El polémico discurso de Sánchez en la sede de la ONU
Columna de opinión por Alfonso Abril
El dirigente socialista español no sólo miente, sino que se jacta de apoyar precisamente aquello que más pisotea de su Gobierno. Pedro Sánchez se presenta como defensor de la dignidad humana en la ONU. El último ejemplo de este comportamiento ha tenido lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Allí Sánchez pronunció un discurso en el que afirmó: " El respeto a la dignidad humana no puede ser selectivo ni estar condicionado por intereses políticos o estratégicos".
Supongo que lo dijo con el mismo gesto descarado con el que en mayo afirmó que la economía española "va como un cohete". Fue durante un discurso en un acto organizado por el medio Eldiario.es. Mientras, España es el país con mayor desempleo en general y el mayor desempleo juvenil de la Unión Europea.
Ahora se jacta de defender la “dignidad humana”. Recordemos que Sánchez apoyó en 2010 la ley que convertía en un derecho interrumpir el desarrollo de los niños no nacidos hasta las 14 semanas de vida, 22 semanas en el caso de los niños discapacitados. Además de eso, aprobó una ley para criminalizar a los pro vida, tratándolos como criminales por el hecho de ofrecer ayuda a las mujeres embarazadas para que no aborten.
Recordemos también que el Gobierno de Sánchez legalizó la eutanasia en España, sin consultar a los colegios médicos y desoyendo a la Asociación Médica Mundial. Esta pidió a los médicos "no participar en la eutanasia", que es una forma de descartar a los ancianos y enfermos, convenciéndoles de que son una carga.
Por otra parte, Sánchez se ha aliado con los herederos de ETA, un partido de extrema izquierda que nunca ha condenado los 853 asesinatos (entre ellos 22 niños y bebés) perpetrados por esa banda terrorista. Fruto de ese pacto infame, Sánchez ha hecho favores escandalosos a estos simpatizantes de ETA . Incluida la negativa del PSOE a permitir que la UE clasifique los 379 asesinatos como crímenes contra la humanidad. Una clasificación que impediría que esos delitos prescribieran y que sus autores quedaran impunes.
Los favores de Sánchez no se han limitado a los terroristas de ETA. En enero, el suyo fue el primer Gobierno en España que autorizó una marcha antisemita convocada por un grupo terrorista, el FPLP. Ignoró que esta banda criminal palestina está en la lista de grupos terroristas de la UE.
Además, una ministra de Sánchez asistió a esa marcha antisemita y él no la ha desautorizado por ello. Como tampoco desautorizó las declaraciones antisemitas de su vicepresidenta comunista, Yolanda Díaz.
Sánchez también dejó clara su idea de dignidad humana en marzo de 2021. Entonces votó en contra de la resolución europea de condena de los crímenes del nazismo y el comunismo. Una resolución que recordaba que "los regímenes nazi y comunista llevaron a cabo asesinatos en masa, genocidio y deportaciones y causaron una pérdida de vidas y libertad en el siglo XX a una escala nunca vista en la historia de la humanidad".
Recordemos, para concluir, que en política internacional Sánchez está exhibiendo su hostilidad hacia la única democracia real de Oriente Medio: el Estado de Israel. Fue después de que éste sufriera el 7 de octubre de 2023 el mayor atentado terrorista de su historia, que supuso la peor masacre sufrida por el pueblo judío desde el Holocausto.
Al mismo tiempo, Sánchez exhibe su afinidad con dictaduras como la China comunista, Cuba, Qatar, Irán, la Autoridad Nacional Palestina, Egipto y Arabia Saudí. En la ONU, el Gobierno de Sánchez se ha alineado con los aliados de los terroristas de Hamás. Y todavía tiene el descaro de acudir a la ONU para aparentar ser un defensor de la dignidad humana.
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