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Un grupo de personas posa con trofeos y libros en un evento de premiación en un salón decorado elegantemente.
COLUMNAS

'Anasba, diario de delirios'

Columna de opinión por Pilar Redondo sobre los Premios Artemisa en Córdoba

Condensa la materia generadora de vida aferrada al principio del lugar del que no se retorna. Donde todas las verosimilitudes posibles se aúnan mar adentro para deshojar el agua y acorazar el fuego que ponen a experimentar a la existencia. Es plenilunio, es el oxígeno que sale y entra en nuestro pecho. Es la frecuencia cardiaca de cada letra. Es la creación literaria.              

La editorial DETORRES EDITORES ha convocado por cuarto año consecutivo con gran éxito los Premios Artemisa, en sus tres modalidades: 

- Artemisa de Primer poemario.

- Artemisa de Poesía.

- Artemisa de Aforismos. 

Este editor hace una importante apuesta por el aforismo. Para Calixto la palabra es su segundo corazón donde la sangre liba fonemas que con urgencia se entregan a la producción literaria.

Los premiados de esta edición son:

* María Inmaculada Álvarez Pedreira. (Primer Poemario).

* Ítaco Sárcedas. (Poesía).

* Bernardo Amate Tortosa. (Aforismos).

El jurado ha estado formado por don Julián Cañizares Mata, don Bartolomé Delgado Cerrillo y una servidora. Quiero agradecer profundamente a Calixto que confiara en mi humilde persona para tal labor.

El premio para cada galardonado ha sido: la publicación del libro, 25 ejemplares del mismo y una bella escultura del artista cordobés José Luis Checa

María Inmaculada Álvarez Pedreira

El sujeto lírico coincide con la voz de la autora. En cada poema la marea sube envolviendo al equinoccio que paladea el sabor del olvido que hace recuento de las batallas perdidas. Dota de carne y hueso a cada sílaba. 

Las caléndulas embarcan a bordo de las nubes ciegas y bajo sus pesadas alas la esperanza con los brazos abiertos y vestida con la armadura de la amnesia se inmola...

"Déjame decirte lo que más quiero hoy de ti,/ y, hoy, que ya no lo tienes,/ vestir de nuevo con alheña/ tus antiguas manos./ (...)./ Vuelve ahora que me desabriga la certeza/ de que yo me quedo, yo me quedo/ y tú te vas, wad-al-hayara, anasba, amor, abir."

Ítaco Sárcedas

Sus poemas son un compendio de lugares íntimos, un proceso de reconstrucción de su alma fragmentada. Posee el sello y la identidad del escritor. Es un recorrido por el mapa de la vida. En ocasiones parece que la escritura ejerce de herramienta terapéutica que establece vínculos y negocia condiciones. El dolor da a luz a la orfandad del diario que se unen para consumar...

"Estoy solo. Acaricio medular/ el espacio en la rama atardecida./ (...)./ Furia llevas por nombre, recorrido/ de naipe y mala gárgola, atadura/ (...)./ He dejado de conocerte./ Estoy solo, fue mi opulencia/ la crueldad del que obedece la norma/ (...). Fruto te llamas, furia y abundancia,/ furia que añades y que me termina."

Bernardo Amate

Él interactúa con sus aforismos que están en constante búsqueda de significados y conexión. Mediante el lenguaje se libera de los antifaces sin memoria que evidencian el origen de la cicatriz que se zambulle en el escarchado amanecer sin lluvia. El delirio afianza su sombra en las esquinas de la madrugada de pedernal que coloca el candado al silencio que captura e interroga a la herida.   

"RECETA GNÓMICA. Caliente flores de artemisa al baño maría, hasta que consiga escribir varias frases. Guarde la pluma y apague el fuego. Macere el caldo durante meses. Sea paciente. Cuando la esencia poético-filosófica esté lista, extiéndala sobre aquellas frases, para que una savia negra discurra por las pendientes precisas. Así germina un aforismo."

El acto estuvo amenizado musicalmente por Francisco Javier Navarro Miranda.

Su clarinete alza la voz plasmando su interior. Cada nota lleva en los ojos la luna y en los pies el mar.

La ceremonia de entrega de los Premios Artemisa 2024 se realizó en la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba. En el Salón de Columnas del Edificio "Pedro López de Alba" de la Universidad de Córdoba.

Es reciedumbre que imprime coherencia, sostiene mis piernas y me libera de mí misma. Sueños que adoptan y esculpen el eco del escalofrío que clava las espuelas en el disparador de la memoria. Indivisible mitad de mi entraña descalza, suplanta mi identidad... Es la esencia de la creación literaria.

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