Almería, que sus paisanos interpretaron como la vuelta del hijo pródigo, Manolo participó en el espectáculo del entrañable Juanito Valderrama con tal éxito que decidió montar su propia función, ‘Canta Manolo Escobar’.

Manolo Escobar y sus guitarras

El debut tendría lugar en Córdoba, en el teatro Duque de Rivas. Corría el año 1961. Aunque Manolo no era plenamente consciente de ello, aquel fue un punto de inflexión clave en su trayectoria musical. Su fama crecía en todo el país con la misma velocidad con que sus discos se difundían. Era tal la magnitud de su personaje, que pronto inició carrera en el cine español, apareciendo por primera vez en la película 'Los Guerrilleros' (1963), una industria en la que protagonizaría más de veinte largometrajes. Indudablemente, uno no puede imaginar las décadas de los 60 y 70 en nuestro país sin su repertorio musical: El porompompero, Mi carro, La minifalda, Madrecita María del Carmen, Viva España o Mujeres y vino fueron la indiscutible banda sonora de aquel periodo.

La magnitud de su voz solo puede compararse a lo prolífico de su obra. Escobar publicó 80 discos, de los cuales 24 fueron de oro. Inolvidable es el homenaje que recibió en el Palacio de los Deportes de Barcelona en 1975, presentado por su compañera Concha Velasco. En los años siguientes, grabó con su particular estilo el cancionero español y, ya bien entrados los años noventa, probó suerte como presentador de televisión en los programas de Goles son amores y Mañana serán estrellas.

Manolo Escobar, amor imposible de Concha Velasco

Hace unos años, Concha Velasco se sinceraba en una entrevista con la revista Lecturas y confesaba a Toñi Moreno —colaboradora estrella de la publicación— que Manolo Escobar fue su gran amor imposible.

La alemana "Anita" fue el gran amor de Manolo.

“Siempre nos quisimos, pero decidimos que no podía ser. La gente pensaba que éramos pareja, y su mujer lo sabía, porque esas cosas se saben mirando a los ojos, pero nunca pasó nada entre nosotros”, declaró la actriz. Tanto el cantante como la actriz decidieron que no podía ser y por tanto quedó en una pasión deseada que nunca se materializó. No obstante, la vida da muchas vueltas y Concha Velasco se hizo íntima de Anita, la esposa de Manolo Escobar. “Ella lo sabía porque esas cosas no se pueden ocultar, se notan en la mirada”, aseguraba la actriz en Lecturas.

Lo cierto es que Concha y Manolo fueron una de las parejas más carismáticas del cine español. Juntos protagonizaron cinco taquilleras películas. Pero, ¿en qué país vivimos? (1967) fue la primera de ellas y ya mostraba por dónde iba a ir los tiros de estas comedias musicales: Manolo representaba la imagen de una España tradicional pero bondadosa mientas que Concha siempre interpretaba a mujeres más modernas y con una visión progresista. Tras el choque entre sus dos formas de ver a la vida, el amor entre ambos prevalecía. Cuatro de los cinco films de la pareja fueron dirigidos por José Luis Saénz de Heredia, el primer gran amor de la actriz. La excepción fue la película En un lugar de la Manga (1970) que fue dirigida por Mariano Ozores.

Últimos años de Manolo Escobar

En lo personal, uno de los momentos más felices de la vida de Manolo Escobar llegaría con el nacimiento de su hija Vanessa, su “pequeña flor”, fruto del amor con Ana (ya entonces “Anita” para toda España), que tiene una conocida carrera como actriz, habiendo participado en producciones audiovisuales españolas como El secreto del puente viejo (2011) o El incidente (2017).

La lucha contra el cáncer de colon que padecía, así como los continuos problemas de salud a los que tuvo que hacer frente menguaron progresivamente su agenda. Aun así, todavía tendría tiempo de regalarnos un momento para el recuerdo celebrando junto a los jugadores de la selección española el mundial de fútbol de 2010.

Los últimos momentos de su vida los pasaría junto a los suyos, en Benidorm. El cáncer acabaría finalmente con él tras años de lucha. No obstante, la historia de aquel muchacho que soñaba con triunfar en el mundo de la música durante las interminables jornadas en el campo almeriense vivirá por siempre en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de escuchar las melodías de sus icónicas canciones.

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