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Una vitrina dorada con un cáliz en su interior, rodeada de un marco de piedra tallada.
COLUMNAS

¿Dónde está el Santo Grial?

Columna de opinión de Federico de Sánchez

En la búsqueda del Grial nos vamos a sumergir en el camino de la iniciación. Una auténtica vuelta al sentido de la vida, de nuestra existencia, de nuestra realidad, de los valores esenciales que dan sentido a la especie humana.

Cuando se habla del Grial, una de las cuestiones fundamentales que se plantean, una vez admitida su existencia real es, ¿dónde hay que situarlo?

Veamos el siguiente esquema:

 - Algunos autores de las leyendas hablan de la Isla de Merlín como sede del Grial.

 - Otros lo acercan al noroeste de Inglaterra, donde se sitúa la leyenda del Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda.

 - Hay quien prefiere situarlo en Tierra Santa.

 - O en España, e incluso en los Pirineos.

La idea transmitida en los romances como sede del Grial está estrechamente relacionada con un castillo, o fortaleza bien fortificada; también con una isla. Ambas realidades nos presentan una vía de difícil acceso.

Hemos de señalar que muy difícilmente se sitúa el Santo Grial en una iglesia o templo religioso. Salvo en los últimos romances que aparecieron, donde hay una modificación -¿intencionada?- en la que el Grial se halla sobre un altar o en una capilla.

Otra característica es que el castillo del que se habla siempre se presenta “invisible e inaccesible”, incapaz de ser conquistado, ni siquiera por los ejércitos más poderosos del mundo.

Pregunta evidente: ¿Dónde se encuentra este castillo? Aquí, nos encontramos ante uno de los mayores enigmas de los investigadores y estudiosos de este tema. 

No obstante, nuestra última afirmación, recojamos algunos datos precisos. En la mayoría de las leyendas este castillo se sitúa en una montaña llamada Muntsalvach, Montsalvat o Montsalvage, que significa “monte de la salud o de la salvación”. En otras leyendas, como en el "ciclo de la Vulgata", (esta fuente, claramente influida por los escritos de Bernardo de Claraval) presenta la «demanda del Santo Grial» imbricada dentro del universo artúrico, enriqueciendo la tradición con otros elementos como una descripción del origen y significado del Grial.

Según esta fuente, el cáliz habría pertenecido al servicio de mesa de José de Arimatea, un rico comerciante judío, quien según la tradición organizó la "Última Cena". Es más, hay quien incluso identifica este castillo con Montségur, el último reducto de los cátaros, la "joya cátara".

El Grial tiene una conexión muy significativa, muy especial con España. Por ello, debemos señalar que, entre todos los supuestos griales, es lícito comenzar por nuestra nación. Aunque no se puede afirmar ni contar con la exclusividad de estar en posesión de una de las consideradas joyas o reliquias más valiosas de la Cristiandad.

En el siglo XVI se contabilizaban unas veinte copas que reivindicaban el honor de ser el verdadero cáliz usado por Jesús en la "Última Cena". Hoy día sabemos, gracias a los estudios de verificación, que ninguno de dichos receptáculos es considerado auténtico, salvo las excepciones del Santo Cáliz de Valencia y la copa de plata de Antioquía.

Cáliz de la Catedral de Valencia

Para muchos eruditos e historiadores del Grial, sólo el Santo Cáliz de Valencia, con la parte superior de piedra de ágata, responde a la descripción de San Jerónimo acerca de la copa usada por Jesús en la consagración de la "Última Cena".

Mide diecisiete centímetros de altura y tiene forma semiesférica, con un diámetro de nueve centímetros. Los análisis arqueológicos a los que fue sometida demuestran que fue labrada en un taller de Palestina o Egipto entre el siglo IV a.C. y el I de nuestra era. Datos que reflejan su antigüedad.

El Grial de Valencia es el único de todos los presuntos cálices sagrados cuya historia, por lo menos una parte importante de ella está bien documentada. Si nos sumergimos en la primera referencia que aparece, debemos situarla en el traslado de la reliquia desde el monasterio de San Juan de la Peña, en 1399, ordenado por el rey Martín I de Aragón. El monasterio de San Juan de la Peña está situado en Santa Cruz de la Serós, al suroeste de Jaca, Huesca (Aragón), siendo el monasterio más importante de Aragón en la alta Edad Media.

Los monjes, con el beneplácito de Benedicto XIII, nacido Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor (Illueca, Zaragoza, 1328 - Peñíscola, Castellón, 1423), más conocido como el Papa Luna, cedieron la pieza al monarca quien la dejó para su culto y veneración en el Palacio de la Aljafarería de la ciudad de Zaragoza.

Con posterioridad, la copa fue traslada a la Ciudad Condal, cuando el propio Martín I de Aragón (1356 -1410) -llamado también Martín el Humano-, cambió su residencia a Barcelona. Así consta en el documento del inventario realizado tras la muerte del monarca en 1410.

Más adelante, Fernando de Antequera (sobrino del rey Martín y sucesor del trono) optó por llevar el objeto religioso a la ciudad de Valencia. En primera instancia fue ubicado en el Palacio Real de Valencia, en 1414, aunque posteriormente cambiaría su emplazamiento por el de la Catedral.

Desde el siglo XV podemos afirmar que el Grial ha estado en Valencia. No obstante, hay que señalar que ha efectuado diferentes salidas a tierras valencianas, y ha estado escondido y guardado en Alicante, Ibiza o Palma.

Actualmente se sitúa en la antigua sala capitular, hoy Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia. Aquí, se encuentra y se conserva un cáliz que la tradición aragonesa identifica con el Santo Grial. Cuentan las crónicas que fue traído a España por San Lorenzo mártir; San Lorenzo fue uno de los siete diáconos regionarios de Roma, ciudad donde fue martirizado en una parrilla el 10 de agosto de 258.

Si observamos con detenimiento, comprobaremos que está compuesto por una copa de calcedonia (piedra semipreciosa) de siete cm de altura, y nueve y medio de diámetro. En esencia, esto es lo fundamental; ahora bien, con posterioridad se le añadió un pie con asas.

De los investigadores que se han enfrentado a la tarea de datar con precisión la fecha del Cáliz, destaca el arqueólogo Antonio Beltrán, quien ha fechado la copa superior en torno al siglo I.

Veamos algunos de los datos más significativos del cáliz. Para ello, sigamos al propio Beltrán cuando asegura lo siguiente:

1. La copa superior procede de un taller oriental, helenístico-romano, entre los siglos IV a.C. y I d.C.

 2. La naveta del pie, con reborde de oro, es de taller cordobés o, tal vez, fatimita (El nombre "fatimí" deriva del nombre de la hija del profeta Mahoma, Fátima az-Zahra, y su esposo, Alí, primo del profeta. La dinastía y sus seguidores pertenecían a la corriente ismailí dentro de la rama del islam de los chiíes; fechable entre los siglos X al XII. El Imperio fatimí o califato fatimí fue el cuarto califato islámico).

Una copa antigua con detalles dorados y piedras preciosas en la base.
Santo cáliz. | Cedida

3. Asas, nudo y orfebrería, trabajo de un orfebre gótico, de fines del siglo XIII o de la primera mitad del siglo XlV. Con posible influencia musulmana o mozárabes, conocedor de las técnicas orientales y mediterráneas, pero imbuido, en lo esencial, por lo carolingio.

4. Los tirantes del pie y reborde de este son de muy inferior calidad, fechables en la segunda mitad del siglo XIV, con posterioridad al nudo y a las asas, para asegurar mejor la unión de la copa y el pie.

5. Piedras y perlas son de trabajo de los siglos XII al XIV.

Por todo lo expuesto, del trabajo acometido no parece prudente asegurar que éste sea el cáliz de la Última Cena. "Lo que sí se puede asegurar -afirma Beltrán como arqueólogo- es que no hay ningún argumento en contra de que este cáliz pudiera haber sido utilizado en la cena pascual".

Sí se muestra evidente, que, desde su estancia en San Juan de la Peña, existe documentación sobre el cáliz. Y, lo que resulta significativo, es que en San Juan de la Peña -de entre todas las copas que tendrían- sólo a ésta se la adorna con unos trabajos de una exquisitez y finura fuera de lo normal.

Debemos señalar que los dos Papas que han visitado la ciudad de Valencia (Juan Pablo II y Benedicto XVI), han usado este cáliz en las Eucaristías que han impartido. Por ello, hay quienes consideran que la Iglesia católica es favorable a pensar en la autenticidad de esta reliquia. Quizás, en este sentido, el Vaticano se ha manifestado al aprobar como "Año Santo Jubilar" para el “Santo Grial de Valencia”. Igualmente,  el cardenal Antonio Cañizares anunció su intención de declarar el primer Año Santo Jubilar en Valencia por el Santo Cáliz en octubre del 2015.

En torno al Cáliz de la Catedral de Valencia destacan:

 - La Cofradía del Santo Cáliz, fundada por Benjamín Civera Miralles, Celador del Culto del Santo Cáliz, y erigida canónicamente en la Catedral, con estatutos aprobados ad experimentum el 25 de marzo de 1952, y con carácter definitivo (por parte del Prelado) el 25 de noviembre de 1955.

 - Así como la Real Hermandad del Santo Cáliz, cuerpo colegiado de la nobleza titulada valenciana y creada por el Arzobispo José María Salvador y Barrera en febrero de 1918.

Cáliz de doña Urraca, en la basílica de San Isidoro, León

Según el Doctor en Filología Árabe y Licenciado en Historia Gustavo Turienzo Veiga, este objeto, que se remonta al siglo XI en su forma actual, sería el auténtico Grial. De su investigación, destaca el descubrimiento de dos manuscritos escritos en árabe en la Universidad de al-Azhar (Cairo). En ellos, se relatan el traslado de la Copa a España donada por el califa fatimí en 1054 al emir de la taifa de Denia; éste, la regaló a Fernando I el Magno, quien se convirtió en rey de León tras la muerte de Vermudo III (en la batalla de Tamarón).

Esta investigación se detalla en el ensayo "Los reyes del Grial". Margarita Torres y José Miguel Ortega del Río presentaron el 26 de marzo de 2014 el libro "Los reyes del Grial", donde relatan que, según el Dr. Turienzo; "la copa que la comunidad cristiana de Jerusalén en el siglo XI consideraba que era el cáliz de Cristo se encuentra ubicada en la Basílica de San Isidoro de León".

El cáliz de doña Urraca se compone de dos copas o cuencos de ónice de origen romano. Y, según la nota periodística, a los investigadores siempre les llamó la atención que Urraca entregara a los orfebres algo que materialmente no tenía gran valor y además era un objeto de uso pagano.

El Santo Grial de O Cebreiro (Lugo)

Para comenzar, situemos la localidad de O Cebreiro. Es una es una parroquia del municipio de Piedrafita del Cebrero, en la provincia de Lugo en Galicia, en el camino de Santiago; pertenece a la Comarca de Los Ancares Lucenses. En ella existe un cáliz, que posee una gran significada religiosa; está ubicado en el Monasterio de Santa María do Cebreiro. Existe datación de este Monasterio desde mediados del siglo IX, cuya vinculación se relaciona con un hospital que prestaba asistencia a los viajeros.

La datación del Cáliz se puede fijar en el siglo XII. Presenta las inscripciones:"Hoc sacratur quo cuntis vita parabatur"; "In nomine nostri christi et beate Marie Virgine". ("Esto es dedicado a la ejecución de toda su vida"; "En el nombre de nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen María")

A continuación, vamos a relatar una leyenda mencionada por diferentes fuentes históricas. En ella, se describe que sobre el altar de la capilla lateral de la iglesia estaba celebrando la eucaristía un monje. En el pensamiento del religioso estaba la clara sensación de que aquel crudo día de invierno (en que la nieve se amontonaba y el viento era insoportable) nadie vendría a la misa.

Su sorpresa debió de ser grande cuando comprobó que devoto vecino de la aldea de Barxamaior, Juan Santín acudió a escuchar misa. El monje menospreció el esfuerzo del campesino, pero en el momento de la consagración la Hostia se convirtió en carne sensible a la vista, y el contenido del cáliz en sangre, la cual manó hasta teñir los corporales.

La leyenda, de la mano de peregrinos franceses y alemanas, llegaría al norte de Europa, siendo la inspiración de ciertos relatos vinculados al Grial. ¿Realidad o fantasía? Dejamos que el lector juzgue por sí mismo.

En 1486, los Reyes Católicos de peregrinaje a Santiago, se detuvieron en el monasterio y donaron los fanales donde se guardan las reliquias del milagro. Se supone que este cáliz es el que figura en el escudo de Galicia; lo que es incorrecto, dado que, desde la Edad Media, se entendió el cáliz como símbolo parlante: calice=Galice, sobre lo que luego teorizaron numerosos autores europeos de los siglos XVI al XVIII.

No pretendemos acotar todas y cada una de las posibles leyendas que sobre el Grial están relacionadas con la geografía española. Ni sobre los diferentes lugares que han tenido la fortuna de alberga tan preciada reliquia cristiana. Dejamos al lector que saque sus propias conclusiones.

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