26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El investigador Enrique Cerro narra las vivencias de humildes soldados como Roque Cuesta, que perdió la vida en África por un puñado de pesetas

Ciento un años de 'El desastre de Annual' (V): Las trágicas historias humanas que esconde la derrota

Cien años de 'El desastre de Annual'.
Cien años de 'El desastre de Annual'.
Diversos investigadores rehacen para El Cierre Digital, en varios capítulos, la derrota militar española que pasaría a la Historia como “el desastre de Annual”. Enrique Cerro, profesor de la Universidad de Castila-La Mancha y autor del libro 'Camino de Annual: Albacete y el desastre de 1921', narra en esta entrega los casos particulares de algunos de los soldados que perdieron su vida en Marruecos. Como Roque Cuesta, víctima, en realidad, del sistema de sustitución.

Hace justo un siglo y un año, en julio de 1921, España vivía un momento que determinaría el devenir de su historia. El conocido como ‘Desastre de Annual’, -sus errores militares, las deficiencias políticas, las acciones estremecedoras de heroísmo, los desaparecidos y los caídos, la reacción patriótica sin precedentes-, fue el prólogo de un golpe de Estado, el de Primo de Rivera y, en consecuencia, del final del reinado de Alfonso XIII.

Pero de aquel suceso, incluso a pesar de sus vastas consecuencias, hoy tan solo queda la desmemoria. Las historias personales que allí se vivieron; el horror, la incertidumbre y el desconsuelo de miles de familias; habrían sido olvidadas si muchos de los testimonios en primera persona del desastre no hubieran quedado registrados en el ‘Expediente Picasso’.

En nuestros días, con la perspectiva histórica del paso de los años, es el trabajo de investigadores como Enrique Cerro, profesor de la Universidad de Castila-La Mancha y autor del libro Camino de Annual: Albacete y el desastre de 1921, el que nos acerca a la realidad que, en aquel verano de hace un siglo, se vivió en Marruecos.

El libro de Enrique Cerro 'Camino de Annual: Albacete y el desastre de 1921'.

Concretamente, a las circunstancias personales de muchos de los jóvenes albaceteños que combatieron en el Rif, algunos por convicción personal, otros arrastrados por la mala suerte. Chicos que con 21 años podrían haber cumplido el servicio militar en otros destinos, como Roque Cuesta que, sin embargo, perdió la vida en Annual. 

"Roque Cuesta Mansilla, jornalero de Fuenteálamo, fue una de las víctimas del sistema de sustitución. Roque fue alistado en el reemplazo de 1919 y obtuvo destino en Valencia. Sin embargo, un soldado alicantino tuvo la rara mala suerte de ser destinado al Regimiento de Infantería Melilla, y ofreció a Roque que le sustituyera en su destino africano. Este aceptó a cambio de una cantidad de dinero, desembarcó en Melilla y, el 24 de Junio de 1921, fue destinado a Dar Quebdani, a 35 kilómetros al este de la posición de Annual. De aquel día procede la última referencia que se tiene sobre este joven albaceteño: 'con motivo de la evacuación de dicha posición y levantamiento de las kábilas de este territorio desapareció, ignorándose su paradero". 

Su misma suerte correrían otros muchos. El sistema de sustitución, cuenta Cerro, era legal en la época. Como también lo era el sistema de cuotas, que permitía obtener una sustancial reducción del tiempo de servicio en filas, "de tres años a cinco o diez meses pagando 2.000 o 1.000 pesetas, respectivamente". Un desembolso económico que para las familias albaceteñas, cuyos salarios se encontraban casi un 20% por debajo de la media nacional, suponía un enorme esfuerzo.

Así lo evidencian los datos. "No es de extrañar que siendo Albacete una provincia de la España más pobre, figurara también entre aquellas que aportaban un menor número de soldados de cuota a nivel nacional: un total de 475 jóvenes, que sobre un total de 8.703 alistados suponía sólo el 5,45%, mientras que la media nacional fue del 14%". 

A este respecto, sin embargo, la relación entre cuotas de 1.000 y 2.000 pesetas resulta digna de mención. "En Albacete el porcentaje de cuotas de 2.000 pesetas alcanzó valores mayores respecto al total de cuotas de esas provincias". De este modo, los pobres eran más pobres que la media nacional y difícilmente podían pagar la cuota de 1.000 pesetas, pero los ricos eran más ricos y podían permitirse abonar la de 2.000. "Si en 1920 en el conjunto de España sólo el 38,8% de las cuotas lo eran de 2.000 pesetas, en Albacete ese porcentaje ascendía al 66,36%". 

Los soldados de Annual, un retrato de las circunstancias socioeconómicas

El perfil común de aquellos soldados de Albacete en África es el de jóvenes de 21 años, que procedían de pueblos pequeños o medianos, dedicados a la agricultura y procedentes de familias humildes, con una estatura media de 1,60 centímetros. "El dato de la estatura es revelador. Indica las malas condiciones de nutrición de muchos de estos jóvenes, cuyo desarrollo era deficiente a causa de sus precarias condiciones". 

Muchos eran analfabetos. "En 1921 el 37'6% de los alistados de Albacete eran analfabetos. En los expedientes individuales de alistamiento es frecuente hallar jóvenes que declaraban no saber leer ni escribir, y cuya firma era sustituida por otra persona que actuaba en su nombre. Pero también es cierto que muchos de los que decían dominar la escritura firmaban con trazos forzados, lo que demostraba una gran falta de práctica. Por ello, la tasa debería ser en realidad mayor". 

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