Desde los noventa, las nuevas generaciones de sagas como las de Falcó, Rivera, Jurado y Flores han ensombrecido el glamour de este género periodístico
La evolución de la prensa rosa: De la época dorada de los 70 a Tamara Falcó e Íñigo Onieva

El pasado 23 de septiembre, solo 72 horas después de anunciar el compromiso matrimonial entre la socilaité Tamara Falcó y el empresario Iñigo Onieva, saltaba a la palestra mediática un vídeo en el que el empresario aparecía en una actitud muy cariñosa junto a una joven. Un documento gráfico que ha dinamitado la felicidad y finalmente, la relación de la pareja.
La cuarta hija de Isabel Presyler, quien ha sido y es un personaje habitual de los medios de comunicación, ha tenido que hacer frente desde el pasado viernes a un terrible acoso mediático que en numerosas ocasiones han tenido que sufrir algunos de los hijos de lo que se conoce como la nueva generación de la prensa rosa.
Aquella década en la que la prensa era amiga
En la década de los setenta y los ochenta, la prensa del corazón o crónica rosa se consagró como uno de los géneros periodísticos más consumido por la población española. Los medios de comunicación mostraban el lado más amable y dulce de algunos de los personajes más influyentes de la música, la aristocracia e incluso la realeza, es más, muchos de ellos alternaban en lugares comunes como Marbella. Los famosos que aparecían en las páginas del papel cuché generaban misterio y se habían ganado un hueco en la prensa del corazón por su profesión.

Rocío Jurado junto a Rocío Carrasco en una entrevista televisada.
Lola Flores afirmaba que “tenía cariño por la prensa, porque ellos me lo tiene a mí” y no dudaba en abrirles las puertas de Los Gitanillos. Su comadre y compañera de profesión Rocío Jurado se refería a los medios como “mis niños de la prensa” y hace años era impensable que la prensa se ensañara con Isabel Presyler como actualmente, está sucediendo con la Marquesa de Griñón.

Portada de la revista Hola! con motivo del nacimiento de Tamara Falcó.
La demanda de acontecimientos como las bodas de las parejas de la jet, los nacimientos de sus vástagos o simplemente, la muestra a detalle de sus mansiones eran temas habituales en las revistas del corazón
La generación de los “niños mimados”
Los noventa fueron unos años muy jugosos para la crónica rosa. El público ya no se limitaba a acatar la información edulcorada, sino que comenzaba a darse una demanda de información que nada tenía que ver con la profesión que ejercían las personalidades sino con sus propias miserias. Y si personajes como Isabel Presyler, Julio Iglesias, Rocío Jurado o Lola Flores mantuvieron una relación excelente con los medios de comunicación, fueron sus hijos los que empezaron a ser protagonistas de algunos de los escándalos mediáticos más recordados de la década en la que la prensa amarillista cobró especial relevancia.

Exclusiva de la revista Hola! en la que aparecen Chábeli Iglesias y Fadi Mudares.
La venta de exclusivas era un modus vivendi para algunos de los hijos de los personajes clave de la década de los ochenta. Uno de los personajes que explotó ser miembro de una de las sagas clave fue Chabeli Iglesias, primogénita de Isabel Presyler y Julio Iglesias. Durante su juventud se convirtió en uno de los objetivos de la prensa que en alguna ocasión le hicieron perder los nervios. La hija de Isabel Presyler era uno de los personajes habituales que protagonizaban reportajes que copaban portadas, en la mayoría de ocasiones por sus romances, como con Fadi Mudares o Ricardo Bofill. A día de hoy, no es de extrañar que Chabeli Iglesias mantenga una vida lejos del foco mediático.

Rocío Carrasco en una de sus apariciones televisivas junto a "Cruz y Raya".
Si Rocío Jurado mantuvo un vínculo estrecho junto a la prensa, su hija Rocío Carrasco no gozó de mantener la misma relación que su progenitora. Durante su juventud, la primogénita de la más grande recibió todo tipo de calificativos por “no hacer nada”. Su relación junto al ex guardia civil Antonio David Flores fue un contenido muy atrayente para la prensa y no dudaron en explotarlo, al igual que la posterior separación a lo largo de la cual, Rocío Carrasco no dudó en protagonizar portadas ofreciendo exclusivas sobre las novedades del tormentoso divorcio. Un hecho que generó gran angustia a su madre, ya que aquellas detracciones hacia su hija “le destruían por dentro”.

Entierro de Antonio Flores.

Kiko Rivera junto a una de sus parejas.
El dj e hijo del desaparecido Paquirri, Kiko Rivera también figura en la generación de "niños mimados". Desde su nacimiento ha sido uno de los descendientes de folclórica más perseguidos por la prensa y cabe destacar que no ha sido un personaje mediático que haya destacado por ejercer una profesión hasta su éxito como músico. Su currículum amoroso, sus problemas con los estudios, sus salidas nocturnas, malas compañías o su adicción a las drogas eran los temas preferidos a debatir en algunos de los programas televisivos orientados a la prensa rosa.